Hoy se presentan varios proyectos de energías renovables que benefician a 42 municipios de Teruel

Un total de 42 pueblos de la provincia de Teruel han constituido cuatro asociaciones en diferentes zonas del territorio para promover una gestión sostenible de los recursos eólicos, solares y forestales. Las cuatro agrupaciones se han gestado en los últimos dos años y aglutinan a pueblos que quieren explotar sus recursos ambientales para crear empleo, para lo que ya hay contactos con diferentes empresas del sector.
El presidente Lambán será el encargado de presentar hoy, junto con el vicepresidente y consejero de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial, Arturo Aliaga, varios proyectos de energías renovables previstos para la provincia de Teruel y que pueden suponer un importante impulso en algunas comarcas. El acto contará con Fernando Samper, presidente de Forestalia, que es una de las empresas interesadas en gestionar los recursos energéticos turolenses. 
Antonio Arrufat, que es asesor del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán y uno de los promotores de estas asociaciones, destacó el “modelo participativo” que plantean las asociaciones de municipios porque una parte de los ingresos “se socializarán”. Estas agrupaciones contemplan la aportación de un porcentaje de los ingresos obtenidos a través de los recursos energéticos para crear un fondo común que redundará en todos los integrantes. 
El germen de esta iniciativa asociativa está en el interés de los pueblos del Maestrazgo por explotar los recursos eólicos que ya generan beneficios en localidades limítrofes pero de la provincia de Castellón. Así, en municipios como La Iglesuela del Cid o Bordón soportan el impacto sonoro y visual de los aerogeneradores mientras que los ingresos revierten en poblaciones como Portell de Morella u Olocau del Rey, respectivamente.
Tras la del Maestrazgo, denominada Viento Alto, se crearon otras tres asociaciones más que tienen entre sus fines “el aprovechamiento de los recursos climáticos naturales, como el viento y el sol con destino a la energía”, según figura en los estatutos de la Asociación Majalinos Renovables, que incluye a diez municipios de las comarcas de Cuencas Mineras, Andorra Sierra de Arcos y Bajo Aragón. 
La agrupación que está más avanzada y que ha servido de ejemplo al resto es la de Viento Alto, integrada por diez localidades de las comarcas del Maestrazgo y Gúdar-Javalambre. A estas dos agrupaciones mencionadas se suman una tercera denominada Mudéjar, que incluye nueve municipios de la zona de Andorra y su entorno, y Altiplano, que es la cuarta y aglutina precisamente a los ayuntamientos de esa zona de la comarca Comunidad de Teruel.
En estas asociaciones hay representación de municipios con diferente signo político ya que el objetivo es que los recursos que se obtengan reviertan en el territorio de forma equitativa, para que los beneficios de las energías renovables que se proyecta implantar reviertan en toda la zona.
Así, parte del dinero generado por los alquileres del terreno y los impuestos que generarán esos parques de renovables se distribuirá de forma igualitaria “sin tener en cuenta el número de molinos que cada uno tenga”, comentó el alcalde de La Iglesuela del Cid, el socialista Fernando Safont. El responsable municipal recalcó que estas agrupaciones incluyen a los municipios donde previsiblemente se dan las condiciones ambientales para la instalación de generadores energéticos, pero que en el momento de constituir la agrupación no sabían si finalmente iban a contar con ellos o no y en qué número.
En este sentido Arrufat agregó que los condicionantes ambientales son importantes y pueden repercutir en que los ingresos entre unos municipios y otros sean dispares, de ahí la importancia de contar con un fondo solidario para invertir parte de los beneficios.
Además de con la compañía energética Forestalia, los ayuntamientos turolenses han contactado con otras empresas del sector, entre ellas Renomar, que es la que gestiona algunos de los aerogeneradores situados en los límites de Castellón con Teruel, o Endesa, que ya explota varios parques eólicos en Teruel. 
Los alcaldes del Maestrazgo consultados son conscientes de las restricciones ambientales que tienen sus territorios y también del impacto que pueden suponer estas instalaciones energéticas para otros sectores, como el turístico, pero creen que el proyecto tiene más ventajas que inconvenientes y recalcan que, para muchos pueblos, puede constituir su única tabla de salvación. Por otro lado saben que no todos los sectores de la población estarán de acuerdo con el impulso de estas iniciativas energéticas.
Roberto Rabaza (PAR), que es el secretario de Viento Alto además de presidente de la Comarca del Maestrazgo y alcalde de Tronchón, reconoció que “se ha invertido mucho en turismo en la zona y los molinos tienen un impacto visual”, pero añadió que “los pueblos se están muriendo y, de seguir así, no quedará nadie para atender al turista”. Por otro lado, recalcó que las energías renovables van a estar cada vez más presentes y “al final formarán parte del paisaje”.
En este sentido Fernando Safont destacó la calidad del paisaje del Maestrazgo, aunque lamentó que “cada vez hay menos gente” en una comarca donde sus únicos recursos son, según enumeró, “la madera, que cada vez vale menos, y el viento”, que en los pueblos de Castellón genera empleo y economía.
Ricardo Altabás (PP), alcalde de Cantavieja y vicepresidente de la Comarca del Maestrazgo, también se posicionó a favor un proyecto que considera “generador de empleo”. No obstante, reseñó que, a falta de saber cuántos aerogeneradores se colocan y dónde, “el impacto visual es importante y habrá gente que se posicione en contra, lo cual es muy respetable”, añadió. 
La presencia de parques en el límite de Castellón fue el detonante que animó a los municipios turolenses a explorar sus posibilidades eólicas y también será clave para verter a la energía generada a la red a través de la línea de evacuación Morella.