La capital echa la moviola para reencontrarse con el Teruel de 1929 que quería progresar
El 90 aniversario del Viaducto de Fernando Hué incide en la importancia de las infraestructurasTeruel puso en marcha este sábado la moviola para retroceder a 1929, cuando se inauguró el Viaducto de Fernando Hué, una infraestructura viaria pionera en su época y que supuso la expansión definitiva del casco urbano hacia el Ensanche y el crecimiento de la ciudad. Fue una obra que en su día fue vista como “símbolo de progreso”, y así se reivindicó también en un momento en el que la provincia demanda más infraestructuras para su desarrollo.
Una recreación de época conmemoró el 90 aniversario de la inauguración del Viaducto, el 29 de octubre de 1929, siguiendo paso a paso los acontecimientos que tuvieron lugar aquel día. La iniciativa conjunta del Ayuntamiento de Teruel y de la Fundación Bodas de Isabel contó con la implicación de los descendientes de Fernando Hué, el ingeniero de Caminos que fue autor del proyecto y con la participación de la banda de música Santa Cecilia y de la agrupación artística Amigos de la Jota.
Cinco nietos y 4 bisnietos del autor del proyecto del Viaducto participaron en los actos, y uno de ellos, Fernando Hué, interpretó a su abuelo vestido con el uniforme de ingeniero de Caminos. Aseguró que había sido un “honor” hacerlo y recordó cómo Teruel y su Viaducto habían formado parte de la familia durante estas nueve décadas que han pasado desde que entró en servicio este puente.
Alrededor de cuarenta personas ataviadas con trajes de aquella época, en su mayoría mujeres, participaron en la recreación, que siguió paso a paso los actos e intervenciones que tuvieron lugar aquel 29 de octubre de 1919. La comitiva, acompañada por concejales del equipo de gobierno municipal actual, partió a las 12 del mediodía desde el Ayuntamiento de Teruel y recorrió la plaza del Torico y la calle y la plaza San Juan hasta llegar al Viaducto, en medio de la expectación del público que había en las calles; algunos sorprendidos por el anacronismo que estaban viendo y que preguntaban de qué fiesta se trataba, y otros expectantes y curiosos al haberse anunciado con antelación esta conmemoración.
En el Viaducto se hicieron dos cortes de cinta, primero del lado del Ensanche y después del Centro Histórico, para finalizar los actos en la Glorieta con un baile de época a cargo de la banda de música Santa Cecilia.
Antes del primer corte de cinta se hizo la recreación de las intervenciones que en su día realizaron el propio Fernando Hué, el alcalde de la ciudad en aquel entonces, Manuel García Delgado, y el gobernador civil, José Mohíno, además del deán de la Catedral, Antonio Buj.
Tras el primer corte de cinta se quemó una traca y los Amigos de la Jota interpretaron un tema compuesto especialmente para la ocasión, en la que se destacó el Viaducto como una “obra grande y atrevida”, encargada a Fernando Hué para “ensanchar Teruel”, según la letra de la canción.
La actual alcaldesa de Teruel, Emma Buj, también intervino, aunque no vestida de época, para recordar la importancia que para el desarrollo de la ciudad ha tenido esta infraestructura, y la necesidad de que sigan haciéndose actuaciones de este tipo para su impulso y crecimiento.
En este sentido, Buj dijo que el Viaducto de Fernando Hué “es todo un símbolo” porque fue en su época una obra pionera de una ingeniería excepcional, además de reivindicar la riqueza del patrimonio que tiene la ciudad. Aseguró a este respecto que el mismo debe servir para que los turolenses se sientan “orgullosos de lo que somos para poder creer también en lo que podemos ser”.
Tras recordar que esta infraestructura cambió la configuración física de la ciudad, así como su historia, puesto que hoy día más del 60% de la población vive al otro lado del Viaducto, Buj reivindicó la necesidad de seguir trabajando por la llegada de nuevas infraestructuras que contribuyan al desarrollo de Teruel.
Aseguró que al igual que a finales del siglo pasado se hablaba de la autovía y hoy está asumida por todos, en el momento actual hay que seguir trabajando por el mismo corredor que va del norte al Levante por Teruel pero por ferrocarril. “Algún día también, más pronto que tarde, llegará ese ansiado ferrocarril, porque las infraestructuras son importantes para la ciudad”, manifestó la alcaldesa, recalcando que el Viaducto era una “seña de identidad” de la ciudad que pone de manifiesto que “desde Teruel se pueden hacer grandes cosas, se han hecho en el pasado, se están haciendo ahora y se harán en el futuro”.
Fernando Hué, interpretando a su abuelo, reprodujo las mismas palabras que pronunció en la inauguración del puente y que fueron recogidas en el libro del periodista Carlos Hernández El Viaducto, un coloso de cemento y Fernando Hué.
En aquella ocasión, como se pudo escuchar de nuevo, el ingeniero dijo que esta infraestructura debía ser un “estímulo y acicate” para el “engrandecimiento de Teruel”, y que había sido posible gracias al apoyo recibido por parte de la Dirección General de Obras Públicas.
En definitiva, las infraestructuras al servicio del progreso y el desarrollo social, algo que hoy día sigue siendo vigente y es preciso recordar a la Administración central.
Apoyo aún necesario
Los descendientes del ingeniero Fernando Hué, autor del proyecto y quien consiguió convencer a Madrid de la necesidad del Viaducto Viejo, consideraron que hoy día sigue habiendo en Teruel gente con visión de futuro y lo que necesita es el apoyo como lo tuvo su antepasado.
En total acudieron cinco nietos de Hué, Fernando, el mayor, que interpretó a su abuelo, así como Mari Carmen, Carlos y María José, que se vistieron también de época y formaron parte de la comitiva que recreó la inauguración de hace 90 años. Rafael, nieto también, asistió pero sin vestirse de época, lo mismo que cuatro bisnietos.
La mayor de las bisnietas, Mari Carmen Andrés, aseguró que la familia tiene una “conexión emocional” con el Viaducto y con Teruel, ciudad en la que aseguró que “sigue habiendo gente con una mentalidad progresista y con ideas, lo que se necesita es que haya apoyo económico, que es el problema que tenemos ahora mismo”, y que es lo que su bisabuelo consiguió.
Uno de los nietos, Carlos Hué, dijo que había vivido la recreación con “mucha ilusión” e incidió en el amor que la familia tiene a Teruel.