“La despoblación resta dinamismo al crecimiento económico de la provincia”
El catedrático Marcos Sanso aboga por el desarrollo del sector servicios y de las exportaciones en la presentación del Informe Económico de 2017La pérdida de habitantes, cifrada en 1.400 personas en 2017, y sobre todo la de población activa, que se elevó a 2.000, condiciona el crecimiento económico de la provincia de Teruel. La “esperanza” que queda para revertir esta situación está en el desarrollo de aquellos sectores que cuentan con una mayor productividad y rentabilidad, como los servicios y en particular el turismo, y en el incremento de las exportaciones, sobre todo agroalimentarias.
Así lo expuso el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza durante la presentación este jueves en Teruel del Informe Económico de Aragón 2017 elaborado por Ibercaja, la Fundación Basilio Paraíso y las Cámaras de Comercio.
El secretario de la Cámara de Teruel, Santiago Ligros, aseguró que este informe ofrece un diagnóstico de la situación económica y empresarial de Teruel, que puede usarse en un futuro para la toma de decisiones empresariales. El director provincial de Ibercaja, Jesús Beamonte, precisó que esta es la primera vez que el estudio incluye datos desagregados para la provincia.
Marcos Sanso aseguró que 2017 fue “un año excelente” para Aragón, que fue la Comunidad Autónoma que registró un mayor crecimiento del PIB (un 3,6% frente al 3,1% de la media nacional) y pasó de ser la quinta a la tercera región con menor tasa de paro (11,65%), tan solo por detrás de País Vasco y Navarra. Además, aumentó la rentabilidad media de las empresas por encima del 3%, la productividad del trabajo se situó en niveles de antes de la crisis, y se marcó un récord en las exportaciones con un aumento del 4,34% hasta los 12.019 millones y hubo superávit en la balanza comercial.
En el lado negativo, Sanso indicó que hubo poco dinamismo en cuanto a la renta disponible con respecto al resto de España, que el precio de la vivienda continuó bajando, que la rentabilidad fue negativa en la construcción y las actividades inmobiliarias y que hay pocos sectores con un perfil de productividad compatible con el crecimiento de los salarios en términos reales. También lamentó el alto endeudamiento del Gobierno de Aragón y del Ayuntamiento de Zaragoza.
El catedrático de Análisis Económico indicó que 2018 “no va a ser tan bueno” por el “oscurecimiento” del contexto internacional debido en buena medida a las iniciativas de Donald Trump. “El crecimiento económico se ha ralentizado en Europa, que es nuestro principal mercado”, apostilló.
A pesar de ello, añadió, la importación de bienes de equipo crece a buen ritmo, sobre todo en los sectores de las energías renovables y la automoción; la tasa de paro continúa bajando y se sitúa en un 9,97% y tan solo es menor en Navarra (9,93%); el precio de la vivienda empieza a aumentar tras dos años de caídas y crece el comercio al por menor.
Por eso, consideró que aunque el crecimiento del PIB descienda estará cercano al 3% y Aragón continuará a la cabeza.
La situación de Teruel
Marcos Sanso indicó que Teruel no se ha beneficiado en la misma medida que el resto de provincias aragonesas del buen clima de 2017. El número de habitantes descendió en 1.400 personas y la población activa en 2.000, mientras que el paro lo hizo en 1.100, “lo que demuestra que la creación de empleo no se corresponde con la caída del desempleo, sino que responde también al envejecimiento de la población y al éxodo”, comentó.
El número de ocupados cayó en 900 personas dado que solo creció en 500 en el sector servicios mientras que tanto la agricultura como la construcción perdieron esa misma cifra y la industria, 400.
La tasa de actividad en la provincia de Teruel se situó en el 48,67% frente al 51,75% de la media aragonesa; la de empleo en el 55,39% (58,57%) y la de paro en el 12,15% (11,65%), al tiempo que la población descendió en 1.415 personas.
Destacó que la provincia cuenta con 3.152 viviendas nuevas sin vender, el 2,74% del parque frente al 1,86% del conjunto de España.
Por el contrario, creció el comercio exterior, que logró un superávit de 38 millones de euros; aumentó la rentabilidad de las empresas hasta un 3,17% (dato de 2016) y se elevó también su productividad, aunque ambos valores continúan por debajo de la media aragonesa.
La mayor rentabilidad se dio, entre otros sectores, en la madera y la fabricación de muebles y la industria química y farmacéutica, que son también algunos de los más productivos junto a la agricultura y la ganadería.
Previsiones
Marcos Sanso dijo que la pérdida de población activa “lastra” el crecimiento económico pero que hay sectores en los que se están haciendo bien las cosas y que habría que potenciar. “La esperanza está en ellos”, afirmó.
“La actividad en los sectores más rentables y productivos tiene un efecto difusor sobre los demás y sobre la economía en su conjunto. Por eso, es importante identificarlos y que continúen creciendo”, argumentó.
Dado que en 2017 solo se creó empleo en el sector servicios, consideró que “ese es el clavo ardiendo al que hay que agarrarse”, por ejemplo con la promoción del turismo extranjero. Del mismo modo, señaló que el sector exterior es “muy importante” porque beneficia a la industria y al sector agroalimentario.
Sanso concluyó que aunque la despoblación resta dinamismo al crecimiento económico hay estudios que sugieren que no importa tanto el número de habitantes como los ratios económicos sobre el número de ellos.