La Oncología en Teruel apuesta por la especialización y las nuevas técnicas
La implantación de la radioterapia intraoperatoria es uno de los grandes avances conseguidosEl tratamiento para el paciente oncológico se basa en una atención integral en la que intervienen muchos especialistas y diferentes recursos, tanto de atención primaria como de especializada, y donde el oncólogo está en el centro del proceso. El servicio de Oncología del Hospital Obispo Polanco de Teruel cuenta con tres facultativos especialistas, tres enfermeras y una técnico de cuidados auxiliares de enfermería. Se trata de una unidad dinámica donde se apuesta por la mejora continua y que trabaja ahora en la especialización por tumores para dar la mayor calidad a sus usuarios. Sin duda, uno de los grandes avances ha sido la incorporación de la radioterapia intraoperatoria para el cáncer de mama que se acaba de iniciar.
La jefa del servicio de Oncología del Polanco, Ana Ferrer, explica que este mes de marzo se prevé la llegada de una nueva especialista (que ocupará el puesto que dejará otro de los médicos). Esto va a estabilizar la plantilla ya que estará, al menos, dos años y va a permitir que cada facultativo se centre en un tipo de tumor. En concreto, la nueva profesional es experta en cáncer de mama; Ferrer se ocupará de las neoplasias de digestivo y el tercer oncólogo, del de pulmón.
“Esta reorganización va a mejorar la asistencia a los pacientes”, asegura la responsable del servicio.
Radioterapia intraoperatoria
El Servicio Aragonés de Salud ha incorporado nueva tecnología en Teruel para mejorar la atención a estos pacientes.
La gran apuesta ha sido la implantación de la radioterapia intraoperatoria, gracias a un equipo móvil que ha supuesto una inversión de 348.000 euros y que se va a utilizar tanto en Teruel como en Alcañiz. La primera intervención se hizo la semana pasada y la estimación es que se puedan beneficiar alrededor de 80 pacientes de la provincia (45 en Teruel y 35 en Alcañiz).
La técnica se va a utilizar para tumores de mama y en la misma intervención quirúrgica se aplicará una única sesión de radioterapia. “Va a suponer una curación exactamente igual que con la radioterapia clásica pero con mucha mayor comodidad porque no tendrán que ir durante 25 sesiones a Zaragoza o Valencia”, destaca la doctora Ferrer que afirma que ha habido una gran implicación de muchos profesionales del hospital para la puesta en marcha de esta nueva técnica.
Marta González, una de las cirujanas del hospital turolense comenta que están muy ilusionados por la oportunidad de hacer algo que en España no está en todos los hospitales y que, además, tiene beneficios para los pacientes.
Para el diagnóstico también ha habido mejoras. En febrero se puso en marcha la nueva resonancia magnética del Obispo Polanco con una inversión de 1,7 millones de euros. Se trata de un equipo más ágil y potente que el anterior, que va a permitir hacer más pruebas y con una mayor resolución.
Los turolenses tienen que desplazarse a Zaragoza para la radioterapia convencional y para algunas cirugías complejas y donde se requieren determinados especialistas que no hay en Teruel, por ejemplo, cirujanos hepáticos. Pero el resto de intervenciones quirúrgicas y los tratamientos de quimioterapia e inmunoterapia se realizan en Teruel. “Ponemos los mismos tratamientos que en el resto del mundo, lo mismo que en Zaragoza, Madrid o Houston”, destaca la responsable de Oncología del hospital turolense.
Trabajo interdisciplinar
La atención a los enfermos de cáncer implica a diferentes especialidades, además de la Oncología, principalmente las relacionadas con el órgano al que afecte el tumor, Cirugía, Radiología y Anatomía Patológica. También se ha incorporado -desde mayo del pasado año- un oncólogo radioterápico que se desplaza desde Zaragoza y que permite una mayor coordinación para los tratamientos de radioterapia.
“Los oncólogos no somos solo los responsables de poner la quimioterapia, el tratamiento oncológico, sino que una parte fundamental de nuestro trabajo es coordinar la atención del paciente oncológico”, comenta Ferrer.
Para este trabajo conjunto se celebran periódicamente comités de tumores donde todos estos profesionales comentan cada caso y deciden el mejor tratamiento de forma individualizada. En el Obispo Polanco todas las semanas hay comité de colon (los lunes) y de mama (los jueves). También se hacen para cánceres urológicos, para los ginecológicos y los de cabeza y cuello, aunque en estos casos las reuniones no son semanales.
La cirujana Celia Moreno asegura que esta forma de trabajar permite que se adopten las decisiones por consenso, con la participación de todos los especialistas y “se agiliza el diagnóstico y el tratamiento”.
Ana Ferrer valora el importante papel de la enfermería para esta unidad. “Las enfermeras son las que están todo el tiempo con los pacientes. Hay tratamientos que duran horas y crean un vínculo con ellos, es la primera persona a la que le cuentan toxicidades y dudas. Además, son profesionales muy autónomas y con mucho interés por aprender”, afirma.
En cuanto al avance en los tratamientos, Ferrer recuerda que esta es una especialidad que está evolucionando mucho y se muestra convencida de que en futuro podría ser viable tener radioterapia en Teruel para lo que señala que lo que hace falta es “una apuesta por una sanidad cercana al paciente”.
En el Hospital de Alcañiz hay diariamente dos oncólogos pero estos profesionales dependen del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.