Hemeroteca: 1979, el año que Teruel estuvo a punto de quedarse sin Sermón de las Tortillas por una decisión política

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el cambio aprobado por el Ayuntamiento, pero nadie parece que prestó atención al baile de festivos en Teruel hasta que se acercó el día del Sermón de las Tortillas y se dieron cuenta de que había que trabajar. A pocos días de este martes de Pascua de 1979, el periódico se preguntaba ¿habrá Sermón de las Tortillas? Porque el BOE publicado meses antes, en febrero, decía que no, pero la costumbre mandaba otra cosa.

El caso era, según explicaba Lucha en su edición del 16 de abril de 1979, que el Ayuntamiento de la capital había propuesto cambiar el 17 de abril (Sermón de las Tortillas) por el 1 de septiembre (Fiestas del Jamón), como festivo, propuesta que fue aprobada y publicada en el BOE del 14 de febrero de aquel año. Pese a que nadie ocultó nada y ahí está el BOE para atestiguarlo, pocos o muy pocos se enteraron. Y han caído ahora en la cuenta de que ya no es festivo, que es día laboral a todos los efectos, y o meriendan en el tajo o ayunan hasta después de concluir la jornada decía la noticia de este periódico.

Apuntaba que la supresión de la fiesta, aunque últimamente estaba perdiendo fuerza, había provocado quejas y por ello, la Delegación provincial de Trabajo había hecho pública una nota en la que manifestaba que no tenía inconveniente en que las empresas que lleguen a un acuerdo con sus trabajadores podían volver a cambiar los festivos o arbitrar otro medio de común acuerdo, de tal manera que al menos la tarde del 17 pudieran tener libre para celebrar esta fiesta.

Así y todo, en el periódico, según leíamos, no tenían muy claro qué pasaría, y aprovechaban para poner la nota de nostalgia, lamentando que ya no esté el Campanero con su acordeón, para bailar en el Amples aquello de “vuela, vuela palomita, vuela, vuela al palomar...” y no sigo porque canto muy mal. 

Al día siguiente, el director del periódico Mariano Esteban escogía el tema para la columna que publicaba bajo el título Panorama turolense.

Alertaba de que esta típica fiesta turolense que durante siglos constituía uno de los tres pilares de nuestra forma de ser, está en trance de desaparición. Una fiesta que describía recordando las jotas, las coplicas improvisadas, los bailes al son de un acordeón o del tañer de las bandurrias’. Y recordaba que allá por el año 1944 se decía que si un día desapareciera el Sermón de las tortillas habría desaparecido el cincuenta por cien de la razón de nuestro ser junto con la Vaquilla. Muestra de ello era precisamente la copla que citaba: ¿Qué sería de Teruel / si no fuera por los Amantes / el Sermón de la tortilla / y la Vaquilla del Ángel?.

Otra prueba en 1985

La afición de los turolenses por este día festivo salvó la tradición aquel año. Pero no sería la última prueba. Cuenta el historiador Serafín Aldecoa que en el año 1984 se inició una recogida de firmas después de que la fiesta del Corpus dejara de considerarse festiva para cambiar este festivo local del Sermón de las Tortillas y recuperar así el del Corpus. Parece que la recogida de firmas tuvo su efecto, al menos oficial, pero el tesón de los turolenses hizo que aquel 1985, a pesar de ser laboral, se celebrara la fiesta igualmente por la tarde cuando cerraron los comercios. Así lo leíamos en la edición del periódico de aquel abril de 1985 cuando bajo el titular Notas de un puente festivo, recogían que pese a que no es fiesta oficial, si se hará durante esta tarde de forma un tanto informal, pero efectiva en cualquier caso.