Cada 25 hay que manifestar que ¡basta ya!
La Coordinadora Feminista de Teruel continúa su labor de concienciación hacia la sociedad, a las instituciones y a los distintos colectivos humanosSeguiremos activas buscando concienciar a la sociedad, a las instituciones a los distintos colectivos humanos, acerca de que la violencia contra la mujer pare ya. Luchamos para que la violencia de la mujer deje de estar normalizada en nuestra sociedad. La violencia contra las mujeres un ataque contra las mujeres por el hecho de ser mujeres, pero es evidente que es un problema de toda la sociedad.
Es necesario seguir luchando contra esta violencia que no cesa, PORQUE según el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género, en el segundo trimestre de 2024, 46.135 hombres ejercieron violencia machista, en un solo trimestre, y 46 asesinos nos arrebataron a 46 compañeras, dejando huérfanos a 141 menores. Datos del consejo general de la abogacía española.
Es necesario seguir luchando contra esta violencia que no cesa, PORQUE en los conflictos armados, no sólo sufrimos las consecuencias de la guerra, sino que somos utilizadas como armas para humillar y someter al enemigo. Utilizando los peores recursos: abusos y agresiones sexuales, infección deliberada con el VIH/sida, experimentación médica con órganos sexuales y reproductivos de las mujeres. PORQUE en el mundo hay múltiples formas de agresión hacia las mujeres: mutilación genital, esclavitud sexual, matrimonios forzados, fecundación y embarazos forzados, marcar el modo de vestir de las mujeres, prohibición del acceso a la educación de mujeres y niñas (como en Afganistán donde las niñas no pueden seguir estudios una vez cumplen los 12 años), trata de mujeres y niñas, …
Y la violencia se da también en contextos “normalizados”. Hemos visto durante años la lucha Juana Rivas, la lucha de una mujer maltratada intentando proteger a sus hijos de un padre maltratador. Situación complicada incluso a pesar de la denuncia desesperada del hijo mayor para proteger a su hermano y que no volviese a Italia con su padre maltratador. El caso de la red de abusos de empresarios murcianos sobre niñas, que por dejadez de instancias judiciales el delito ha quedado en nada. O lo más reciente, vemos la agresividad y la desconsideración y las interrupciones de un juez de instrucción en el interrogatorio a la mujer que denunció por agresión sexual a Errejón, frente al “colegueo” que parecía mantener el juez con el acusado. Esa doble vara la vemos en muchos jueces, como una clara expresión de lo que vemos en otros espacios de la sociedad.
Mientras haya violencia contra las mujeres, todos los días seguirán siendo 25N.
Como cada 25, el próximo 25 de febrero volveremos a estar en la plaza del Torico denunciando la violencia contra las mujeres.