La escuela de Olba recoge en Madrid su premio nacional por su huerto escolar
Los alumnos del CRA Javalambre muestran su experiencia junto al resto de los galardonadosEl aula de Olba, del CRA Javalambre, recibió el pasado 17 de noviembre en La Casa Encendida de Madrid el primer premio nacional Huertos Educativos Ecológicos, en la categoría de Educación Primaria.
Se trata de una iniciativa que ha llegado a su cuarta edición y está impulsada por la Asociación Vida Sana y la Fundación Triodos. En el caso de Olba, se galardonó a su iniciativa en la que el huerto es el eje central del proyecto de innovación que llevan a cabo y que fomenta una escuela abierta, sin paredes, donde los menores aprenden de forma práctica a cuidar su entorno y su alimentación, adquiriendo herramientas para crear su futuro diseñando empresas respetuosas, ecológicas, sostenibles y locales.
Desde la escuela de Olba fueron 37 personas, entre niños, niñas, padres, madres y profesoras a recoger el premio.
Estuvieron en una mesa redonda, junto con los otros premiados, respondiendo a preguntas sobre su proyecto, en el que participa toda la Comunidad Educativa Marina y haciendo hincapié en esa participación de la comunidad y donde el huerto es la principal herramienta para explicar todas las materias del programa curricular, con especial atención al entorno y abriendo la escuela al exterior.
Después compartieron con los otros premiados y gente que estuvo en el acto de entrega un piscolabis que hubo al terminar.
Para la valoración y selección de los finalistas y premiados -entre un total de 148 proyectos presentados- se contó con organizaciones especializadas en agricultura ecológica, educación y sector social: la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Naturaleza Terapéutica, Asprodes, Asociación Vida Sana y Fundación Triodos.
“En esta edición, destacamos el gran número de iniciativas que surgen desde el entorno rural fomentando el emprendimiento y el desarrollo de estas zonas”, declaró Montse Escutia, coordinadora del departamento técnico y actividades formativas de la Asociación Vida Sana.
Los ganadores del primer premio recibieron un galardón de autor y una dotación económica de 1.000 euros para destinarla al proyecto presentado.
“Todos nos felicitamos de que el huerto ecológico ya no solo esté en los colegios, sino también en centros terapéuticos, prisiones, hospitales... Este es un éxito para todos nosotros y para la sociedad”, señaló el director de Fundación Triodos, Ricardo Colmenares.
Por su parte, el presidente de la fundación, Mikel García-Prieto, subrayó: “Una economía al servicio de las personas y de un futuro común digno para nosotros y para nuestros hijos y nietos es la economía por la que estamos trabajando. Es importante recuperar conceptos válidos como ‘valor’, ‘precio’… No siempre significan lo mismo. El huerto nos ayuda a recuperar estos conceptos y su verdadero significado”.
Ángeles Parra, representando a Vida Sana, animó a todos “para que siga creciendo el movimiento ‘bio’, un movimiento que tiene un gran futuro por delante. El futuro tiene que ser sí o sí ecológico. Estos premios son transversales porque no solo se sustentan en la idea de crear alimentos saludables, sino que ayudan a crear una sociedad más justa” y añadió que era “muy bonito que los productos del huerto cierren el círculo y pasen a convertirse en alimentos de los comedores de los propios colegios”.
La ponencia El huerto, oportunidad para transformar nuestra mirada al mundo, de Jorge de Dios Sáez, director de Salarca, les adentró en la creación del huerto como integrador para personas en riesgo de exclusión por diferentes razones.