La Audiencia de Teruel condena a un joven de 23 años a dos años de prisión por romper un botellín en la cabeza de otro y cortarle la mejilla
La agresión, que tuvo lugar en La Zona, ha dejado como secuela a la víctima una cicatriz de ocho centímetrosUn joven de 23 años ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Teruel a una pena de dos años de prisión por un delito de lesiones agravadas por la deformidad causada a la víctima en la cara, ya que le rompió un botellín en la cabeza en plena calle y posteriormente le cortó la mejilla con el envase roto. La agresión dejó como secuela a la víctima una cicatriz de 8 centímetros y los hechos ocurrieron en la Zona de Teruel, donde en los últimos tiempos se han producido incidentes similares por riñas y agresiones con objetos cortantes.
La sentencia, hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, condena al acusado, A. F. A., de 23 años de edad en la actualidad y dos menos cuando ocurrieron los hechos, a una pena de 2 años de prisión como autor responsable de un delito de lesiones agravadas de deformidad, y con la concurrencia de la atenuante muy cualificada de reparación del daño causado, ya que ingresó previamente en la cuenta bancaria de la víctima la cantidad total de 13.000 euros en concepto de indemnización por las lesiones causadas, así como los 126,64 euros a favor del Hospital Obispo Polanco en la cuenta de depósitos y consignaciones de la Audiencia Provincial de Teruel.
No fue necesaria la celebración de juicio al existir conformidad entre las partes y la sentencia se dictó in voce en el mismo sitio declarándose firme.
Madrugada del 3 de octubre
De acuerdo con la sentencia, los hechos ocurrieron en la madrugada del 3 de octubre de 2021, cuando sobre las 3:00 horas de ese día, el acusado se encontraba en la plaza Bolamar de la ciudad de Teruel y con “ánimo de menoscabar la integridad física” de la víctima, “le rompió un botellín de cerveza en la cabeza y posteriormente le cortó en la mejilla izquierda con el botellín roto, intentando asestarle asimismo un nuevo corte en el cuerpo”, que fue evitado por el agredido.
La víctima tenía en ese momento diecinueve años de edad y presentó a consecuencia de la agresión una herida incisa en el lado izquierdo de la cara que iba desde el párpado superior hasta la zona nasogeniana (línea que discurre entre la nariz y la boca) izquierda.
Tras sufrir el ataque, requirió de asistencia sanitaria para suturar la herida, que le ha dejado como secuela estética una cicatriz de 8 centímetros que va desde la línea de la boca hasta el párpado superior izquierdo.
Los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria son de los que más han crecido según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior. De acuerdo con esta estadística, el año pasado se cometieron 64 de estos delitos en la provincia frente a los 46 del año anterior, lo que supone un incremento del 39,1%. Pero si la comparación se hace con el año anterior a la pandemia (2019), ese aumento es del 106,5%, al pasar de 31 a 64.
