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Jornada organizada por el hospital San José de Teruel: la situación nutricional del paciente repercute en el tratamiento del cáncer Jornada organizada por el hospital San José de Teruel: la situación nutricional del paciente repercute en el tratamiento del cáncer
Los ponentes de las jornadas sobre nutrición y oncología celebradas en el Museo de Teruel

Jornada organizada por el hospital San José de Teruel: la situación nutricional del paciente repercute en el tratamiento del cáncer

Los expertos insisten en la importancia de la detección temprana de los problemas
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La situación nutricional de los pacientes oncológicos previa a los tratamientos tiene una gran importancia y por eso es necesario hacer una pre-habilitación una “puesta a punto” antes de iniciar las terapias para que el enfermo las aguante mejor y sean más efectivas. Este fue uno de los aspectos que se destacó durante una sesión multidisciplinar sobre nutrición y cáncer que organizó el Hospital San José de Teruel con el patrocinio de Nestle.

La jefa de Oncología del Hospital Obispo Polanco de Teruel, Ana Ferrer, explicó que en este centro sanitario se está elaborando un circuito para detectar a estos pacientes y tratarlos bien nutricionalmente antes de que sean sometidos a cirugía, quimioterapia o radioterapia porque, según indicó la experta, “un buen estado nutricional, que el paciente esté en el mejor estado general posible, permite aguantar mejor los tratamientos y que estos den un mejor resultado”. 

La especialista en Endocrinología del Obispo Polanco, Beatriz Lardiés, comentó que los estudios muestran que en el momento del diagnóstico de cáncer, un 30% de los pacientes tiene problemas de nutrición y cuando el tumor se detecta en estadios avanzados, hasta el 80%. “Hay que dar un buen soporte nutricional porque va a disminuir la toxicidad de la quimioterapia y a mejorar la tolerancia a cualquier tratamiento”, subrayó.

Las proteínas y las calorías son algunos de los aspectos que más hay que controlar y en ocasiones es necesario suplementos dietéticos. La enfermera de Oncología Isabel Rilova explicó que en estos casos la labor de la Enfermería es la de enseñar al paciente y su familia la mejor manera para que los pueda tomar. 

Rilova también indicó que resuelven todas las dudas que surgen sobre qué se puede y no comer durante la enfermedad. “Pueden comer de todo, no hay ningún alimento prohibido, salvo el alcohol, pero sí que insistimos muchos en que no hay alimentos milagro, que curen el cáncer”, comentó la enfermera.

La oncóloga Ana Ferrer también insistió en este punto porque aseguró que hay “mucho falso mito” y proliferan las dietas por internet por eso apostó que enfermeros, oncólogos y médicos de familia deben ir de la mano en este asunto y que la clave está en la dieta mediterránea.

El médico de familia es también un pilar fundamental en ese seguimiento de la nutrición de estos pacientes ya que es el que más tiempo le va a ver. El facultativo del centro de salud Centro Rafael Gómez recordó que estos enfermos tienen que comer “de todo y variado” y señaló que una de sus tareas principales es conseguir que el paciente “tenga conciencia de que la buena nutrición puede colaborar en la respuesta al tratamiento”.

Asimismo, en la jornada se abordaron las especificidades de la atención a los pacientes oncológicos ancianos. El geriatra del Hospital San José Daniel Martínez explicó que se trata de casos más complejos. “Tenemos otros condicionantes que ya no son solo la nutrición sino el estado funcional, lo dependientes que son en sus actividades de la vida diaria, las enfermedades asociadas al envejecimiento y otros condicionales sociales, familiares y emocionales que hacen que sea todavía más importante el abordaje multidisciplinar”, señaló el especialista.