La Audiencia absuelve al joven acusado de una violación en las fiestas de Alfambra
El tribunal considera que la declaración de la denunciante ofrece dudas y no hay pruebas del hechoLa Audiencia Provincial de Teruel ha absuelto al joven acusado de violar a una chica de 18 años en las fiestas de Alfambra de 2016 por considerar que el testimonio de la denunciante ofrece dudas y no existen pruebas del hecho, por el que la Fiscalía solicitaba ocho años de prisión y la acusación particular, nueve.
Durante el juicio, celebrado el pasado 30 de octubre, la joven declaró que el hombre la forzó, la sometió a tocamientos y le introdujo los dedos en la vagina en contra de su voluntad, mientras que el acusado, A.L.U., de 21 años, negó los hechos y los consideró una invención de la mujer.
La Audiencia considera probado que ambos jóvenes se conocieron en las fiestas de Castralvo en julio de 2016 y mantuvieron relaciones sexuales. Posteriormente siguieron en contacto a través de whatsapp, se vieron una vez para hablar de lo ocurrido en Castralvo y el 14 de agosto coincidieron en las fiestas de Alfambra, a las que cada uno de ellos acudió con sus respectivos amigos.
Según el relato de la chica, de madrugada el joven la condujo de forma violenta a una calle adyacente a la plaza donde se celebraba la fiesta y allí abusó sexualmente de ella hasta que gritó fuertemente y el hombre abandonó el lugar, una versión que en todo momento negó el acusado.
La Audiencia Provincial estima que la declaración de la víctima, única prueba directa, “no reúne las características necesarias” de “coherencia en el relato”, “persistencia en lo sustancial” y “corroboraciones objetivas derivadas de los informes médicos” para poder sustentar una sentencia condenatoria.
Aunque no afirma “que subjetivamente el relato no sea verosímil o creíble”, el tribunal mantiene que no está plenamente garantizada “su fiabilidad”.
Para argumentarlo, la sentencia señala en primer lugar que el relato carece de corroboración objetiva porque, aunque existe un parte de lesiones que constata que la joven presentaba un pequeño hematoma en la cara anterior del brazo izquierdo, “tal síntoma no se enlaza en el contexto propio de una agresión sexual como la descrita” y podría ser igualmente compatible con un golpe casual. Tras la denuncia, la joven no fue objeto de una exploración ginecológica que pudiera haber corroborado una agresión, ya que la chica “no describió penetración alguna” en su declaración ante la policía ni en el centro de salud. En segundo lugar, estima que su versión “se desvirtúa por su propia formulación” y ofrece dudas por distintos motivos, entre ellos que no contara nada a sus tíos, con los que se alojaba ese fin de semana.