La primera ‘Dinoguía de la Península Ibérica’ destaca los recursos de Teruel como únicos en Europa
El autor es el paleontólogo e ilustrador científico Óscar Sanisidro, muy vinculado a los yacimientos turolensesLa primera Dinoguía de la Península Ibérica que se ha hecho destaca los recursos paleontológicos sobre dinosaurios que posee la provincia de Teruel, sobre los que su autor, Óscar Sanisidro, asegura que son únicos en Europa. La publicación recorre los principales recursos turísticos sobre dinosaurios de España y Portugal, y dedica una especial atención a los turolenses, ya que Sanisidro ha estado muy vinculado a sus yacimientos. La obra, dirigida al público infantil y familiar, ofrece una primera parte dedicada a descubrir al lector los dinosaurios ibéricos, y una segunda que está concebida como una guía de viajes en torno a estos recursos para ser visitados y planificar rutas turísticas.
Dinoguía de la Península Ibérica. Una guía ilustrada para conocer a nuestros dinosaurios en familia es el título de la obra, publicada por Anaya Touring y que incluye también una aplicación informática para poder acceder a un mapa en Internet con las rutas paleontológicas que se va actualizando progresivamente.
El autor, Óscar Sanisidro, es un paleontólogo y profesor de la Universidad de Alcalá, además de un prestigioso ilustrador científico cuyas reconstrucciones de animales extintos y paleoambientes del pasado han aparecido en revistas científicas internacionales de primer orden como Science y Nature. Por ese trabajo recibió hace cinco años el premio Lanzendorf-National Geographic, y sus habilidades con la ilustración las ha puesto de manifiesto en este libro completamente ilustrado por él en la primera parte.
En ese bloque describe de una forma muy amena los dinosaurios ibéricos y los clasifica por familias. Un trabajo que ha acompañado de dibujos suyos con un estilo muy peculiar, sin ser realistas, pero que responden a las distintas características de cada animal y los ambientes del pasado en los que vivieron.
En este bloque hace también una introducción a la paleontología en general y al trabajo científico, y después se centra en algunos de los yacimientos más importantes de la península, entre los que ha incluido el de Barrihonda-El Humero y la Mina Santa María, que se ubican respectivamente en las localidades turolenses de Riodeva y Ariño. En cada uno de ellos se han descrito dos nuevas especies de dinosaurios, Turiasaurus y Oblitosaurus en el primero, y Proa y Europelta en el segundo. Junto a ellos aparecen otros afloramientos de dinosaurios emblemáticos de la Península Ibérica como Lo Hueco y Las Hoyas en España, y Lourinha en Portugal.
También se incluye un mapa geológico de la península y un Dinomapa, en el que de forma gráfica sobre el mapa se señalan los principales recursos sobre dinosaurios que se pueden recorrer, desde museos, yacimientos, rutas al aire libre o parques paleontológicos como Territorio Dinópolis.
Territorio Dinópolis
El parque paleontológico turolense ocupa una buena extensión en la segunda parte del libro, concebida como una guía de viajes al uso. Recorre y describe cada una de las sedes de Dinópolis, así como otros recursos como la Ruta del Dinosaurio de El Castellar o la Carretera de las Huellas de Dinosaurio. Divide este bloque por comunidades autónomas y también tiene en cuenta otros recursos que corresponden al Cenozoico, la era de los mamíferos, y que abarca hasta los homínidos con Atapuerca.
En 2020 apareció el libro de Susaeta Dinosaurios de la Península Ibérica, del paleontólogo turolense Luis Alcalá, que fue el primero que abordó esta temática, si bien el de Sanisidro está enfocado como una guía de viajes para recorrer los sitios que cuentan con estos recursos expositivos.
Sanisidro hizo prácticas en la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis en 2007, cuando estudiaba Biología en la Universitat de València. Recuerda con cariño aquella etapa y reconoce que fue determinante para su orientación profesional. En aquel entonces ya estaba reconocido pese a su juventud como un gran ilustrador científico, y de él son los dibujos con las reconstrucciones en vida que se exhiben en los paneles explicativos de los esqueletos de dinosaurios del Museo Aragonés de Paleontología en Dinópolis.
El autor reconoce que los yacimientos y recursos de Teruel han sido una “prioridad” para él en el libro porque los conoce bien al haber trabajado en ellos. Cuenta que era una “asignatura pendiente” porque faltaba una obra divulgativa de este tipo enfocada al público infantil y familiar a modo de guía de viajes.
“Muchos de los yacimientos están en la mitad oriental y en zonas muy despobladas, y así se ayuda a visibilizar este patrimonio privilegiado que tenemos y promocionar los destinos de interior”, afirma el paleontólogo, que incide en especial en la provincia de Teruel.
Argumenta que estas zonas necesitan dinamizar el turismo de forma diferente para distinguirse del de sol y playa, “y una excusa excelente para visitarlos son los dinosaurios, porque hay mucha riqueza en yacimientos paleontológicos”. A su juicio, “hay que sacarle partido a esto para que el público en general se preocupe por estos pueblos y hacerlo con los dinosaurios como excusa es ideal”.
Sanisidro se muestra agradecido con la etapa que pasó en la Fundación Dinópolis cuando era estudiante haciendo prácticas, por todo lo que aprendió allí. Admite que en esa experiencia también está la inspiración para haber hecho esta obra.
“Yo creo que el patrimonio paleontológico de Teruel ocupa una parte relevante en el libro porque es un tesoro verdadero, no sólo para Aragón y España sino para toda Europa”, comenta el autor, que cree que en la provincia “se han impulsado iniciativas que no sólo preservan este legado, sino que lo ponen al alcance del público de una manera divertida y educativa a través de Dinópolis y sus centros satélite”.
Conocer el patrimonio
La dinoguía publicada por Óscar Sanisidro es fruto de la larga experiencia que tiene por haber excavado y trabajado en numerosos yacimientos de la Península Ibérica desde hace años, entre ellos los turolenses. Recuerda que a principios de siglo ya estuvo en el de San Just, con la riqueza de su ámbar con incrustaciones, y que después cuando hizo prácticas en la Fundación Dinópolis pudo excavar en Riodeva y El Castellar, que también son emblemáticos.
Sanisidro considera que los científicos tienen la obligación de divulgar sus investigaciones a la sociedad. Confiesa que lo que se ha hecho en Teruel con los centros de Dinópolis y las rutas que ha impulsado la Fundación Paleontológica son un modelo de referencia.
“Creo que la provincia de Teruel se ha posicionado como un destino turístico de primer nivel con la paleontología y los dinosaurios, para que la gente pueda disfrutarlo en primera persona y los hallazgos no sólo se queden en los artículos científicos y los libros”, concluye.