Incertidumbre y expectación en la hostelería y el comercio de la provincia por la desescalada a la espera de que se concreten los pormenores
Ven insuficientes las medidas del Gobierno y piden un apoyo similar al que están ofreciendo los ayuntamientosEl plan de desescalada del confinamiento por la pandemia del coronavirus para empezar a regresar a la “nueva normalidad” en seis u ocho semanas, ha generado tanta incertidumbre como expectación entre los sectores económicos turolenses que han tenido que mantener sus establecimientos cerrados desde el inicio del estado de alarma. La hostelería, el comercio, los autónomos y la pequeña y media empresa de la provincia en general consideraron ayer que falta concreción de cómo será ese proceso, puesto que el anuncio hecho tras el Consejo de Ministros del martes dejó muchas incógnitas. Algunos sectores opinaron que no se ve apoyo del Estado para la vuelta a la normalidad de comercios y establecimientos hosteleros, a diferencia de lo que está pasando con las instituciones locales, que sí están adoptando medidas para facilitar ese regreso a la actividad.
Con prudencia y una sensación agridulce, así han recibido los sectores económicos no esenciales que están parados y con sus locales cerrados desde mediados de marzo, el plan de desescalada anunciado por el Consejo de Ministros debido a su inconcreción. Todos están a la espera de que se especifique con exactitud cómo serán las fases de desescalada a través de la correspondiente normativa gubernamental, porque a fecha de ayer no tenían nada claro. Sí había expectativas al saber que van a poder volver a abrir sus establecimientos, pero mucha incertidumbre de cómo deberán hacerlo y si con las limitaciones impuestas podrán incluso abrir.
Desde el sector de la hostelería hay preocupación y malestar, según manifestó Juan Ciércoles, presidente de la asociación provincial Teruel Empresarios Turísticos. “Los planteamientos que se hicieron tras el Consejo de Ministros no son insuficientes sino lo siguiente”, dijo el empresario hostelero, quien recordó que hay malestar porque fueron “los primeros que aportamos para hospitalizar hoteles y cerrar nuestros bares”, pero en cambio ahora no hay claridad de cómo van a poder retomar la actividad para que sea viable y no estar claras las fases.
En este sentido, Ciércoles dijo que con un 30% de apertura de los negocios “no podemos sobrevivir”, y que necesitan más cobertura, para lo cual en la provincia hay herramientas. Precisó que durante los casi dos meses que han tenido que estar cerrados han tenido que seguir pagando impuestos, y si bien desde las administraciones locales han mostrado su disposición a ayudar “porque ven el problema cercano”, desde el Estado no sucede lo mismo y este no aclara qué va a pasar con los ERTEs.
Ciércoles dijo que ante la magnitud que tiene esta crisis para las pequeñas y medianas empresas se deben poner todas las herramientas disponibles en la provincia para facilitar el retorno a la actividad; herramientas que existen como el Miner, el Fite y Suma, “que antes tenían unos cometidos que no tienen nada que ver con lo que se necesita ahora”. Insistió en que se debe “tratar de ayudar lo máximo posible a todas aquellas empresas que puedan subsistir”, consciente de que algunas cerrarán por el parón forzado durante un tiempo en el que han tenido que seguir pagando impuestos.
Advirtió al respecto que los ICOs “llegan con retraso” y “la gente lo está pasando fatal”, porque está “desmotivada y desubicada”. “Solo pedimos que se nos escuche por una vez en la vida, que no puede ser que los más cercanos nos escuchen y pongan medidas y los otros no”, lamentó ciércoles, quien valoró que los asesores del Gobierno “dejan mucho que desear y a este paso vamos a pasar al hambre y la calamidad”.
