La ciudad de Teruel y Cella vuelven este jueves a la fase 2 por la alta incidencia en contagios de coronavirus
El Gobierno de Aragón publicará este miércoles la orden que detallará las medidas, que no incluyen confinamientoLa capital turolense y Cella, en la provincia y Épila, en Zaragoza, retrocederán a fase 2 por el aumento de casos de coronavirus en los últimos días, tras la publicación hoy de la orden que recoge las medidas. Mientras que el de Ejea de los Caballeros regresará a la nueva normalidad. Huesca y La Almunia se mantienen en fase 2 en la que están desde el 8 de octubre.
El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, anunció ayer por la tarde estas nuevas medidas en una rueda de prensa en la que explicó que se había adoptado esta decisión “tras la revisión de los datos epidemiológicos de los últimos días”. El cambio entrará en vigor a partir de las 00.00 horas del día siguiente a su publicación a través de sendas órdenes en el Boletín Oficial de Aragón, prevista para hoy, es decir, desde esta medianoche.
Sobre los municipios que ingresan en fase 2, Falo apuntó que todos han tenido incrementos de incidencia, que “han sido rápidos, con un cambio de tendencia acusado y relacionado con una presentación de trasmisión comunitaria”, no por agrupación de brotes.
El director general detalló que la ciudad de Teruel ha pasado de los 156 casos por 100.000 habitantes que tenía la semana del 28 de septiembre al 4 de octubre a los 501 casos por 100.000 de la pasada, “multiplicado por más de tres la incidencia”, como también ha ocurrido en el municipio turolense de Cella, que ha pasado de 494 a 1.508 por 100.000 habitante en el mismo periodo.
El epidemiólogo incidió en que estas dos poblaciones “probablemente, posean aspectos comunes” y “están compartiendo cadenas de transmisión” ya que se encuentran muy próximas geográficamente y existe “mucha movilidad entre ellas”, por lo que argumentó que era necesario adoptar medidas conjuntas.
En el caso del municipio zaragozano de Épila, la incidencia en el periodo señalado ha pasado de 285 a 492 casos por 100.000 habitantes, de forma que “casi se ha multiplicado por dos” y es una localidad “próxima a la Almunia”, en fase 2 desde la semana pasada y que “mantiene incidencias muy altas”, de 740 casos por 100.000, dijo el director general.
Por su parte, la ciudad de Huesca sigue en fase dos, con 419 casos por 100.000 habitantes, lo que supone que “ha crecido un poco sobre la semana pasada”, indicó el director general.
Las respectivas órdenes estarán en vigor hasta la fecha en que la autoridad sanitaria, tras valorar la situación epidemiológica en su ámbito territorial de aplicación, decida la innecesariedad del mantenimiento de las medidas.
Las principales medidas que incluye la fase 2 son un aforo del 50% en el exterior e interior de los establecimientos de hostelería y restauración, que no pueden ofrecer servicio de barra, y la apertura hasta las 24.00 horas. Está prohibido el botellón.
El aforo es del 50% en lugares de culto, del 30% en las zonas comunes de centros y parques comerciales y dentro de cada establecimiento, del 40%, mientras que es del 75% para el comercio minorista.
Las reuniones sociales no pueden superar el número de diez personas, salvo en el caso de convivientes, tanto en espacios de carácter público, como privado.
El aforo máximo en los velatorios es de 50 personas en espacios al aire libre o de 25 personas en espacios cerrados, sean o no convivientes. Las ceremonias nupciales tienen un aforo del 50%, con un máximo de cien personas en espacios al aire libre y de 50 personas en espacios cerrados.
En actos y espectáculos culturales el aforo es de un tercio, y en el transporte público hay aforos limitados si bien en Teruel no hay previsto cambios. No hay restricciones a la movilidad.
El director general de Salud Pública explicó que las localidades que están en fase 2 en Aragón poseen trasmisión comunitaria de la Covid-19 “pura y dura”, que se da “en los entornos familiares y de relación social” y esa aparición de los casos de manera dispersa, “es un elemento cualitativo a la hora de adoptar este tipo de medidas”.
Asimismo, Falo comentó que, según evolucione la situación, se irán “endureciendo medidas en los lugares donde puedan tener efecto”, actuando con “prevención y proporción”. Respecto a los confinamientos perimetrales, Falo apuntó que es una “herramienta más” para las administraciones sanitarias, que puede permitir “que unas situación de trasmisión no se extienda más allá de esos límites” y “a localidades circundantes”.
No obstante, reconoció que “en Aragón hoy por hoy es una alternativa complicada desde el punto de vista jurídico”, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) decidiera el sábado pasado no autorizarlo en La Almunia.
El responsable de Salud Púbica comentó que los confinamientos perimetrales que ha habido en septiembre en la localidad turolense de Andorra y en la zaragozana de Ejea de los Caballeros han dado “resultados” ya que el nivel de incidencia de la Covid-19 está allí ahora por debajo de la media de Aragón. Falo agregó que los servicios jurídicos del Gobierno de Aragón “están trabajando en cómo plantear alternativas a las resoluciones judiciales”. Precisamente, Ejea vuelve a la nueva normalidad.
Respecto la ciudad de Zaragoza (en fase 2 flexibilizada del 8 al 14 de octubre por el Pilar), el director general de Salud Pública aseguró que “la población, con carácter general, ha respondido con mucho sentido de la responsabilidad”. “Ya veremos en los próximos días como evoluciona la curva en Zaragoza”, añadió.
Si es necesario habrá traslados del Polanco a otros hospitales
El director general de Asistencia Sanitaria del Gobierno de Aragón, José María Abad, reconoció ayer que el Hospital Obispo Polanco de Teruel, “como todos los de menos tamaño” tiene menor elasticidad para poder ampliar en camas UCI y puede haber más problemas de personal por las dificultades para cubrir todas las plazas pero insistió en que si es necesario se harán traslados a otros hospitales de la red del Servicio Aragonés de Salud.
Abad recordó que todas las camas de cuidados intensivos de Aragón funcionan como una única UCI y si las camas del centro sanitario turolense se llenan se llevará a los pacientes que lo necesiten a otro hospital.
El director general recordó que hay unos planes de contingencia y que si es necesario se ampliarán las plazas de UCI, “donde sea más factible y donde haya profesionales que puedan hacerse cargo de esas ampliaciones”. Aunque insistió que por el momento no es necesario.