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La ciudad de Teruel registra el índice de precipitaciones más bajo de toda España con solo 5 litros en 3 meses La ciudad de Teruel registra el índice de precipitaciones más bajo de toda España con solo 5 litros en 3 meses
El parque de Las Arcillas de la ciudad de Teruel, con la fuente del Calvario recién restaurada

La ciudad de Teruel registra el índice de precipitaciones más bajo de toda España con solo 5 litros en 3 meses

Habitualmente entre enero y marzo la capital turolense registra 55 litros de lluvia
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El Observatorio de Teruel de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha registrado 5 litros de lluvia en el primer trimestre del año, un 9 % de los 55 considerados normales. El Índice Estandarizado de Precipitación (SPI), que caracteriza las sequías meteorológicas de un lugar mediante la cuantificación del déficit de precipitación en diferentes períodos de tiempo, sitúa el entorno de la ciudad como el territorio más seco de todo el país en los tres últimos meses.

El pluviómetro del Observatorio de Teruel registró 1 litro de agua por metro cuadrado tanto en enero como en febrero y 3 litros en marzo cuando la precipitación mensual media, según los valores climatológicos que la Aemet considera normales, es de 19, 15 y 21 litros, respectivamente. La cantidad se eleva en abril hasta los 39 litros, pero según las predicciones meteorológicas no lloverá al menos en lo que resta de semana.

De esta forma, Teruel figura “a la cabeza” del mapa de la sequía en España, explicó el delegado territorial de la Aemet en Aragón, Rafael Requena. “El entorno del Observatorio de Teruel es el único territorio español que aparece en color morado, que en la escala representa dónde ha llovido menos en relación a lo normal”, añadió. “Todo el país está fatal, pero sin duda la provincia más seca de este invierno ha sido Teruel”, sentenció.

Requena recordó que, según el SPI, Teruel era la provincia aragonesa menos seca en la escala a 1 y 2 años, pero que ha pasado a ser la más seca en la relativa a 3 meses. “Hasta finales de 2022, Teruel se mantenía dentro de la normalidad y era el norte de Aragón, con la provincia de Huesca, la que presentaba los peores datos de precipitación. Sin embargo, en enero se cerró el grifo de manera radical”, explicó.

Los datos corroboran que el invierno ha sido muy seco en la provincia de Teruel, pero tampoco el inicio de la primavera ha traído consigo las ansiadas lluvias. La escasez de precipitaciones ya está provocando daños en las producciones de cereal de invierno en la práctica totalidad del territorio. Aunque las condiciones para la siembra y la nascencia fueron óptimas, ahora las plantas necesitan agua con urgencia para desarrollarse.

Este jueves, un pasillo de vientos fríos y húmedos formado por altas presiones atlánticas y una borrasca en latitudes altas, nombrado Noa por el Servicio Meteorológico de Francia, propiciará un “cambio transitorio” en el tiempo con bajón térmico, temporal marítimo en el norte y este del país y lluvias en el norte. “Pero este frente no dejará nada en Teruel”, puntualizó Requena.

A partir del viernes, se impondrán las altas presiones, aunque un nuevo frente, poco activo y asociado a otra borrasca atlántica, barrerá el norte peninsular con lluvias débiles.

A la falta de precipitaciones se ha unido en la última semana las altas temperaturas. De esta manera, el Observatorio de Teruel registró este martes 11 de abril una temperatura máxima de 28,2 grados a las 16:50 horas, solo superada en la Comunidad Autónoma por la localidad zaragozana de La Almunia de Doña Godina, donde los termómetros marcaban 28,5 grados a la misma hora.

“Las temperaturas máximas están disparadas y aunque todavía se producen algunas heladas (la última en la ciudad de Teruel fue de 4 grados bajo cero el miércoles 5 de abril), esto da lugar a oscilaciones térmicas brutales”, comentó Requena.

La alcaldesa afirma que no se esperan restricciones

La ciudad de Teruel no tiene de momento problemas de sequía. “Teruel es por fortuna uno de los sitios de España que mejor está en cuanto a reservas hídricas”, se felicitó ayer la alcaldesa, Emma Buj, que no obstante hizo un llamamiento a la responsabilidad. Apuntó que el 70% de agua acumulada en el embalse del Arquillo es “reserva de agua para dos años”, pero eso no quita que se vayan haciendo diferentes acciones.

“Tenemos en marcha varios proyectos para hacer sondeos de investigación en acuíferos que, si son favorables, serán de explotación, porque hay que recordar que en 2018 hubo un episodio de sequía muy importante y eso hizo que la ciudad trabajara en un plan A, un plan B y también un plan C”, explicó.

Estos proyectos se harán en un paraje próximo a Valdecebro y al puerto de Escandón para poder captar agua procedente de la Sierra de Gúdar-Javalambre en vez de la Sierra de Albarracín, como ocurre ahora. Su explotación sería más cara pero es necesario tener alternativas para los próximos años porque los periodos de sequía son cada vez más frecuentes.

Buj pidió a los turolenses que hagan un consumo responsable del agua, como hace el Ayuntamiento. La colocación de pulsadores en las fuentes ha permitido ahorrar 7 millones de litros de agua al año.