La criminalidad creció un 21,5 % de forma general en la provincia de Teruel durante el año pasado
Aumentan los delitos de robo con fuerza, lesiones y violacionesLa criminalidad en la provincia de Teruel creció un 21,5 % de forma general en todos los tipos penales durante el año pasado, con especial incidencia en el caso de los robos con fuerza, las violaciones y las lesiones. El aumento de la criminalidad convencional fue del 24,2 %, mientras que la cometida a través de medios cibernéticos lo hizo en un 13,9 %, según el último Balance de Criminalidad hecho público por el Ministerio del Interior que recoge los datos de las infracciones penales de todo el ejercicio 2022. En el conjunto de la provincia se cometieron 3.583 infracciones penales, de las cuales casi un 23,8 % fueron ciberdelitos.
En términos porcentuales fueron las violaciones las que más crecieron al hacerlo en un 300 %, si bien el conjunto de delitos contra la libertad sexual descendió un 13,8 % al disminuir otros tipos penales de esta clase al pasar de 29 a 25.
Si en 2021 se cometió una única violación (agresión sexual con penetración), el año pasado hubo cuatro, lo que arroja ese aumento del 300 %. Las violaciones aumentaron también un 33,9 % en el conjunto del país, mientras que en Aragón lo hicieron en un 17 %.
Los otros delitos que crecen de forma considerable en términos porcentuales son los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que lo hicieron en un 122,4 % al pasar de los 116 en 2021 a los 258 el año pasado. Con respecto a 2019, último año previo a la pandemia, ese crecimiento ha sido del 70,9 %.
Dentro de esta modalidad, los más habituales fueron los robos con fuerza en domicilios, ya que prácticamente cuatro de cada cinco fueron de este tipo. Esta incidencia se debe al elevado número de segundas residencias que hay en el medio rural, en las que los ladrones entran aprovechándose de lo poco habitados que están la mayoría de los pueblos.
Del total de los 258 robos con fuerza cometidos, el 76,7 % se realizó en viviendas. Además, la incidencia fue mayoritaria en las zonas rurales, puesto que en la capital solo se registró el 15,1 % del total de estos robos en la provincia, y el 14,6 % de los que tuvieron lugar en domicilios.
Los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria también tuvieron un repunte importante al crecer un 39,1 %, puesto que pasaron de 46 en el año 2021 a 64 durante el ejercicio pasado. Si se compara el dato con 2019, el año anterior a la pandemia, se aprecia también un aumento considerable del 106,5 % en este tipo de delitos, puesto que en ese ejercicio solo hubo 31. El año pasado también se registró un homicidio doloso o asesinato consumado, cuando no hubo ninguno el ejercicio anterior, y tres homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa frente a los cinco del ejercicio anterior.
Por otra parte, los robos con violencia e intimidación crecieron un 12,5 % al pasar de 16 a 18, mientras que los hurtos aumentaron un 14,1 % (pasaron de 362 a 413), y las sustracciones de vehículos también aumentaron otro 28,6 % al pasar de 14 a 18. El resto de la criminalidad, fuera de estos tipos penales y sin tener en cuenta la ciberdelincuencia, aumentó un 20,6 %.
Ciberdelincuencia
En total, durante el año pasado se registraron 3.583 delitos en la provincia, de los cuales 2.729 correspondieron a la criminalidad convencional y el resto a la realizada por medios cibernéticos. Esta última clase de delitos supusieron casi uno de cada cuatro, puesto que fueron el 23,8 % del total.
Los delitos cometidos por medios cibernéticos ascendieron a 854, un 13,9 % más que en 2021 y un 188,5 % más que en 2019, antes de la pandemia. Dentro de esta clase de delitos, las estafas informáticas crecieron un 21,3 % al pasar de 639 a 775, si bien el aumento se disparó al 196,9 % si se compara con los datos del último año antes de la pandemia. Los otros tipos de ciberdelitos disminuyeron en cambio un 28,8 % al pasar de 111 a 79.