La Brigada Paracaidista certifica en Caudé el despliegue del grupo táctico de respuesta inmediata
De los 300 soldados que realizaron un salto nocturno, doce resultaron contusionados y siete necesitaron hospitalizaciónLa Brigada Paracaidista (Bripac), integrada en la División San Marcial del Ejército de Tierra, ha evaluado y certificado al grupo táctico de respuesta inmediata paracaidista en el ejercicio Listed Paratrooper 23, que incluyó el lanzamiento la noche del jueves de 300 saltadores en la zona de Caudé, de los que 12 resultaron lesionados y 7 tuvieron que ser hospitalizados en el Obispo Polanco por fracturas en los miembros inferiores o luxaciones de hombro.
El ejercicio Listed Paratrooper 23 es el más importante de los que realiza anualmente la Brigada Almogávares VI de Paracaidistas, más conocida como Brigada Paracaidista o Bripac, dado que pone a prueba su capacidad para el despliegue de su grupo táctico en el desarrollo de una operación de evacuación de no combatientes. En esta edición, participaron 500 personas de los acuartelamientos de Paracuellos del Jarama y Murcia, entre ellas los 300 saltadores.
El capitán Daniel Arrogante explicó este viernes que la Bripac eligió en esta ocasión la zona de lanzamiento de Caudé por ser una de las más grandes de la que disponen en territorio nacional, así como por la “predisposición” del personal de la zona y por la posibilidad de utilizar el Aeropuerto de Teruel para realizar el escalón de refuerzo con los aviones del Ejército del Aire.
Ejercicio
El ejercicio Listed Paratrooper comenzó el pasado domingo con la introducción de las órdenes de operaciones y la entrega de las misiones a las unidades que debían ejecutarlas. Al día siguiente, comenzó a llegar personal de la Bripac a la zona de Cella y de Caudé, incluido un centenar de paracaidistas que debían simular ser el enemigo o personal civil.
Arrogante indicó que en este ejercicio habían tratado de recrear “el escenario más demandante”, motivo por el que el salto de los 300 paracaidistas fue nocturno. “Saltamos una vez al mes pero rara vez realizamos saltos masivos en un ambiente nocturno”, comentó.
Hacerlo en ese horario presenta las dificultades añadidas de que, cuando se acerca a tierra, el paracaidista pierde la percepción de la profundidad y no sabe exactamente en qué momento va a tomar contacto con el suelo. Y el ejercicio que se lleva a cabo después es mucho más complicado porque tiene que reagruparse a oscuras con toda su unidad sin saber dónde ha caído, explicó el Sargento. También complica el lanzamiento el hecho de que Caudé no sea una zona propia de Defensa “con el terreno arado y blando”.
El capitán Daniel Arrogante explicó que 12 de los saltadores habían resultado lesionados al tocar suelo, de los que 7 fueron trasladados al Hospital Obispo Polanco de Teruel con diferentes lesiones, como fracturas en los miembros inferiores o luxaciones de hombro, de los que solo uno permanecía ingresado este viernes al mediodía. La previsión era que recibiera el alta este mismo viernes y que regresara a Paracuellos del Jarama con el resto. “En un lanzamiento de estas características, un 5 % de bajas es asumible”, advirtió.
En algunos casos, el peso al saltar llegó al límite de 160 kilogramos, que incluyen el del propio saltador, el del paracaídas principal y el de refuerzo, el casco y el fusil, entre otros elementos.
Lanzamiento
El lanzamiento paracaidista estaba previsto para la noche del miércoles, pero tuvo que retrasarse 24 horas debido a las condiciones meteorológicas adversas, en concreto, a que las rachas de viento superaban la velocidad a la que pueden saltar.
La Bripac cuenta con personal médico que también es paracaidista y que está instruido y adiestrado para ser desplegado. “Pueden estabilizar a los heridos en la zona con los medios que se han lanzado en las cargas de acompañamiento. Después, serían evacuados en los próximos escalones de refuerzo con los medios del Ejército del Aire”, contó.
Además, el viernes se atacaron y tomaron objetivos que simulaban el aeropuerto de otro país. Por este motivo, entraron en la pista dos rotaciones de aviones A-400 del Ejército del Aire con el escalón de refuerzo para reproducir la evacuación de personal herido durante la toma.
El grupo táctico de respuesta inmediata de la Bripac, que es la unidad de entrada inicial, está formado por alrededor de 400 paracaidistas. Esta año tuvo que intervenir en la evacuación de Sudán, donde no se realizaron saltos pero si el aterrizaje y desembarco en un aeródromo, recordó Arrogante.