El presidente de CEOE Teruel, Ángel Muela, dijo que están analizando la información, “viendo lo que se ha publicado y esperando aclaraciones a la regulación”, porque la información de la que disponían ayer era “muy confusa”. Recordó que son partidarios de “acelerar lo más posible el tema de las incorporaciones” porque hay responsabilidad empresarial y se ha demostrado que se han tomado medidas para evitar los contagios, “pero pediríamos un poco más de rapidez en algunos sectores especiales y sensibles como la hostelería y el comercio”. Indicó también que abrir con un 30% de clientes “sobre un cien por cien del gasto no es viable, y muchos preferirán no abrir todavía frente al gasto que les va a producir”.
Pendientes de las normas
El presidente de la Cámara de Comercio de Teruel, Antonio Santa Isabel, aseguró que hasta que no se publique el real decreto “no se puede dar una opinión”, porque el anuncio del martes dejó muchas cuestiones sin aclarar. Consideró que tal como lo planteó el Consejo de Ministros hay “algunos fallos” en sectores como la hostelería por la limitación de espacios como se plantea con el tema de las terrazas. Confió en que los ayuntamientos agilicen en este caso la ampliación de la capacidad de las terrazas para que se pueda dar servicio con suficiente seguridad.
Santa Isabel estimó que habrá que esperar a ver la evolución en los primeros días, y sí vio positivo “la ventaja de que pueda abrir el pequeño comercio y no las grandes superficies, porque es una oportunidad para afianzarse y captar más clientes”.
El presidente provincial de los autónomos (CEAT), Juan Carlos Escuder, manifestó que a fecha de ayer veía “muchas incertidumbres por la falta de claridad”. Incidió en que con una apertura al 30% de las terrazas “es mejor mantener cerrados los establecimientos porque no vamos a poder tener ingresos”, y reclamó que se aclare si van a poder continuar los ERTEs.
Además, en sectores como el hostelero o el comercio, Escuder dijo que en la siguiente fase no se aclara si los locales deberán tener mamparas de separación, “porque si hay que hacer inversiones para quince días o un mes, nos va a suponer más gasto y no estamos en disposición de poderlo asimilar”. A este respecto consideró que ante esa situación “sería mejor estar cerrado hasta el tercer tramo de la desescalada”.
El presidente de CEAT recordó también que Teruel es una provincia turística y si hay limitación en la movilidad desde otras provincias “mal podemos mantener las plantillas enteras”. Respecto al comercio consideró que lo anunciado el martes ha generado “incertidumbre” y se debe “clarificar bien” cómo será la reapertura. Señaló igualmente que hay que garantizar la seguridad de los trabajadores.
El gerente del Centro Comercial Abierto de Teruel, Rodolfo Pangua, manifestó que tras hablar con los asociados la sensación era “agridulce, están contentos por tener una fecha para dar los primeros pasos para volver a nuestros negocios, pero por otro preocupados; los gastos van a volver todos de golpe, y los ingresos van a ser muy inferiores”.
Pangua dijo que habría que tratar de dimensionar los negocios, por el gasto que van a tener de acuerdo con la reducción del espacio en el caso de la hostelería, ya que mantener la actividad puede suponer un “coste ruinoso”, y en esos casos sería mejor “prorrogar los ERTEs.
Los comerciantes del Centro Histórico de Teruel ven además con preocupación la falta de concreción de lo anunciado por el Consejo de Ministros, a la espera de lo que salga publicado en el BOE, “que es lo sagrado”. Tras lo dicho por el presidente del Gobierno deducen que los comercios con cita previa podrían abrir la próxima semana, pero ahora tiene que aclararlo la Administración central.
Pangua estimó que esa cita previa para consumir podría funcionar bien, aunque precisó seguidamente que se generarán gastos por las medidas de prevención como pantallas, mascarillas y geles, algo sobre lo que aclaró que en el sector existe “mucha incertidumbre”.
Lo mismo sucede con la falta de concreción sobre las medidas de aforo de cada establecimiento. La situación vivida ayer por los comerciantes y hosteleros del Centro, según Pangua, fue “de una mezcla de sensaciones tras haber estado dos meses cerrados y con ganas de abrir, pero la gente ahora también tiene un poco de vértigo para tenerlo todo preparado”.
