La despoblación afecta ya a las ciudades de las provincias con crisis demográfica
Una investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona alerta de la “descapitalización educativa”El fenómeno de la despoblación de la España interior, lejos de llevar camino de empezar a revertir, se está extendiendo ya a las ciudades medianas y pequeñas del interior y norte de España, según advierte en una investigación el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Esto está suponiendo una “descapitalización educativa” al tener que marcharse los jóvenes una vez formados, para desarrollarse profesionalmente en grandes núcleos de población como Madrid o Barcelona.
El estudio, que dio a conocer la UAB, señala que las ciudades pequeñas de la España vaciada se están empezando a enfrentar a una “segunda oleada de despoblación” después de la sufrida por los municipios rurales en primer lugar.
“La despoblación ya no es un fenómeno exclusivo del medio rural, sino que se extiende a los ámbitos urbanos de las comunidades autónomas secularmente expulsoras”, señalan los autores del artículo de investigación Descapitalización educativa y segunda oleada de despoblación, que firman Miguel González-Leonardo, Antonio López-Gay y Joaquín Recaño, del Centro de Estudios Demográficos y el Departamento de Geografía de la UAB.
La investigación acaba de aparecer publicada en la revista científica Perspectivas demográficas, que edita este centro de estudios, y en la que los autores analizan los movimientos migratorios de la población de 25 a 39 años nacida en España y que ha traspasado algún límite autonómico entre los años 2013 y 2017. Para ello tiene en cuenta los flujos interregionales, el nivel educativo de estos intercambios y el balance migratorio según el ámbito territorial, ya sea urbano o rural.
La conclusión a la que han llegado es que el fenómeno de la despoblación no es exclusivo ya del medio rural, cuyo mayor problema ahora es el envejecimiento y la falta de reposición de habitantes jóvenes al haber emigrado a las ciudades. El nuevo problema que ha surgido es que la tendencia de los jóvenes que se han formado en las pequeñas ciudades de estos territorios afectados por la crisis demográfica, es emigrar a su vez a otros núcleos de población mayores en donde poder desarrollarse profesionalmente por la alta cualificación que han adquirido.
Según el estudio realizado por el Centro de Estudios Demográficos de la UAB, entre 2013 y 2017, más de 776.000 jóvenes de toda España con edades comprendidas entre los 25 y los 39 años emigraron de su comunidad autónoma de residencia, lo que supone una cifra de 155.269 al año. De esos, el 80,7% fue a otras regiones y el resto al exterior. Advierten los demógrafos que estos intercambios de población están produciendo un nuevo desequilibrio, más allá del que ha habido entre el medio rural y el urbano, puesto que ahora se está produciendo ese éxodo desde las ciudades pequeñas y medias a los grandes núcleos de población.
“Los desequilibrios territoriales entre comunidades autónomas españolas se traducen en la emigración de titulados universitarios de algunas regiones y en la concentración del capital humano cualificado en otras”, señala la investigación. Esto quiere decir que además de emigrar, quienes primero lo hacen son los más cualificados, una dinámica a la que se refieren como “descapitalización educativa”, ya que se han formado en el territorio pero luego ponen su conocimiento a disposición de los grandes núcleos de población.
Recalca en este sentido el estudio que “al panorama migratorio deficitario, hay que añadir el elevado nivel de cualificación de los emigrantes: el 53,8% de los jóvenes que se marchan tienen estudios universitarios y solamente el 36,7% de los que llegan desde otras partes de España”, con lo cual se produce un saldo negativo y deficitario.
Conclusiones
En las conclusiones, los autores constatan de un grave riesgo que va más allá de la despoblación rural en las provincias del interior, puesto que afecta ya también a sus ciudades pequeñas y medias. Además, alertan de que “los resultados ponen de relieve una marcada y creciente polarización del territorio español, con fuertes procesos de descapitalización educativa en las regiones emisoras, donde la despoblación ya no es un proceso exclusivo del medio rural, sino que se extiende a los ámbitos urbanos”.
Al mismo tiempo constata que “se producen dinámicas de acumulación”, principalmente en Madrid, debido a la globalización. Recalcan los investigadores que este proceso es consecuencia de que estas urbes pequeñas o intermedias “han quedado al margen de grandes inversiones de capital, tanto nacional como internacional, y no han sido capaces de crear una economía basada en nuevas tecnologías aprovechando el capital humano endógeno”. Además, inciden en la escasa industrialización y la obsolescencia de su tejido productivo, junto a un importante déficit de actividades de alto valor añadido.