José Javier Armero, secretario de la Asociación Unificada de la Guardia Civil: “Un quinto de los guardias civiles de Teruel hacen labor burocrática en vez de patrullar”
“Los cuarteles deberían reagruparse para que hubiera menos papeleo y más agentes en la calle”José Javier Armero es secretario de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) y guardia civil y este miércoles participa, junto con otro representante de la agrupación, Cristóbal Soria, en unas jornadas en Calatayud que llevan por título La seguridad en el medio rural y que han sido organizadas por el Ayuntamiento de Calatayud en colaboración con otras instituciones.
-Van a hablar en Calatayud del despliegue territorial de la Guardia Civil. ¿Qué cifras tenemos en Teruel?
-Ahora, con la llegada de 74 alumnos y los más de 20 que se retrasaron los destinos del año pasado, estaríamos hablando de unos 700 guardias civiles, pero casi cien son personas de prácticas. Sin ellos nos quedaríamos en los 600 de siempre.
-¿Qué quiere decir que sean alumnos de prácticas?
-Que son alumnos que tienen que hacer 40 semanas al salir de las academias de guardias civiles y para ser promovidos al empleo de guardia civil profesional necesitan hacer un año de prácticas en unidades territoriales.
-¿Pero son efectivos que se suman a la plantilla?
-Son efectivos, aunque no pueden patrullar solos, tienen que ir acompañados de un profesional y tampoco se les puede someter a una situación de peligro o riesgo porque tienen que ir aprendiendo poco a poco, pero claro, la situación de riesgo te la encuentras en cada momento. Tienen que estar bajo la tutela de un guardia civil profesional.
-¿Estos agentes en prácticas suponen un apoyo?
-Todo que llega es refuerzo, temporal, porque sabemos que están obligados a pedir destino al año. Ahora lo que se hace es integrar en la patrulla a un profesional y un alumno. Pero a pesar de todo esto podríamos decir que estamos en quiebra técnica por la falta de efectivos del mundo rural. Cada día la Guardia Civil incrementa sus labores burocráticas y vamos camino de una saturación. Cada día hay más gente haciendo labor burocrática en vez de estar patrullando en la calle, prácticamente una quinta parte o un poco más de la plantilla de Teruel está realizando única y exclusivamente labores burocráticas.
-¿Estos alumnos al año que viene se van?
-Sí, por ejemplo la veintena que estaban del año pasado tendrían que haber pedido ya en abril destino y marcharse en septiembre, pero al final se ha retrasado. Los que han llegado este año pedirán vacante en abril.
-¿Vendrán otros?
-Se supone, en Teruel hay una media de 25 agentes en prácticas, este año ha sido excepcional porque al año que viene hay elecciones.
-¿Cree que jornadas como la de Calatayud son importantes para acercar al ciudadano a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado?
-La Guardia Civil que trabaja en el medio rural está muy cercana al ciudadano, pero las jornadas son interesantes para que se conozca cómo funciona la seguridad del mundo rural, para que la gente entienda por qué un cuartel está vacío, por qué no se llega a los sitios, por qué en un cuartel hay siete guardias… La gente empieza a descubrir a la Guardia Civil cuando ve que el cuartel está cerrado o le dicen que llame mañana o que se vaya a otro puesto para denunciar. En Teruel hay 32 cuarteles y ninguno de ellos abre las 24 horas. Abrir las puertas del puesto supone dedicar a un guardia civil a ello. Por eso en 2017 se diseñó un plan para quitar personal para eso y poder incrementar las patrullas.
-¿Pero estas patrullas son suficientes?
-Se juntan tres puestos que suman tres patrullas y posibilitan cubrir durante las 24 horas con al menos una patrulla una determinada zona.
-¿Esta escasez de patrullas es lo que ha hecho que se haya incrementado un 200% los delitos de robo con fuerza en la provincia?
