Síguenos
Investigadores de Teruel diseñan una nueva escala para medir la ortorexia Investigadores de Teruel diseñan una nueva escala para medir la ortorexia
El profesor de Psicología del Campus de Teruel Juan Ramón Barrada ha diseñado una escala para medir la ortorexia

Investigadores de Teruel diseñan una nueva escala para medir la ortorexia

El test permite detectar casos donde la preocupación por comer sano se vuelve patológica
banner click 236 banner 236

Investigadores del grado de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus Teruel han diseñado y validado un test para estudiar la ortorexia, un trastorno vinculado a la preocupación por comer sano que se está investigando desde hace unos 15 años. Los profesores Juan Ramón Barrada y María Roncero (que ahora está en la Universidad de Valencia) han publicado recientemente dos artículos científicos en las revistas Anales de Psicología y Spanish Journal of Psychology en los que presentan su modelo que es más fiable que los existentes hasta ahora y que han llamado Escala Teruel de Ortorexia.

El profesor Barrada explicó que habitualmente se había estudiado la ortorexia con un test que se había puesto a prueba en varios idiomas -italiano, inglés, portugués-. Cuando revisaron esta escala para ver cómo funcionaba en español, lo que vieron fue que “la escala más comúnmente utilizada de ortorexia en realidad no está midiendo ortorexia”.

Ante este hallazgo, tuvieron claro que el siguiente paso tenía que ser desarrollar otro modelo, una tarea que se inició hace tres años. Lo primero que hicieron fue un listado con todas las características de la ortorexia y a partir de ahí generaron un banco de 90 preguntas del que fueron filtrando las posibles redundancias hasta que quedó una propuesta de 31 ítems que se pasó a 900 estudiantes de la Universidad de Zaragoza.

El investigador del Campus de Teruel indicó que una de las principales novedades de este estudio ha sido comprobar que la ortorexia no se trataba, como en un principio se pensaba, de un continuo que empezaría por desinterés por comer sano, interés por comer sano, preocupación y obsesión por comer sano, sino que tiene “dos dimensiones”.

Así, estaría la ortorexia como un interés por la comida saludable y la ortorexia nerviosa que es la obsesión por la comida saludable. Algo que encaja con otras situaciones en Psicología como el caso del perfeccionismo. 

Barrada aclaró que la ortorexia nerviosa es “un marcador de patologías, se relaciona con problemas de salud mental” y que, en cambio, la ortorexia saludable “o no se relaciona o se relaciona negativamente, es decir, estar preocupado por comer sano o no tiene que ver con problema de salud mental o, incluso, es indicativo de que se tiene una buena salud mental”.

El profesor del grado de Psicología de Teruel destacó la importancia de este proyecto porque en España habitualmente en investigación psicológica se es más consumidor de test generados por otros países que exportadores de test.

Los artículos publicados por Barrada y Roncero hacen hincapié en que no hay que asumir que los test miden lo que dicen medir que “hay que subir todavía más el nivel de rigor” cuando se hace investigación. Precisamente, los errores en la escala que se usa habitualmente han motivado que se sobredimensionara el número de casos de ortorexia nerviosa que en realidad es un trastorno poco frecuente.

Ahora, los creadores de la Escala Teruel de Ortorexia trabajan para que el cuestionario se pueda utilizar en otros países. Ya tienen contactos con investigadores de Alemania, Perú, Italia y Canadá.

Entre las líneas de trabajo en las que continúan investigando  en este campo, en colaboración con expertos de otras universitadades de los citados países, está un estudio para poder relacionar anorexia y ortorexia y otro sobre la relación entre la ortorexia y otras conductas como pueden ser el consumo de sustancias nocivas como cannabis, tabaco o alcohol, o la práctica de ejercicio físico. 

Juan Ramón Barrada señaló que les ha sorprendido que estas dimensiones del comer saludable “guardan muy poca relación, prácticamente nula, con el consumo de sustancias nocivas para la salud como tabaco o alcohol”.

Donde sí se ha visto relación es entre la preocupación por la comida saludable y el ejercicio físico.

Sin duda alguna, se trata de un ámbito de investigación psicológica que está cobrando cada vez un mayor interés y donde el Campus de Teruel está siendo pionero.