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Ignacio Ciércoles muestra cómo se trabaja con las colmenas en el colegio de su hija

Ignacio Ciércoles: "La sequedad de Teruel da a la miel una calidad especial"

El apicultor de Los Olmos ha sido premiado en Tenerife
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Ignacio Ciércoles es un apicultor de Los Olmos que el pasado mes de octubre recibió el premio a la mejor miel con su miel de espliego durante el Congreso Nacional de Apicultura celebrado en Tenerife. El sábado se le hizo entrega de un diploma acreditativo durante la jornada apícola que se celebra en el CPIFP de San Blas.

-¿Dónde está su explotación?
-Yo soy de Los Olmos pero mi explotación es trashumante. Normalmente, hago las invernadas en zonas del Bajo Aragón, en Mequinenza y en la desembocadura del Ebro, hasta Tortosa, sin llegar al delta. En primavera la subimos a la zona de mi pueblo y Alcorisa y en verano a zonas más montañosas de la provincia, en Aliaga, que es donde hicimos la miel que ganó. La miel que ganó es hecha en el mes de agosto y la mandamos porque nos hicieron unos análisis y nos dijeron que la podíamos mandar porque era bastante buena, lo que pasa es que no nos esperábamos que ganara. Fue una sorpresa, porque de todas las mieles de España nos quedamos los primeros y era la primera vez que nos presentamos. El concurso lleva 4 o 5 años y creo que de Aragón tampoco ha ganado antes ninguna miel. Esta compitió con 60 diferentes tipos de miel y quedó la primera. Esto anima a seguir adelante.
-¿Qué cree que hace que esta miel sea de tan buena calidad?
-La sequedad del terreno, la altitud, el clima de aquí, que no está contaminado o el tipo de floración que viene más separada. Aquí no hay tanta agricultura ni frutales como en otros sitios, aquí hay más montaña que le da a la miel una característica especial.
-¿El espliego es una buena flor para hacer miel?
-Sí, lo que pasa es que estos años con tanta sequía se ha perdido en el campo, pero hay años que hay zonas en las que aún queda y es difícil de hacer pero se consigue y se hace.
-¿De qué otras flores hacen la miel?
-Hacemos romero, de naranjo también, de tomillo, mil flores pero sobre todo monofloral porque la zona de Teruel es buena para ello. Nos movemos con el paso de los meses y los tiempos. En la invernada nos vamos a zonas más cálidas y así como va subiendo la flor en altura nosotros también lo hacemos para poder aprovechar lo máximo que se puede y sacar rentabilidad a nuestras colmenas. Si no lo hiciéramos así este negocio no sería rentable. No estamos en una zona en la que se puedan dejar estantes, hay que moverse allí donde hay flor. Ayudamos así a la polinización y la biodiversidad a la vez que sacamos miel.
-¿Se dedica profesionalmente a esto?
-Sí. Somos pocos los que nos dedicamos a esto profesionalmente. En la provincia no sé si llegaremos a diez. Hay muchas explotaciones, más de 200, pero muchos lo tienen como afición o como segunda actividad.
-¿Está solo o necesita algún empleado?
-Estoy solo y solo en momentos puntuales contrato a alguien.
-¿Cuántos años lleva dedicándose a esto?
-Siete años. Mi suegro tenía unas cuantas colmenas como hobby, le ayudaba y poco a poco me empezó a gustar. Teníamos un bar que dejamos y nos arriesgamos a llevar las colmenas. 
-¿Recibió algún tipo de ayuda por iniciarse en este negocio?
-Ahora pedimos las agroambientales y  el plan nacional, que es una ayuda para la mejora pero para incorporarme no pedí nada. Al principio, fue complicado y no sabía si iba a funcionar o no. Ahora estoy contento.
-¿Envasan su propia miel?
-De momento no la envasamos, con la caída de los precios, nos planteamos una envasadora, pero ya veremos. A ver qué pasa con la ley de la venta directa. Ahora la vendemos a envasadores grandes. La cualifican bastante bien porque la miel de Teruel tiene buenas propiedades.
-En la jornada de San Blas se habla sobre la preocupación por la avispa invasora Vespa Veletina. ¿Ha llegado ya a Teruel?
-De momento no pero tenemos constancia de que ya ha entrado en Aragón y no tardaremos mucho a tener problemas.
-¿Cuántas colmenas tiene en su explotación?
-Tengo una explotación de 600 colmenas. Normalmente movemos todas, algunas pasan el invierno en Aragón y otras en Cataluña. Allí, empiezan antes y llevamos ya la abeja adelantada para cuando llegan a nuestro territorio.
-El cambio de tiempo, con una época de lluvias después de la sequía. ¿Lo han notado para bien?
-En principio se notará para bien esta primavera, pero es complicado porque las lluvias son beneficiosas pero el frío llega muy tarde, que es lo que nos hace retrasar la floración. 

Nuestra mayor campaña es con el romero y es una planta tan delicada que si llueve en verano o pronto en otoño y hace calor florece en invierno y nosotros no la podemos aprovechar.
-¿Le anima el premio a presentarse otras veces?
-Sí, pero sobre todo a seguir en el camino que estamos, ayuda a seguir adelante porque demuestra que las cosas se están haciendo bien.