La alcaldesa destaca el apoyo a los afectados y defiende la gestión municipal tras el colapso en el aniversario del derrumbe de la calle San Francisco
Emma Buj repasa las actuaciones más importantes desde el primer minuto del sucesoCuando se cumple el primer año del colapso del número 21 del edificio de la calle de San Francisco, la alcaldesa de Teruel hace un repaso de las actuaciones más importantes acometidas por el Ayuntamiento de la capital desde el primer momento del suceso. “Desde el minuto uno tras el colapso del edificio, la prioridad absoluta por parte del Ayuntamiento de Teruel fue atender a quienes habían perdido sus casas”, afirma.
La alcaldesa, que estaba en ese momento en el lugar de los hechos, recuerda cómo tuvo que salir corriendo junto a un grupo de personas para que no les alcanzasen los cascotes que salían despedidos al caer el inmueble. “Fueron momentos de desconcierto y horror con la incertidumbre, en los primeros minutos de si los vecinos del edificio habrían sido evacuados en su totalidad”, recuerda.
La rápida reacción de los vecinos, de los Bomberos, la Policía Nacional, la Policía Local y los efectivos de Protección Civil impidieron que el suceso acabara en una tragedia con víctimas humanas. “La diligencia de los agentes de estos cuerpos y la intervención de Humidad Martínez, avisando a todos los vecinos para que desalojasen sus viviendas, evitaron la pérdida de vidas”, subraya la alcaldesa que también destaca la respuesta inmediata de los turolenses y de asociaciones de todo tipo poniendo huchas en actos para recaudar fondos destinados a los vecinos.
En lo que a la actuación de la Policía Local se refiere, la alcaldesa, como máxima responsable del Cuerpo, estuvo en permanente contacto con el inspector jefe, Pedro González, quien tras recibir un aviso telefónico de una vecina del número 21 a las 10,38 horas del día 13 de junio alertando que se le había hundido parte del suelo de la cocina, activó el operativo propio del cuerpo local de policía, haciendo acto de presencia en el lugar de forma casi inmediata un mando del cuerpo.
Los agentes intervinieron rápidamente en la evacuación de las personas que aún quedaban en el inmueble y, como medida preventiva, acotaron un amplio espacio de seguridad, limitando el tránsito de personas por ese entorno y cortando totalmente el paso de vehículos por la calle. Una vez inspeccionado el lugar junto con el Servicio de Bomberos, y como medida de seguridad, se evacuaron los edificios colindantes al que finalmente colapsó.
Fue entonces cuando, varios agentes de Policía Local junto a otros del Cuerpo Nacional de Policía y del Servicio de Bomberos percibieron ruidos de crujidos y una sensación que les hacía pensar que el edificio podía caer, ordenando a los distintos grupos de intervención la salida inmediata ante el posible suceso. Cuando estos agentes se encontraban saliendo por la puerta del edificio, se produjo el fatal desenlace, “tanto que la nube de polvo y suciedad nos impedía ver el escenario, solamente oímos un gran estruendo estremecedor”, explica la alcaldesa.
Rápidamente, desde Policía Local activaron todos los posibles servicios necesarios en relación a la seguridad del entorno y, de un modo primordial, los Servicios Sociales municipales pusieron en marcha toda la atención necesaria a las personas directamente afectadas o a cualquier otra que pudiera necesitarlo.
Además, hubo 16 profesionales de los Servicios Sociales del Ayuntamiento que desde un primer momento estuvieron apoyando la causa y ayudando a los vecinos. “Necesitaban atención psicológica y acompañamiento a nivel emocional, además de todo tipo de material de primera necesidad, como ropa, productos de higiene, cargadores móviles...”, añade la alcaldesa que recuerda que se activó un teléfono de emergencias proporcionado por los servicios técnicos de Informática del Ayuntamiento para la recepción de llamadas derivadas de la situación de emergencias.
Sin perder ni un sólo minuto de tiempo, el Consistorio habilitó una subvención directa de 1.000 euros por unidad familiar para la adquisición de artículos básicos, además de sufragar los gastos de las comidas en el Centro de Día de Santa Emerenciana, no sólo para los afectados del número 21, sino para los de los edificios número 19, 23-25 así como el edificio número 3 y 1 bis del camino de la Estación. Todos los vecinos de estos edificios fueron realojados, en las habitaciones de San Nicolás de Bari que gestiona Cáritas Diocesana de Teruel, así como en distintos hoteles de la ciudad.
Préstamo
La alcaldesa no pasa por alto el préstamo firmado el 23 de octubre de 2023 entre el Ayuntamiento y Caja Rural por valor de 1,6 millones de euros para afrontar los gastos sobrevenidos por el colapso del edificio. “Es una muestra más del interés del Ayuntamiento por ayudar a los damnificados en el derrumbe del número 21 de la calle San Francisco”, afirma. Con cargo a este crédito, se está sufragando el desescombro que va costar un millón de euros y que una vez finalice en su totalidad, previsiblemente a finales de este mes de junio, permitirá que por fin se abra al tráfico la calle de San Francisco.
“Estamos hablando de un acontecimiento que ha supuesto un notable impacto socioemocional en la memoria colectiva de Teruel”, relata la alcaldesa y añade: “Soy la primera que está deseando que finalicen las obras, se esclarezcan las causas del derrumbe y los vecinos del número 23 puedan volver a sus casas cuanto antes”.
