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La Portellada quiere sujetar a la población de más edad con cinco viviendas accesibles La Portellada quiere sujetar a la población de más edad con cinco viviendas accesibles
Gloria Serrat, alcaldesa de La Portellada, delante del edificio multifunción que albergará las viviendas para mayores. M. N.

La Portellada quiere sujetar a la población de más edad con cinco viviendas accesibles

El edificio de la biblioteca consolida servicios con un coworking que funciona
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Las políticas demográficas deben velar por que los pueblos incorporen nuevos habitantes, pero también garantizar que los que hay no se vayan. Es algo que tiene claro el Ayuntamiento de La Portellada, que en los próximos meses abrirá los cinco apartamentos adaptados que ha construido en los bajos del edificio polivalente para que las personas mayores aguanten en la localidad el mayor tiempo posible sin barreras arquitectónicas. En este bloque también se ubica el hogar del jubilado, la biblioteca, dos aulas de música y un consolidado centro de coworking que facilita el teletrabajo.

El consistorio de este pueblo de apenas 250 habitantes ha sacado el máximo rendimiento a los 230.000 euros recibidos del Fondo de Inversiones de Teruel para habilitar en la planta baja de este céntrico edificio, que en su origen era totalmente diáfana, cinco pisos para validos.

“En una primera fase, el Fite nos concedió fondos para hacer dos apartamentos adaptados a la tercera edad. El proyecto gustó y recientemente nos han concedido para otros tres, por lo que llenaremos toda la planta baja con pisos a pie plano de calle, por si tienen que ir con silla de ruedas”, dijo la alcaldesa, Gloria Serrat.

Los apartamentos constan de una cocina-comedor, un lavabo y una habitación de matrimonio. Los tres que faltan tienen que estar terminados en septiembre para justificar la subvención y, tras amueblar –se pedirá otra ayuda para este fin, aunque quien quiera podrá trasladar su propio mobiliario–, serán abiertos al público en los próximos meses. Saldrán en régimen de alquiler módico porque “no son viviendas tuteladas”, aclaró la regidora.
 

Coworking municipal, en las instalaciones del edificio polivalente. M. N. 

Serrat explicó que el objetivo de esta inversión es poner las condiciones para retener a las personas mayores el mayor tiempo posible en su pueblo. “Sería un paso previo a una residencia. Muchas personas no pueden ya vivir en sus casas porque todas tienen muchas escaleras. Podrían trasladarse aquí y convivir hasta que no puedan vivir por ellos solos”, manifestó.

La iniciativa ha suscitado el interés de las personas mayores de La Portellada. “Ha preguntado mucha gente, incluso de otros pueblos, pero en principio esta opción sería para empadronados” en este municipio del Matarraña, dijo Serrat.

Agrupar servicios

El edificio en el que se albergarán estos cinco apartamentos acoge ya a los usuarios del hogar del jubilado, así como la biblioteca, dos aulas de música y un espacio coworking.

De forma paralela, junto a las viviendas para mayores el ayuntamiento restaura los antiguos lavaderos con zona ajardinada con equipamiento de ejercicios físicos para los más veteranos del pueblo. “Estarán en el centro y tienen el bar al lado para tomarse un café, por lo que estarán muy distraídos”, dijo la alcaldesa.

De forma que el proyecto de regeneración de este edificio, pensado en anteriores legislaturas como albergue, va tomando forma. Serrat destacó que el espacio coworking funciona especialmente bien. Dotado con varias mesas y conexión a Internet, “lo sacamos con otra subvención estatal” para responder a las inquietudes de un grupo de jóvenes. “Tenemos tres empresas siempre de aquí y en verano viene mucha gente, por lo que casi llenamos todos los días”, añadió. El servicio cuesta un euro diario.