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Isabel Rodrigo Serrano, directora del CRA Ariño Alloza: “La escuela rural es innovadora, inclusiva y creativa; es un atractivo para el profesorado” Isabel Rodrigo Serrano, directora del CRA Ariño Alloza: “La escuela rural es innovadora, inclusiva y creativa; es un atractivo para el profesorado”
Isabel Rodrigo, directora del CRA Ariño Alloza y maestra de Infantil en Ariño

Isabel Rodrigo Serrano, directora del CRA Ariño Alloza: “La escuela rural es innovadora, inclusiva y creativa; es un atractivo para el profesorado”

La docente recibe este viernes la Cruz de San José de Calasanz en el Día de la Educación Aragonesa
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La directora del Colegio Rural Agrupado (CRA) Ariño Alloza, Isabel Rodrigo, recoge este viernes en Zaragoza la Cruz de San José de Calasanz, uno de los nueve galardones que entrega el Gobierno de Aragón para celebrar el Día de la Educación Aragonesa. Su compromiso con los alumnos, la búsqueda continua de la excelencia educativa y un enfoque pedagógico innovador que integra las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el aula la hacen merecedora.

-¿Recibe esta medalla como un reconocimiento a su trayectoria profesional?

-Me llena de honor porque representa un reconocimiento a mi trabajo educativo de muchos años. Siempre lo he hecho con vocación máxima, dedicación, ilusión y compromiso. Si, además, por parte del Departamento de Educación hay una valoración externa tan positiva como para hacerme merecedora de esta condecoración, la verdad es que me siento feliz y agradecida.

-¿Desde cuándo ejerce?

-Llevo ya 23 años en mi profesión. El primero estuve entre Calaceite y Épila (Zaragoza), y luego ya pude venir por oposición al CRA Ariño Alloza, donde llevo 22 años. Soy directora del CRA y maestra de Infantil en Ariño.

-¿Cómo ha evolucionado la educación en este siglo?

-Ahora se está atendiendo muchísimos más principios y valores que son necesarios en la educación, como la inclusión, la igualdad, la atención a la diversidad. No es que antes no se trabajase así, pero sí que somos más conscientes de que hay que atender estas necesidades y características del alumnado que llega a nuestro centro. Con la singularidad propia que tienen los CRA y la escuela rural, es un factor importante a tener en cuenta el conocimiento de cada persona, su integración e inclusión que debemos mantener en nuestras aulas. Es algo muy positivo.

-¿Y ha notado los efectos de la despoblación en clase?

-Sí que lo notamos. Estamos sufriendo los efectos de la despoblación curso tras curso. Está bajando en número de alumnos. Esto está pasando sobre todo en Ariño desde que cerraron las minas. Están pasando más niños al instituto de los que nos entran de infantil. Hace 23 años éramos más de cien cuando yo llegué al CRA y ahora estamos 65: 33 en Alloza y 32 en Ariño.

-¿Qué destacaría de los métodos de enseñanza que aplica?

-Siempre he intentado trabajar con la máxima dedicación, compromiso y profesionalidad. Mi prioridad ha sido siempre que las señas de identidad de nuestro CRA Ariño Alloza sigan potenciándose curso tras curso. Estas son la inmersión de las TIC en el aula, el hecho de que somos una comunidad de aprendizaje en la que las familias tienen una participación muy importante en la vida escolar, un proyecto educativo de calidad y fomentar la convivencia y la atención a la diversidad. No tenemos libros de texto sino que trabajamos por proyectos globalizados. Es una forma muy enriquecedora de trabajar y motivadora para los alumnos y alumnas. También promovemos actividades extraescolares y complementarias, enriqueciéndonos de todo lo que ofrece nuestro entorno. Es prioritario para nosotros mantener estas señas de identidad.

-¿Hasta qué punto irrumpen las TIC en su aula?

-Todas las clases están dotadas de pizarras interactivas, ordenadores, proyectores, altavoces y todo lo necesario para trabajar las TIC como herramienta. A partir de tercero de primaria y hasta sexto, el alumnado lleva su ordenador personal financiado por las familias. Ahí tienen su libro de texto y cuaderno, y lo complementamos con formatos de papel y dossieres. Pero fundamentalmente el trabajo es digital. Las familias han adquirido ese compromiso.

-Esta innovación requerirá estar siempre en constante formación para enseñar.

-El profesorado tiene que estar siempre en permanente formación. He hecho cursos en el Centro de Profesorado de Alcorisa, en Zaragoza y Teruel, seminarios y grupos de trabajo que hacemos aquí en la propia escuela.

-¿Qué tiene de bueno que en el aula haya alumnos de diferentes edades?

-Para mí es sinónimo de calidad y fuente de enriquecimiento. La diversidad en el medio rural nos viene dada precisamente porque hay alumnos de diferentes edades en la misma aula, diferentes niveles agrupados. Se puede trabajar muy bien y el alumno mayor ayuda a los más pequeños. Lejos de ser un problema lo que supone es calidad y enriquecimiento en el aprendizaje.

-¿Qué relación tiene con sus antiguos alumnos?

-Me siento muy orgullosa de lo que he formado. Ahora mis primeros alumnos son hombres y mujeres y es una alegría encontrarlos por el pueblo. Saludan siempre con cariño, les pregunto y me cuentan qué hacen y cómo les va. El hecho de vivir en un pueblo facilita ese seguimiento.

-¿De quién se acordará cuando reciba el premio?

-Cuando Ana Moracho, la directora general de Política Educativa, me llamó para comunicarme el premio me vinieron muchas cosas a la cabeza y muchas personas. Mi profesión la he ejercido en un contexto y con personas que me han hecho crecer profesionalmente. Lo primero de todo, considero que es un homenaje a mi escuela, el CRA Ariño Alloza, y a la escuela rural, pero me acuerdo también de las comunidades educativas, que he trabajado con ellas y para ellas: las familias, el profesorado y el alumnado son el alma de la escuela. También del equipo de inspección de Teruel y de la Dirección Provincial de Educación, que son personas a las que admiro y siempre han sido un referente en mi trabajo porque me han asesorado muy bien y han confiado mucho en mí. Y por supuesto, mi familia, que ha sido un impulso y motor en el ejercicio de mi profesión. Pienso que mis padres, que ya no están, estarían orgullosos de mí. Es un cúmulo de emociones bonitas y gratificantes. Me siento muy honrada y agradecida.

-¿Algo que reivindicar o demandar a la Administración?

-La escuela rural, con su singularidad, en algunos momentos es difícil organizativamente, o porque tenemos un acceso más limitado a ciertos servicios culturales. Pero a la vez es muy rica porque estamos en un entorno maravilloso y en contacto continuo con la naturaleza. Siempre es innovadora, inclusiva y creativa, por lo que quiero decirle al profesorado que acaba magisterio que es un atractivo venir a la escuela rural, que se crece mucho profesionalmente. En cuanto a la Administración, vamos recibiendo las dotaciones que todos los centros de Aragón tenemos asignadas y, como comunidad de aprendizaje, tenemos la suerte de que las familias suponen un apoyo a la hora de comprar la tecnología portátil. También agradecer a ayuntamientos, empresas y asociaciones de las dos localidades que siempre colaboran mucho con la escuela.