-Si te mueves por una provincia en la que no ves patrullas y vas a delinquir, obviamente lo tienes más fácil. ¿Que es achacable a la falta de efectivos?, pues puede ser. La cifra dice mucho por sí misma, pero a ella habría que sumar las personas que no quieren perder el día para ir a denunciar.
-En Alcorisa, donde hay cuartel de la Guardia Civil, ha habido numerosos de robos en viviendas habitadas con inquilinos y sin inquilinos. ¿A qué responde este modus operandi?
-Nosotros siempre hemos defendido que un cuartel cerrado no da seguridad. La gente se piensa que teniendo un cuartel ya está segura, es una idea que se arrastra desde la posguerra, cuando la gente se movía en mulos o en autobús. La movilidad de las personas era mucho más limitada que la que hay ahora y las comunicaciones eran peores también. Un edificio por sí mismo no da seguridad. En otras provincias hay cuarteles en los que incluso han entrado a robar.
-Cada año se recuerda el 12 de octubre que Teruel es una de las provincias con menos hechos delictivos, pero la seguridad que transmiten esas cifras no responde la sensación que tiene la gente del territorio.
-En estas provincias de la España vaciada los delincuentes suelen robar por zonas, cada semana o 15 días van rotando, son grupos pequeños, organizados, que se van moviendo, pero en la zona que han robado crean una gran alarma social, aunque no se hayan llevado nada de las viviendas. Y el porcentaje, volviendo a la pregunta anterior, sube tanto porque cuando vienen roban en numerosos sitios.También ha crecido exponencialmente el cultivo de marihuana en el campo, son plantaciones muy difíciles de localizar. Ahora, con las especializaciones, la Guardia Civil se dedica más al núcleo urbano y ya no va tanto por los montes, donde cuando vas te encuentras más personas de las que se puede esperar, y siempre es bueno hablar con ellos porque son tus ojos. La Guardia Civil, si quiere mantenerse en el mundo rural, tiene que volver a su esencia.
-Pero esto es difícil con la cifra de agentes que manejamos.
-Es difícil por la cifra de agentes y por los medios que tenemos. En el año 1990 ya se quiso reorganizar la Guardia Civil y, por la presión de los ayuntamientos, el plan se paralizó. Cada cierto tiempo hacen planes para reorganizarla.
-¿Esa reorganización supondría cerrar más cuarteles en la provincia de Teruel?
-El problema es la distribución territorial, los cuarteles se pueden cerrar de muchas formas y lo que hay que hacer es reorganizar de tal manera que no haya tres cuarteles en un radio de 15 kilómetros haciendo la misma función y duplicando las oficinas para luego cubrirse entre ellos. Hay cuarteles que están a 5 minutos por carretera y, dejando solo uno de ellos, y el otro como viviendas, incrementarías la plantilla en uno y evitarías la duplicidad de oficinas y servicios burocráticos. Algunos de ellos podrían agrupar sus unidades y hacer servicios todos juntos.
-Pero cerrar un cuartel es una medida impopular.
- Hay un cuartel de la provincia de Teruel que ha salido publicado con vacantes cero, no tiene efectivos y no han salido vacantes para ese cuartel.
-¿Es decir, que está cerrado?
-Prácticamente, pero tiene las vacantes reservadas y no generas alarma social. ¿De qué sirve un cuartel sin agentes? De nada, pero ahora dile al alcalde de ese pueblo que se va a cerrar el cuartel. Por eso estas jornadas son buenas para que la gente entienda todo esto. El otro día salían diciendo desde el Ministerio de Justicia que habían ampliado la plantilla, pero o miente el Ministerio de Justicia o miente el de Hacienda, porque el presupuesto no contempla toda esa ampliación de plantilla. Otro problema que tenemos es que la gente ya no se va a la reserva por la merma de sueldo que ello le supone. Si está en un puesto cómodo, sigue en activo y esto supone que incrementamos la edad media de la Guardia Civil.