Las parejas que conforman el Seisado de 2021 y el regidor, Javier Domingo, con la alcaldesa en el claustro del Obispado donde se celebró el acto. Bykofoto/A. García
Aunque este año no hay Fiestas del Ángel, Teruel cumplió este sábado con la tradición del Seisado por partida doble, nombrando tanto a los integrantes del año 2020 como a los de 2021 en un sencillo acto que se celebró en el claustro del Obispado, con la entrega de las insignias a las parejas.
Antes de la pandemia, este nombramiento se celebraba el primer domingo de las Fiestas del Ángel y se completaba con una misa y la procesión de Santa Emerenciana, patrona de la ciudad. Debido a la pandemia, ni el pasado año ni este se ha podido hacer la procesión pero por parte del Ayuntamiento se decidió hacer este acto simbólico con aforo reducido. Solo estaban las doce parejas y estaba invitada la corporación municipal, pero solo acudieron varios concejales del Partido Popular y los dos del PAR, además de los que actuaban como regidores en ambos seisados.
En el caso de 2020 estaba formado por la concejala de Ciudadanos, Nuria Tregón, y su marido, Guillermo Palacios y en 2021, el concejal de Fiestas, Javier Domingo, y su esposa Vanesa Calvo, que precisamente contrajeron matrimonio el años pasado.
Los seises del año 2020 con la regidora Nuria Tregón y la alcaldesa, Emma Buj, ayer tras la entrega de las medallas. Bykofoto/A. García
Completaban el Seisado de 2020, cinco parejas que se casaron por la iglesia en 2019: Diego Calvo y Cristina Lope, Fernando García y Ana Alquezar, Rubén Loras y María Teresa Hombrados, Miguel Ángel Barona y Raquel Martín y José Ángel Pérez y Ana Ruiz.
En el caso de la pareja de ciudadanos y las de seises de 2021 estaba formado por Alberto Giménez y Teresa Bellés, Rubén del Río y Patricia García, Daniel Barea y Lourdes Sánchez, Manuel Pérez y Vanesa Gimeno e Ignacio Blasco y África Boj.
Algunas de estas parejas han visto cómo la pandemia les llevó a retrasar la fecha prevista para su boda en algunos casos hasta tres veces. Otras adaptaron la ceremonia y la celebración posterior a las restricciones por el coronavirus o decidieron organizarla al aire libre, pero todas mostraban ilusión y emoción a partes iguales por representar a su ciudad.
La alcaldesa, Emma Buj, les dirigió una palabras tras la entrega de las insignias. Explicó que el pasado año se pensó si mantener o no esta tradición al no poder desarrollarse las fiestas y se decidió continuar adelante con una institución que precisamente fue ideada para que en caso de pestes o pandemias, si desaparecía el concejo municipal hubiera un relevo entre la ciudadanía hasta que se pudiera nombrar este concejo.
La pandemia en este siglo no hace desaparecer a los cargos municipales, pero la solución para frenarla -hasta que ha llegado la vacuna- “no nos hace tan diferentes a la Edad Media y ha sido confinarnos en nuestras casas”, como apuntó la alcaldesa, quien recordó a las personas que han fallecido por la enfermedad y quiso lanzar un mensaje de esperanza para poder celebrar las fiestas de nuevo.
Antes del inicio del acto, el jefe del Seisado, Paco Gómez, explicó que, a pesar de la situación de pandemia que hizo que muchas parejas tuvieran que trastocar sus planes de boda, no hubo problema para encontrar parejas que quisieran formar parte del Seisado y recordó que para ello se pone en contacto con las parejas que han contraído matrimonio por la iglesia el año anterior.