Alquileres
Buj insiste en que “todas las familias que lo han necesitado han sido realojadas y el Ayuntamiento se ha hecho cargo de todo el coste de sus alquileres desde el primer día hasta hoy con una inversión total de 112.000 euros e incluso se han puesto a disposición de los afectados varias plazas de garajes de titularidad municipal”.
Del mismo modo, todos los afectados han recibido ayuda en las muchas gestiones que son necesarias cuando uno ha perdido gran parte de su documentación, de su vida y de sus enseres. “Nos hemos ocupado de hacer duplicados de escrituras en el Registro de la Propiedad a los vecinos afectados, no se les ha cobrado el IBI, hemos hecho las gestiones necesarias para que Hacienda no les cobre por todas las ayudas recibidas... Trámites costosos en los que no se han involucrado otros ayuntamientos ante desastres similares”, detalla.
Sólo en gastos de seguridad privada, el Ayuntamiento ha invertido más de 109.000 euros. En un primer momento, en la vigilancia del edificio de San Nicolás de Bari donde se alojaban los vecinos del número 21 hasta que se acomodaron en otras viviendas, y posteriormente en la vigilancia del solar de la calle de San Francisco. A día de hoy, la suma de facturas abonadas por el Ayuntamiento en distintos conceptos asciende a 842.511, 89 euros.
La regidora de la ciudad también recuerda que el consistorio habilitó una nave municipal donde se han ido depositando todos los enseres y pertenencias localizadas durante el desescombro y puestas a disposición de los vecinos. “Cada sábado que me ha sido posible, acompañada de la jefa de gabinete de alcaldía, he visitado la nave y me he reunido y escuchado todas las reclamaciones y peticiones de los vecinos”, reseña Emma Buj. Las pertenencias de un valor económico han sido custodiadas por la Policía Local.
Compra del solar
En las últimas semanas, el Ayuntamiento ha hecho un ofrecimiento a los vecinos del edificio siniestrado para comprarles el solar una vez desescombrado. La alcaldesa, les trasladó la opción de adquirir el suelo por 806.076,26 euros, que es el precio máximo dictado por el Colegio de Arquitectos. La alcaldesa incluso se mostró dispuesta a revisar la cuantía en función de la evolución del mercado inmobiliario y se comprometió a no fijarles un plazo concreto para responder al ofrecimiento. Según les advirtió Buj, una vez completado el desescombro, la propiedad del suelo comportará una serie de cargas, como el pago de impuestos o la obligación de mantenimiento, de las que los dueños quedarían liberados si aceptasen la oferta.
Nueva movilización
Será en el mismo sitio y a la misma hora donde muchos turolenses acudieron hace un año a mostrar su apoyo a los vecinos de la calle San Francisco, que unas horas antes habían perdido su casa, y a exigir explicaciones. El grupo de trabajo para la rehabilitación integral de la calle San Francisco y alrededores, que forma parte de la Asociación Vecinal del barrio del Carmen, ha vuelto a convocar una concentración como cada día 13 de cada mes. Se ha convocado a las 19:30 horas en la puerta del Ayuntamiento.
l a portavoz del grupo de trabajo, Elvira Martín, animó a participar en la concentración de hoy para mostrar su apoyo a las familias que el 13 de junio de 2023 vivían en los números 17, 19, 21 y 23-25 de la calle San Francisco.
En esta ocasión lo que se pretende principalmente es mostrarles todo el apoyo y cariño de la ciudadanía turolense en unos momentos duros como son por los que están atravesando coincidiendo con el primer aniversario.
Para ello, desde el pasado 1 de junio cada día han ido lanzando un fragmento del mensaje final que quieren hoy hacerles llegar: “Estamos hoy aquí”. La última letra se descubrirá en el acto pero este mensaje final ha estado acompañado de diferentes frases de apoyo durante todo el mes: Somos la fuerza que os va a acompañar. Tendréis nuestro apoyo siempre o Aunque el camino a recorrer sabemos que largo será, son solo algunas de los lemas que han lanzado durante este mes de junio a través de los medios de comunicación.
Otras movilizaciones
Desde el pasado mes de octubre, cada día 13 el grupo de trabajo ha ido organizando diferentes concentraciones para reclamar atención sobre una zona que necesita una rehabilitación integral. Han reclamado un plan de actuación conjunta tras recopilar las diferentes deficiencias detectadas por los vecinos de la zona desde el camino de la Estación hasta la Andaquilla, en muchos casos producidas por el agua.
Durante este año cada mes se han concentrado en un sitio diferente para llamar la atención sobre diferentes aspectos con frases alusivas y lectura de manifiesto. Reclaman más apoyo por parte del Gobierno de Aragón para los afectados y más soluciones al Ayuntamiento en aquellas zonas donde existe dejadez y abandono como el callejón de la Colina.
El grupo de trabajo está vigilante sobre el estudio y seguimiento de las causas que originaron no solo el hundimiento de un edificio en apenas unos minutos sino también otros hechos como la anegación de garajes del camino de la Estación o la rotura de un hidrante en el callejón del Gato y sus consecuencias.