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La asociación Martina es mi Ángel financia un proyecto de musicoterapia en el Hospital Obispo Polanco de Teruel La asociación Martina es mi Ángel financia un proyecto de musicoterapia en el Hospital Obispo Polanco de Teruel
Silvia Benito, David Utrillas y Ana Isabel Ripa, en la presentación del proyecto de musicoterapia en pediatría

La asociación Martina es mi Ángel financia un proyecto de musicoterapia en el Hospital Obispo Polanco de Teruel

El objetivo de esta iniciativa es “humanizar” el servicio
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La asociación turolense Martina es mi Ángel –dedicada a divulgar y apoyar la investigación sobre el síndrome de Angelman–, en colaboración con Latidos Musicoterapia y Porque Viven, ha puesto en marcha el proyecto Acompañando ángeles para incorporar la musicoterapia en el área de Pediatría del Hospital Obispo Polanco de Teruel. El objetivo de esta iniciativa es “humanizar” el servicio y atenuar la percepción de dolor, ansiedad o estrés que puedan sufrir los niños hospitalizados o que deban someterse a pruebas médicas.

El proyecto promovido por Martina es mi Ángel está dirigido por la musicoterapeuta Ana Isabel Ripa en coordinación con la pediatra Silvia Benito y permitirá incorporar la musicoterapia como un programa de intervención dentro del ámbito sanitario en el área de Pediatría del Polanco.

La asociación Latidos, Musicoterapia Hospitalaria en Aragón tiene como misión desarrollar programas de intervención en musicoterapia en centros sanitarios y hospitalarios de la Comunidad Autónoma, mientras que la fundación Porque Viven está destinada al cuidado paliativo pediátrico. 

Ambas entidades firmaron un convenio para iniciar un proyecto de musicoterapia en la unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos de Aragón, que ya se desarrolla en el Hospital Materno Infantil de Zaragoza, coordinado por la musicoterapeuta Carla Navarro. Ahora, y gracias a la asociación Martina es mi Ángel, se va a implementar en la provincia de Teruel. 

Bajo la coordinación de Ripa, ofrecerá musicoterapia en cuidados paliativos pediátricos para acompañar a los niños y sus familias tanto en el hospital como en sus domicilios. 

El hecho de que afortunadamente no se den muchos de estos casos permitirá ampliar el acompañamiento en casos de pérdida prenatal o perinatal como una herramienta para trabajar el duelo y facilitar la despedida.

Pero los promotores de esta iniciativa quieren ampliar su radio de acción incluyendo la intervención dentro del ámbito hospitalario en pruebas específicas, como la colocación de vías o la extracción de sangre, entre otras, dentro de las necesidades del equipo de Pediatría del Hospital Obispo Polanco, que este lunes conoció los pormenores del proyecto. Asimismo, se realizarán sesiones individuales de musicoterapia en los casos de hospitalización pediátrica, tanto en largas como en cortas estancias.

David Utrillas, padre de la pequeña Martina que sufre el síndrome de Angelman, indicó que esta es una forma de devolver “todo el cariño y el apoyo recibido” desde que fundara la asociación junto a la madre de la pequeña, Miriam Iglesias. 

“Como padres, no hemos dejado de pensar en devolver tanto amor y hacer algo para ayudar también a otros niños turolenses, y a través de este proyecto hemos encontrado una manera de hacerlo”, explicó en la presentación realizada ayer en la Cámara.

Utrillas anunció su intención de destinar al proyecto Acompañando ángeles parte de la recaudación de los eventos que se organizan en favor de la asociación Martina es mi Ángel, además de buscar otros patrocinios públicos y privados.

La musicoterapeuta Ana Isabel Ripa indicó que el objetivo final de esta iniciativa es “humanizar” la planta de Pediatría y atenuar la percepción de dolor, ansiedad o estrés que sufren los niños hospitalizados o que tienen que someterse a pruebas médicas. Del mismo modo, pretenden acompañar a las familias en los procesos de duelo.

La responsable de las unidades de Cuidados Paliativos Pediátricos y de Cardiología Infantil del Hospital Obispo Polanco, Silvia Benito Costey, explicó que la musicoterapia está reconocida como una medida no farmacológica de distracción a través del juego y la música para controlar el dolor en pacientes pediátricos.

Benito mostró su agradecimiento a las tres entidades que han hecho posible la implantación del programa Acompañando ángeles en Teruel. En su opinión, “aunque los cuidados paliativos se asocian a la muerte y a que no hay nada que hacer es al revés, hay mucho que hacer por los niños, sus familiares y amigos, y la musicoterapia puede ayudarles”.

La pediatra comentó que se produce una media de entre 3 y 4 ingresos hospitalarios diarios, la mayoría de menores de 2 años; que anualmente atienden en cuidados paliativos a entre 4 y 5 pacientes pediátricos; y que se producen 1 o 2 muertes prenatales o perinatales al año.

Añadió que el sector de Teruel contará próximamente con un segundo Equipo de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD), lo que les permitirá llegar a más pacientes de cualquier edad.