La magia de los Reyes Magos de Oriente se sobrepone al azote de la Covid-19
Unos niños, ante los Reyes Magos, con mascarillas, en Mora de RubielosCon las debidas cautelas y mascarillas mediante, sus majestades los Reyes Magos de Oriente se las arreglaron este martes para darle esquinazo a la pandemia de coronavirus y acudir a su cita anual con todos los niños de la provincia de Teruel. Las tradicionales cabalgatas fueron sustituidas por comitivas sin público o con los niños saludando a través del balcón, retransmisiones por streaming, discretas recepciones con cita previa e incluso con visitas de puerta en puerta, como ocurrió en algunos de los pueblos turolenses, pero de un modo u otro en la mayor parte del territorio se apañaron para visitar a los pequeños horas antes de la noche de la magia y los regalos, y que la ilusión de los pequeños saliera indemne de esta pandemia.
En la capital turolense la comitiva real recorrió calles y barrios rurales para no dejar de vivir la magia que envuelve a los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar. Aunque sin carrozas, caramelos o juguetes, el sonido de las sirenas y los villancicos impregnó la ciudad como anticipo de una noche especial.
Los niños eran los que más emocionados estaban por poder ver a sus majestades. Marta es una niña que acudió a ver salir los reyes magos desde el Palacio de Exposiciones y Congresos. Con 7 años aseguraba no tener ningún rey favorito y que había pedido “muchas cosas”. Como ella, muchos pequeños fueron saliendo a ver a los reyes, que recorrieron las calles de Teruel, montados en tres vehículos con techo panorámico. No se conocía el recorrido, así que el sonido de la música y las sirenas del flamante nuevo vehículo policial iba avisando de la llegada de los reyes.
Sus majestades tan solo iban acompañados por sus pajes y en esta ocasión no pudieron tirar caramelos, pero no renunciaron a estar cerca de los niños turolenses. La jornada comenzó a primera hora de la mañana en El Campillo y acudieron a todos los barrios pedáneos turolenses hasta llegar a Villaspesa. En su recorrido tampoco pudieron bajar de los coches pero iban saludando a los vecinos de estas localidades que salían a su paso.
A su paso por Teruel Melchor se sentía emocionado y aseguraba que todos los niños con los que se había fotografiado en los tres días que ha estado en el Palacio de Exposiciones le pedían lo mismo, “que se acabe el maldito bicho”. “Este tarde solo podemos saludar a los niños y que nos vean pero como este año se han portado muy bien, les deseo felicidad y próspero año y a ver si pronto les podemos dar un abrazo”, aseguró con lágrimas en los ojos.
Agregó que eso es lo que más echa en falta este año, pero por lo menos se han podido fotografiar con ellos, durante los tres días que han estado en el Palacio de Exposiciones. “La mayoría nos decía que a ver cuándo matábamos el bicho”, dijo y también les preguntaban qué cuando van a poder salir más de casa. “Demasiado buenos han sido este año”, incidió, “aunque alguno haya sido revoltoso, es lógico en la situación que hemos vivido”.
Por la tarde la comitiva real recorrió todos los barrios de la ciudad saludando a los que se asomaban por las ventanas o bajaban a la calle para ver a Melchor, Gaspar y Baltasar y saludarlos. También pasaron por delante de los centros asistenciales que otros años visitan en su estancia en Teruel como las residencias de ancianos y los hospitales. Este año no pueden entrar en el interior pero se sienten más cerca que nunca de todos los que viven o están temporalmente en estos centros.
Bajo Aragón
En Alcañiz se celebró la llegada real con un festivo volteo de campanas a las siete de la tarde para que todos los niños se enteraran de que Melchor, Gaspar y Baltasar habían llegado a la capital del Bajo Aragón. A las ocho de la tarde se pasó un video a través de las redes sociales en las que se podía ver a los tres Reyes recién llegados.
Durante esta semana, los niños de Alcañiz pudieron trasladar sus deseos al Paje Real, que ha estado durante tres días en la ciudad recibiendo las cartas de los más pequeños de la casa. En total, según informó el técnico de Festejos del Ayuntamiento, Fernando Lizana, han pasado por el Ayuntamiento más de 500 niños.
También hicieron llegar a las residencias y al hospital paquetes de caramelos para distribuir entre niños y ancianos, ya que la tradicional visita que se realizaba la mañana del día de Reyes, ha tenido que ser suspendida por la Covid.
Los Reyes decidieron suspender la recepción en Calanda por la alta incidencia de la enfermedad en el pueblo en las últimas semanas. Según explicó Francisco Aparicio, técnico de Cultura del Ayuntamiento calandino, se estuvo barajando hasta el último momento la posibilidad de realizar un recorrido por las calles del pueblo, pero finalmente esta idea se desechó, así que la llegada de los Magos a Calanda solamente se pudo ver a través de un video que se distribuyó en redes sociales.
