La plantilla de la Guardia Civil de Teruel no ha recuperado ni la mitad de agentes que se fueron en septiembre

La Guardia Civil de Teruel no ha recuperado ni la mitad de los agentes que perdió en septiembre pasado con el concurso de traslados que se hizo entonces, según denunció en un comunicado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). En aquella ocasión se perdieron 102 efectivos por traslados, mientras que ahora, una vez publicados todos los destinos de empleo de las distintas escalaras, se recuperan solo 47. Y eso a pesar de que la mitad de los destinados a Teruel son en situación de forzosos.

Eso supone que entre septiembre y ahora se han perdido definitivamente otros 55 agentes en la provincia de Teruel por la movilidad interna que ha habido dentro del cuerpo, lo que a juicio de la AUGC se debe a la falta de incentivos para cubrir las plazas de las zonas rurales. El secretario general de la AUGC en Teruel, José Javier Armero, manifestó que lo ocurrido era previsible porque a pesar de los compromisos a nivel político que está habiendo, y de las reclamaciones constantes en la materia, al final no se hace lo correcto para hacer atractivos los puestos en el medio rural. Por el contrario, denunció que se está desincentivando al personal que podría optar a estos puestos.

De hecho, muchos de los nuevos agentes destinados a Teruel han sido forzosos, por lo que dentro de un año, cuando puedan solicitar traslados, está dado por hecho que se marcharán. Algo que se podría evitar con incentivos de todo tipo para que los agentes encuentren atractivo estos puestos en territorios a los que no quiere ir casi nadie.

Compromisos

Pese a los compromisos y la proliferación de iniciativas en los parlamentos, Armero consideró que a la hora de la verdad “nadie hace nada” para contener esta sangría de pérdida de agentes en la España rural. Ante esta situación, la AUGC denunció ayer a través de un comunicado de prensa que la plantilla de la Guardia Civil en la provincia no recuperará “ni la mitad de los agentes que perdió en septiembre, incluso enviando a la mitad de los mismos destinados en situación de forzosos”.

La situación está ya confirmada después de que todos los destinos de empleo de las escalas de suboficial, cabos y guardias civiles fuese publicado el pasado 20 de febrero. Una situación que es la que ya esperaba la AUGC, por lo que “no ha supuesto sorpresa alguna”. Argumentan en el comunicado difundido que con estos traslados vuelven a “comprobar que la provincia de Teruel no tiene ningún atractivo para los guardias civiles, pues han tenido que enviar a la mitad de ellos forzosamente para mantener la operatividad y la seguridad en el medio rural”.

Eso supone, según la AUGC, el “mayor desprecio” que desde la Dirección General de la Guardia Civil y Fernando Grande Marlasca como responsable del Ministerio del Interior han podido hacer hacia Teruel, “que es convertirla en provincia de castigo”.

Lo que debería haberse hecho, según esta asociación profesionalo de agentes, es haber buscado “incentivar económicamente y laboralmente para atraer a personal a la provincia”. Armero dijo que traer personal forzosamente, que en un año podrán pedir el traslado, “no solo crea desarraigo y desafección, sino que genera la creación de un bucle muy peligroso, tal y como pasó con el envío hace dos años de 74 alumnos en prácticas que obligan a bloquear vacantes en las unidades”.

Los guardias reclaman una solución que “no pase por incrementar horarios y reducir el descanso legítimo y legal  de los guardias civiles junto a sus familias, del mismo modo que usar a agentes para otros cometidos que no son los propios de sus funciones y destinos, ocasionando con ello malestar y caída de la moral a límites muy bajos”. Insisten en que debe haber soluciones porque en breve habrá otra provisión de destinos.

La AUGC considera que la dispersión de cuarteles merma la efectividad y que las viviendas son escasas en cuarteles como el nuevo de Utrillas, cuando los agentes es lo primero que buscan.