La magia e ilusión de los Reyes Magos se prolongaron en los centros asistenciales de Teruel
Los Magos también tuvieron tiempo de hacer recorridos en AlcañizDespués de una jornada agotadora, en la que tras la cabalgata tuvieron que repartir casa por casa los juguetes, los Reyes Magos de Oriente prolongaron su estancia para visitar los centros asistenciales de las ciudades de Alcañiz y Teruel. Entre ellos, y por primera vez, se acercaron al Seminario de capital, donde cantaron villancicos con los ancianos.
Melchor, Gaspar y Baltasar coincidieron en señalar que se encontraban “cansadicos” después de repartir multitud de regalos, y algún que otro saco de carbón, por los hogares de toda la provincia. Aún así, ayer madrugaron para visitar varias residencias de ancianos y centros sanitarios.
Por primera vez en Teruel, y a las nueve de la mañana, visitaron el Seminario, donde fueron recibidos con villancicos. Desde allí, y a bordo de tres Seat matriculados a su nombre, se dirigieron a la residencia Atadi Ángel Custodio, al Hogar San José, al hospital psiquiátrico infantil El Pinar y al Obispo Polanco, para terminar la mañana en la residencia de mayores Padre Piquer de la Fundación Rey Ardid.
Después de reponer fuerzas en el restaurante El Milagro, Sus Majestades continuaron su ruta por los hospitales San José y San Juan de Dios, y acabaron la jornada en las residencias de mayores San Pablo y Paules.
Baltasar, al igual que sus compañeros, aseguró que estaba “muy cansado” pero que, como además de reyes son magos, habían podido cumplir con la entrega de regalos a todos los turolenses. Además, indicó que la estrella que los guía les había facilitado el viaje al evitar en su recorrido las zonas afectadas por las tormentas.
Baltasar destacó además que en esta ocasión “habían alimentado muy bien a los camellos”, lo que había facilitado su trabajo.
Melchor, por su parte, recomendó a los niños “que estudien más” para que ellos puedan mantener su generosidad.
En el hospital Obispo Polanco pudieron entregar sus primeros Reyes a un niño que acababa de nacer, además de a los tres ingresados en la planta de pediatría.
Ana, la matrona que lo trajo al mundo, estaba acompañada de sus propios hijos, Guille e Irene, que habían recibido muchos regalos “para compartir”.
Guille estaba algo preocupado porque la bicicleta que le habían dejado le parecía demasiado grande, mientras que Irene estaba esperando volver a casa para ojear su libro sobre el cuerpo humano.
Por su parte, Violeta y Pablo, después de abrir sus regalos se dedicaron a buscar por todas la casa las huellas que hubieran podido dejar sobre el terrazo los Reyes y sus camellos.
El técnico de fiestas del Ayuntamiento de Teruel, Miguel López, destacó que los Reyes habían conseguido sacar una sonrisa a muchas personas, y sobre todo a los más ancianos, que “dejan atrás la monotonía de su día a día” y se alegran mucho de la visita.
Mientras los Reyes repartían sus regalos de madrugada, muchos turolenses disfrutaban de una noche de fiesta por los establecimientos de la ciudad. En la carpa instalada por Interpeñas en la Glorieta se repitió la discomóvil de Nochevieja, que tuvo una gran afluencia.
Según el presidente de Interpeñas, a primera hora acudieron personas muy jóvenes, y la media de edad se fue incrementando durante la velada.
Después de una noche de intenso trabajo, la agenda de los Reyes Mago sen Alcañiz también continuó ayer por la mañana. En primer lugar visitaron las residencias de ancianos de la localidad y el Hogar Santo Ángel, donde realizaron la adoración del niño Jesús al término de la misa y un pequeño recorrido por las instalaciones que, sin lugar a dudas,
alegró el día a los residentes.
Posteriormente, se desplazaron hasta el Hospital Comarcal. Allí visitaron a los bebés y niños enfermos y les entregaron regalos para sacarles una sonrisa en estas fechas, deseándoles una pronta recuperación. Cabe destacar que durante la jornada de ayer los Reyes Magos se desplazaron por Alcañiz en vehículos clásicos, cedidos por el Bajo Aragón Club de Vehículos Antiguos.