En Alcorisa, sin embargo, sí hubo Cabalgata, que recorrió las calles del pueblo. Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a la Casa de la Villa a las 17.00 horas y realizaron una adoración al niño Jesús en la parroquia. En ambos actos no hubo público, aunque pudieron seguirse a través de una retransmisión por redes sociales y por el canal local de televisión. A las cinco de la tarde, la comitiva real realizó un recorrido por las calles y las viviendas de la localidad.
Por su parte, en Mas de las Matas los Reyes recorrieron las calles del pueblo en pascualín, y llevaron personalmente los regalos a las casas de cada niño que se había inscrito previamente en el Ayuntamiento.
En la mayoría de los municipios del Bajo Aragón y Matarraña hubo Cabalgatas sin la presencia de público. Sus Majestades desfilaron por las vías urbanas y en algunos casos dejaron regalos en las puertas de las viviendas para que los niños, desde los balcones, pudieran saludarles y, a continuación, recoger los presentes que les habían traído.
Sus Majestades de Oriente tampoco se olvidaron de Andorra, donde por la tarde Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron su propio recorrido por calles previamente señalizadas. Los andorranos pudieron seguir su periplo desde los balcones o en la puerta de sus domicilios para evitar la reunión de grupos numerosos.
Para prevenir contagios, el tradicional reparto de regalos en el polideportivo se canceló, por lo que los niños tuvieron que esperar unas horas para ver sus paquetes junto a los zapatos.
Ante la residencia y el centro de salud, los reyes hicieron parada especial para reconocer la labor de sus trabajadores durante la pandemia junto a Protección Civil, la Policía Local y la Guardia Civil. “Hemos llevado la Navidad a todos los rincones y todos los barrios con el árbol, las luces y el concurso de decoración de fachadas y comercios. Y además hemos instalado una pista de hielo sintética porque si alguien está dando lecciones cada día en la pandemia son los niños, y qué menos que no privarles de la ilusión de la Navidad; en esto no nos puede vencer tampoco el virus”, dijo el alcalde de Andorra, Antonio Amador.
Otros pueblos de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos como Ejulve recibieron a los reyes en la iglesia, donde sentados por familias y con mascarillas y gel hidroalcohólico entregaron algunos regalos a los niños congregados.
En Ariño, sus majestades llevaron a pie los regalos a casa de los niños, también con un recorrido que tenían preparado. Melchor incluso dio un pregón por la megafonía municipal. En Alloza también tocaron a las puertas donde viven los niños para dejar los regalos con colaboración de sus emisarios reales.
En la capital del Bajo Martín, Híjar, “en lugar de hacer la cabalgata tradicional con los reyes magos y otras carrozas hemos preparado un desfile solo de los tres reyes y sin concentración en la plaza de España”, dijo el alcalde, Luis Carlos Marquesán. Todo ello “con la intención de mantener viva la ilusión y la magia para los más pequeños” sin dejar de respetar las medidas contra el Covid-19.
En Albalate, por su parte, hubo reparto de regalos en la iglesia, el casino y el cine, donde esperaba cada uno de los reyes a los niños. Estos pidieron cita previa para que sus majestades les recibieran.
Una opción similir a la elegida en Albarracín, donde se canceló el Belén Viviente que otras Navidades ha congregado más de 500 personas en la Plaza Mayor. Los Reyes se desplazaron en limusina por diferentes zonas del pueblo donde pudieron saludar a todos los niños y repartir los regalos en diferentes puntos del mismo, sin que se dieran aglomeraciones de ningún tipo.
En algunas localidades, como Calamocha o Mora de Rubielos, los Reyes organizaron pequeñas recepciones extremando las medidas de seguridad y previa inscripción, para poder repartir regalos y golpes de codo. En la mayor parte de ellas el acto se retransmitió vía streaming para que ningún familiar se lo perdiera, ya que estaba limitado el número de progenitores que podían acompañar a los pequeños como una de las medidas de los exahustivos protocolos que se tomaron. En el caso de Utrillas, donde los Reyes se quedaron sin el viaje en el tren minero que tradicionalmente les lleva hasta allí, dispararon unos fuegos artificiales desde varios puntos del pueblo para despedirlos, en torno a las 20.30 horas.
En Cantavieja los Reyes también echaron mano de las redes sociales para dejarse ver por los niños, retransmitiendo a través de ellas su llegada al pueblo en tres vídeos que se colgaron a lo largo de las fiestas, ya que prefirieron renunciar al calor del público para evitar riesgo de contagio.
En muchos otros pueblos, como Cella, Linares de Mora o La Iglesuela del Cid entre otros, visitaron personalmente las casas de los niños para entregarles sus regalos, manteniendo la distancia de seguridad y prometiendo que el próximo año, si todo va bien, podrán achucharse como es debido. Ese fue también el caso de Burbáguena, donde se cambió la tradicional recepción en el salón del Cuco por la visita puerta a puerta. Pese al cambio de formato y de no contar con el habitual jolgorio que acompaña a la comitiva, la ilusión y el brillo en los ojos de los pequeños y de sus mayores fue igual de intenso.