La calle Cuevas del Siete de Teruel sigue cortada diez meses después del desprendimiento
Los vecinos, preocupados porque las grietas son más profundas y porque falta protecciónMás de diez meses después de que se derrumbara el talud de la calle Cuevas del Siete, la vía continúa cortada al tráfico y las grietas del pavimento son cada vez más pronunciadas. Los vecinos están hartos de esta situación y lamentan que en todo este tiempo no se haya dado una solución. Por su parte, desde el Ayuntamiento indicaron que el proyecto para la ejecución de las obras está pendiente de pasar por la Comisión Provincial de Patrimonio para poder sacarlo a licitación.
Uno de los vecinos de la calle, Pedro José García, criticó también la falta de protección de la zona, porque las luces de balizamiento que se instalaron en las vallas que delimitan la zona afectada ya no funcionan y al inicio de la calle tampoco está indicado el corte de la vía, por lo que algún coche se ha metido hasta la misma valla.
También mostró su preocupación porque parte del pavimento está en voladizo, sin terreno que lo sostenga por debajo. Además, indicó que se hicieron trabajos de prospección y no se volvió a reponer la fila de ladrillos que se había colocado para desviar el agua en caso de lluvia y que no cayera sobre el talud.
El concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado (PP), explicó que una vez que el proyecto reciba el visto bueno de Patrimonio se licitarán las obras que consistirán en estabilizar la ladera con pivotes, reconstruir la acera y colocar vallas de seguridad. Por su parte, los propietarios de los solares colindantes tendrán que construir un muro de obra siguiendo la ordenanza correspondiente. Indicó además que los técnicos municipales hacen visitas periódicas para comprobar el estado de la calle.
El suceso
Las intensas lluvias que cayeron sobre la ciudad el pasado 30 de mayo provocaron el hundimiento del talud de la calle Cuevas del Siete. El desprendimiento llegó al solar de abajo y a la calle Valparaíso. Pedro José García fue el vecino que avisó a la Policía Local tras oír un fuerte ruido y comprobar que se había derrumbado parte de la calle frente al portal del edificio donde vive y que está formado por cuatro viviendas.
Desde aquel día la calle permanece cortada al tráfico rodado y en espera de ser reparada.