Lugares con gran afluencia
Si con la apertura de hoteles se está viviendo una incógnita de lo que va a pasar, puesto que dependen de otras provincias, lo mismo pasa con los centros turísticos de mayor atracción como pueden ser en la capital Dinópolis y la Fundación Amantes.
La gerente de la Fundación Amantes, Rosa López Juderías, dijo que trabajan ya en un plan de apertura para reducir el aforo de visitantes para mantener las distancias de seguridad. Aparte se han adquirido mascarillas, geles, mamparas y señalizaciones de movilidad siguiendo los protocolos establecidos.
Sobre la apertura dijo que dependerá del patronato y en cuanto a la posibilidad de hacerlo a finales de mayo de acuerdo con lo anunciado por el Gobierno para este tipo de instalaciones, opinó que las visitas de la provincia son escasas, solo un 6% en todo el año, mientras que su principal mercado es Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza. “Son cuatro ciudades muy grandes y para esas fechas previsiblemente no habrá movilidad en esos sitios para venir a Teruel”, argumentó.
La gerente recordó que hicieron un ERTE, han reducido mucho los gastos y “lo preferible” sería abrir cuando hubiese más movilidad en España. En cuanto a la organización de espectáculos, puesto que la Fundación Amantes es un referente cultural de la ciudad, López Juderías señaló que con la reducción de los aforos tal como establece el plan de desescalada “no puedes pagar el espectáculo, y es difícil que en el año 2020 nos planteemos hacer actividades”.
Desde el parque paleontológico Dinópolis indicaron ayer que están trabajando de forma coordinada con la Asociación Española de Parques de Ocio, y que la decisión que se tome será conjunta y se dará a conocer en los próximos días mediante un comunicado de prensa. Fuentes del parque turolense dijeron que se está trabajando pero es pronto para concretar cuándo se abrirán las instalaciones.
Los espectáculos lo ven complicado pero no imposible
El sector de los espectáculos ve complicada la desescalada en su ámbito profesional, pero no imposible. Es el que podría tenerlo más difícil porque congrega a numeroso público y las medidas avanzadas el martes indican que deberán reducirse aforos y garantizar las medidas de seguridad sanitaria.
Nacho Navarro, gerente del Cine Maravillas, todo un emblema de ocio de la ciudad, dijo que lo veía “un poco complicado” si bien reconoció que le había sorprendido que este sector entrara en la segunda fase de la desescalada, aunque con la reducción de aforos a una tercera parte y con la butaca preasignada.
Navarro aclaró que el consumo de la sala es el mismo, pero con una limitación de público para que no haya aglomeraciones. “Veremos a ver si se cubren los gastos, porque con un tercio va a ser complicado poder mantenerlo”, precisó.
El gerente de la sala indicó que va a ver la programación que hace y cómo responde el público, y en función de eso se adaptará, sin descartar la opción de modificar el número de pases. Como pronto la reapertura sería a mediados de junio.
Patricia García, responsable de Plata Eventos, se mostró “optimista y positiva”, y si bien reconoció que aforo de sitios como el Teatro Marín pueden resultar pequeños al tener que reducir las plazas, existen otros espacios en la ciudad más grandes, además de alternativas como el microteatro. “Hay que buscar alternativas y lo importante es que se está saliendo, habrá que adaptarse y encontrar otros espacios”, dijo García, quien apuntó hacia sitios abiertos como el parque de los Fueros o la plaza de toros.
Pascual Herrera, de Garbeo Producciones, quien organiza muchos espectáculos en la provincia, dijo que es pronto todavía para saber cómo evolucionará todo esto de cara al verano. Opinó que en los pueblos en julio y agosto se podrían llevar espectáculos a los pueblos y pidió “precaución y prudencia”.