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Huella turolense en la futura renovación del parlamento europeo en Bruselas Huella turolense en la futura renovación del parlamento europeo en Bruselas
Recreación de cómo quedará el edificio y su interacción con el resto del complejo de la sede de la Unión Europea y con la ciudad de Bruselas

Huella turolense en la futura renovación del parlamento europeo en Bruselas

El estudio del arquitecto Antón García-Abril, hijo del músico turolense, participa, junto a otros cuatro gabinetes, en el diseño del concurso ganador para su rehabilitación
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Ensamble Studio, de los arquitectos Antón García-Abril y Débora Mesa, forma parte de Europarc, colectivo de diseño formado por cinco estudios de arquitectura de cinco países europeos, que ganó el concurso internacional para diseñar el nuevo edificio del Parlamento Europeo. La propuesta ganadora del colectivo se centra en la renovación del Edificio Paul-Henri Spaak de Bruselas, de acuerdo con un enfoque circular para minimizar los residuos. Además, honra a la democracia europea, sobre todo a través de la composición internacional del colectivo, y a que plantea que haya muchas áreas públicas accesibles al público.

Europarc está compuesto por estudios de arquitectura de Bélgica, Francia, Italia, Holanda y España con el apoyo de dos empresas de ingeniería. Juntos, estos equipos cuentan con más de 30 nacionalidades diferentes en sus filas. Su formación multidisciplinar y multinacional hace hincapié en un nuevo enfoque de la arquitectura, que prioriza la colaboración y el saber hacer de diferentes disciplinas, en lugar de confiar en el individualismo y toma de decisiones singulares, una práctica común en el siglo pasado.

Así, el equipo se comprometió en un proceso creativo que encarna el ideal democrático de la Unión Europea. Todos los miembros, inspirándose en sus respectivas culturas, orígenes y especialidades distintas, trabajaron juntos para proponer un diseño colectivo para dar solución al edificio del Parlamento Europeo. El diseño busca atender necesidades urgentes, retos a los que se enfrenta Europa y el mundo en general, incluido el cambio climático, las desigualdades y la conexión entre lo físico y digital, algo que ya se puso de manifiesto en el modo de colaboración del colectivo, cuando se adoptó un enfoque remoto y flexible desde el primer brote de Covid-19.

El Parlamento Europeo convocó el concurso internacional para renovar el edificio Spaak en mayo de 2020, con los objetivos de dar un ejemplo positivo de sostenibilidad y construcción regenerativa, y entablar un diálogo con los ciudadanos y la ciudad.

La propuesta de Europarc sobresalió entre los 15 diseños finalistas y fue nombrada oficialmente ganadora del primer premio hace ahora un año. El jurado elogió el proyecto tanto por su funcionalidad como por su simbología y cualidades, llamándolo “una propuesta de reutilización genuina que ofrece una interfaz mejorada con el público y una nueva expresión arquitectónica para el edificio con útiles características de sostenibilidad”. El actual edificio Spaak tiene numerosas deficiencias, sin embargo, demolerlo y reemplazarlo con un nuevo palacio podría ser un enfoque equivocado.

En el sector de la edificación, más del 50% de la huella de carbono generada se produce en la construcción de la estructura bruta de un edificio. Si se desmantela por completo, todo ese gasto se pierde y debe gastarse de nuevo en una nueva construcción. Aquí, la estrategia planteada es reutilizar rigurosamente la mayor parte de la estructura.

Además, la estrategia de diseño ofrece mejorar significativamente la condiciones de trabajo y catalizar el potencial de comunicación e intercambio con los ciudadanos europeos manteniendo la mayor parte posible de la estructura existente.

A escala urbana, el diseño de Europarc pretende reforzar el vínculo entre el edificio y la ciudad. Al abrir la manzana, mejora la continuidad de los flujos de peatones en el área y crea una conexión más fuerte entre la Place du Luxemburgo y Parc Leopoldo. El ámbito público se expande tanto dentro como fuera de la arquitectura, creando un experiencia más acogedora para los ciudadanos y visitantes de Bruselas.

Un ágora verde conectada con el hemiciclo, como se aprecia en esta recreación, será uno de los elementos más destacados del proyecto ideado por Europarc

El proyecto plantea así que el edificio no debe ser impenetrable, sino que debe ser un lugar de apertura. Por lo tanto, podría crearse un pasaje público a través del parlamento. De forma natural e intuitiva, brindará una gran entrada a los visitantes del edificio y establecerá una verdadero nodo de la red peatonal de Bruselas.

La nueva sala de reuniones del Parlamento Europeo, denominada Hemiciclo, se plantea reposicionado los niveles superiores del edificio renovado para cumplir con los requisitos espaciales para una cámara modernizada. El equipamiento digital ayudará a difundir el discurso de la democracia más allá de los confines físicos. La sala está ampliamente integrada con la plataforma digital del Parlamento para mejorar la transparencia y fomentar la participación.

Otra característica destacada son los grandes ventanales que establecen un diálogo visual entre el Parlamento, el jardín de la azotea, así como la ciudad. Uno de estos grandes ventanales también puede convertirse en una pantalla para transmitir información en tiempo real durante las asambleas.

El Ágora Verde

Ubicado en el piso más alto, el Ágora Verde será la culminación de la visita del público al edificio. El jardín botánico que ha proyectado el equipo de Europarc se inspira en el ágora de la antigua Grecia. Pero en el siglo XXI, y llevado al foro de Europa, no solo estará conectado visualmente al hemiciclo a través del techo abierto de este último, sino que lo han ideado para que sirva como faro de la democracia europea. “La sinergia paneuropea se refuerza en términos naturales, ya que el parque reúne vegetación autóctona de todos los estados miembros para formar un ecosistema europeo multifacético”, destacan los redactores.

En definitiva, el nuevo edificio proyectado para renovar la imagen del actual parlamento europeo destacará por su planta baja permeable, su hemiciclo y el ágora verde que vendrán a crear un ecosistema donde los ciudadanos serán los protagonistas y los acercará a los procesos democráticos de Europa.

El desarrollo de este concurso para seleccionar la mejor idea contó con el aval de la Unión Internacional de Arquitectos y ahora está en espera de recibir financiación para poder acometer el parlamento europeo del futuro.