La DGA pide cautela en la fase 3 y anuncia que solicitará la movilidad interprovincial
Espera que la Comunidad camine "sin sobresaltos"Aragón entrará desde el próximo lunes en la fase 3 de desescadalada en las medidas de confinamiento por el coronavirus y pedirá a Madrid la movilidad entre las tres provincias, cumpliéndose así la estrategia del Gobierno autonómico, que ha apelado a la cautela para que la Comunidad camine "sin sobresaltos" hacia un escenario de nueva normalidad.
Así lo ha indicado en una rueda de prensa el comisionado para la Despoblación, Javier Allué, quien ha comparecido junto al director general de Salud Pública, Francisco Falo, y ambos han mostrado la satisfacción del Gobierno por este nuevo paso hacia la nueva normalidad mediante el cumplimiento "solvente" de todos los indicadores y exigencias sanitarias.
De esta forma, desde el lunes se aplicarán las medidas de la fase 3 que se recogerán en una orden ya aprobada por el Consejo de Ministros pero que debe publicarse en el Boletín Oficial del Estado, y será entones cuando se conozca en detalle el escenario administrativo para afrontar esas medidas y las capacidades que tendrás las comunidad a la hora de tomar determinadas decisiones.
"Sobre ese particular, actuaremos en consecuencia", ha dicho Allúe, quien ha recordado que el presidente, Javier Lambán, ya manifestó que se solicitará la movilidad interprovincial o la extensión de limitaciones de aforos en la hostelería -del 50 % a dos tercios- y que, en todo caso, el Gobierno de Aragón seguirá apostado por la prudencia y apurará los plazos de esta fase antes de saltar a la nueva normalidad.
En cuanto a la movilidad entre comunidades, Allué ha destacado que esa opción la podrán solicitar los presidentes de las comunidades pero ya en escenario de normalidad, a partir del 21 de junio.
Falo, por su parte, ha resaltado que el cambio de fase implica que Aragón va "mejor", tanto en la evolución de los casos de coronavirus, con una tendencia a la baja las dos últimas semanas, como en la capacidad asistencial para responder a las posibles contingencias o brotes que se puedan producir.
Eso sí, ha incidido en que "esto no se ha acabado", en que la situación sigue siendo "inestable" y en que el Gobierno de Aragón, respecto a la entrada en la nueva normalidad, es partidario de la cautela, de "no quemar fases antes de tiempo", apurando las posibilidades de la orden ministerial, y de evaluar los efectos que tienen las distintas medidas de reactivación económica y social en el impacto de la enfermedad.
Por tanto, ha dicho, es fundamental que el sistema sanitario tenga capacidad de diagnóstico rápido de casos y de los contactos para adoptar las medidas necesarias, con los sistemas de vigilancia y Atención Primaria, y también de repuesta, en el caso de las cosas "no fueran bien", pero también mantener las recomendaciones de distanciamiento social, protección e higiene.
Allué ha agradecido a la sociedad aragonesa su comportamiento ejemplar, que ha pedido que mantengan, así como a todos los trabajadores de la Sanidad que han estado en primera línea de fuego y a los funcionarios y técnicos del Departamento de Sanidad para que la comunidad pueda afrontar los cambios de fase.