La muralla de la ciudad se pone en valor en unas jornadas de castellología

La Asociación Española de Amigos de los Castillos hizo ayer entrega de un reconocimiento al Ayuntamiento de Teruel con motivo de la labor realizada para la recuperación de la muralla de la ciudad. Como el de Teruel también fueron reconocidos los consistorios de Monzón, en la provincia de Huesca, y Calatayud, en la de Zaragoza.

Estos reconocimientos se otorgaron con motivo de las décimas Jornadas de Castellología Aragonesa, que este año versaba sobre los grandes castillos y fortalezas y que se han celebrado en la localidad zaragozana de Calatorao.

Organizadas por la delegación de la AEAC, la Asociación Española de Amigos de los Castillos, y por ARCA, la Asociación por la Recuperación de los Castillos de Aragón, cuentan también con la iniciativa cultural Barbacana.

Además del reconocimiento al Ayuntamiento de la capital turolense, durante las jornadas se han hablado de otras fortalezas destacadas de la provincia. Este sábado Manuel Siruana, de la Fundación Castillo de Valderrobres, habló de esta fortaleza; el arqueólogo turolense Javier Ibáñez se centró en el castillo de Mora de Rubielos; Jesús Franco, gestor de Patrimonio, del castillo de Peracense, y el arqueólogo José Antonio Benavente, del castillo de Alcañiz.

El presidente de ARCA, José Manuel Clúa, explicó que en esta edición se había querido destacar la labor de los ayuntamientos por recuperar el patrimonio, que en la mayoría de las ocasiones es el fruto del trabajo de muchos años, como ocurre en el caso de Teruel, con la rehabilitación de la muralla y de elementos tan destacados como la torre de la  Bombardera.

Igualmente ocurre con los otros ayuntamientos destacados ayer. En Monzón, Clúa recordó que tienen un Plan Director para su castillo, donde además realizan actividades, y en el caso de Calatayud se están recuperando y adquiriendo patrimonio. La localidad bilbilitana tiene cinco castillos.

En el caso de Teruel, el responsable de recoger el galardón fue el concejal de Urbanismo y segundo teniente de alcalde, Juan Carlos Cruzado, que lo agradeció porque “es el reconocimiento a tanto tiempo trabajando en recuperación del patrimonio, no solo con la muralla sino también con otros elementos como las fuentes históricas ornamentales o los elementos urbanos de la traída de aguas renacentista”.

La recuperación de estos elementos son un “activo importante”, dijo, tanto desde el punto de vista histórico como turístico. “Recuperar la muralla permitió que fuera visitable”, puso como ejemplo, primero en un tramo y posteriormente con la incorporación de la torre de la Bombardera.

La intervención en este bien fue posible gracias a la colaboración entre administraciones. Una subvención del Ministerio de Defensa posibilitó los primeros trabajos y posteriormente se llevó a cabo una nueva fase con cargo al 1,5% Cultural del Mitma.

Proyectos futuros

Los siguientes pasos a dar en recuperación de los restos de la muralla de Teruel desde el área en la que se ha intervenido hasta la Torre de Rincón son a corto y largo plazo.

A corto plazo se va a actuar en el muro tapial situado junto a la torre de la Bombardera en una actuación ya adjudicada y que incluye la realización de catas en la plaza del mismo nombre que permitirá conocer el nivel de la antigua plaza para posteriormente encargar un proyecto de adecuación de este espacio contiguo a la torre.

A medio largo se pretende ampliar el recorrido expositivo de la muralla para que sea lineal. En la actualidad se entra y se sale por el mismo sitio. Modificar el recorrido será posible porque durante los trabajos de intervención en la torre de la Bombardera se encontró una puerta, que se podría habilitar como salida.

A largo plazo, el Ayuntamiento pretende liberar la muralla o la traza por la que iba entre la torre de la Bombardera y la torre del Rincón. Para ello se ha modificado el Plan Urbanístico de este área, que ya se ha aprobado inicialmente. El objetivo es abrir espacios públicos entorno al elemento defensivo. En esta zona  también se planteó en su día acondicionarlo como sede del Museo de la Guerra Civil-Memorial por la Paz, aunque finalmente el Gobierno de Aragón decidió otro emplazamiento.

Pendiente queda también la reintegración de un paño de muralla entre los Arcos y la torre Bombardera, un gran vano con una puerta que da acceso a un solar particular. Para solucionarlo se consultó a la Comisión Provincial de Patrimonio, que se decantó por recuperarla pero esta actuación todavía no se ha llevado a cabo.

Una estructura unida a la incorporación al reino de Aragón

La muralla de Teruel es una paradigma de la incorporación de Teruel al Reino de Aragón en el siglo XII y así se puso de manifiesto con motivo del 850 Aniversario de la misma en 2019.

Teruel contó con un recinto amurallado de unos dos kilómetros de los que apenas hoy en día quedan algunos hitos y lienzos.

La villa de Teruel se abría al exterior por cuatro puertas principales y otros secundarios como el de San Miguel, junto al tramo de muralla hoy en día visitable.

Junto a los portales también se conservan algunas torres. En el caso de la Bombardera, que desde 2021 es visitable, destaca por sus ángulos achaflanados y termina en semioctógono. No cuenta con una pared de cierre intramuros y actualmente se ha completado con una estructura de madera que permite acceder a su parte posterior.

Esta torre albergaría la bombarda o cañón principal que servía de protección para la ciudad.

Próxima a ella se encuentra la Torre del Rincón asociada también a un lienzo de muralla. Ambos elementos se quieren conectar en intervenciones posteriores.

La siguiente torre hacia el sur sería la de Ambeles, que destaca por su planta estrellada y que en la actualidad se encuentra cerrada al público. La siguiente torre sería la de San Esteban. Al lado se ubicaría el desaparecido Portal Nuevo.