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"Había que tener fuerza y estar al lado de quienes daban la vida por los enfermos"

Pilar Martín recibe el Premio Ángel Torres por su apoyo a la profesión desde Riesgos Laborales
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María Pilar Martín Villarroya, enfermera de la unidad básica de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) del Sector de Teruel, recibió este sábado el premio Ángel Torres del Colegio Oficial de Enfermería de Teruel por su trayectoria y muy especialmente por el apoyo que ofreció a los profesionales turolenses durante la pandemia.

“Este premio significa el reconocimiento de mis compañeros a mi trayectoria como profesional y para mí tiene un componente muy emocional ya que Ángel Torres y yo fuimos compañeros y amigos cuando estuve como vicepresidenta en el colegio”, comentó Martín tras este homenaje.

La premiada recordó cómo fue su labor desde el servicio de Riesgos Laborales durante la pandemia. Reconoció que fue una situación bastante difícil para todos los sanitarios y por ello, además del control de los profesionales enfermos, ellos tenían que contar con “una persona cercana para poder atender las necesidades que tuvieran los sanitarios en ese momento”. Por ello, Martín subrayó que fue una relación de compañero a compañero más que de profesional a paciente.

“El comienzo de la pandemia fue una situación bastante dramática, decidí que había que tener fuerza y que había que estar al lado de la gente que estaba dando la vida por los enfermos”, recordó la homenajeada que daba su número de teléfono a sus compañeros y les apoyaba en todo momento.

Prevención

Martín reivindicó el papel de la prevención de riesgos laborales, señaló que “a los sanitarios les falta mucho por saber” sobre este ámbito. “Tiene muchos campos no conocidos. Lo más relevante sería que se apostara en las empresas privadas y en las públicas por la prevención de riesgos laborales: tendríamos menos problemas de salud de los trabajadores”, argumentó.

La galardonada recordó que su vocación surgió siendo muy joven. Su padre enfermó cuando ella tenía 13 años y murió cuando tenía 16 y se acercó a esta profesión trabajando con los ancianos del Asilo con una monja que se llamaba sor Manuela. “A partir de ese momento, decido que quiero ser enfermera para dedicarme a cuidar a los demás”, resaltó y añadió que es creyente, “una mujer de fe”, lo que le lleva a este servicio a los demás.

El premio Ángel Torres ha llegado a su undécima edición, se creó para recordar a la figura del que fuera durante muchos años presidente del Colegio de Enfermería de Teruel tras su fallecimiento y reconoce la labor individual de un profesional de la enfermería que haya sobresalido o destacado en los diferentes ámbitos de la profesión. María Pilar Martín se diplomó en Enfermería en 1987 por la Escuela Universitaria de Enfermería de Teruel. Se especializó en Enfermería de Empresa por la Generalitat Valenciana en 1989 y como técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales, especializándose en Higiene Industrial y Ergonomía, en 2001, por la Escuela de Ciencias de la Salud del Consejo Nacional de Enfermería.

Trabajó como enfermera instrumentista en el quirófano del Hospital Obispo Polanco desde 1987 hasta 2001. Lo compaginó desde 1990 hasta el 2001 con su trabajo como enfermera de empresa en el servicio médico de Ronal Ibérica. A partir de 2001, fue enfermera de empresa del Servicio de Prevención del Área IV de salud, y actualmente enfermera de la unidad básica de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) del Sector de Teruel.

Fue vicepresidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Teruel entre los años 1988 y 1992. Cuenta con una amplia trayectoria docente, entre otros centros en la Escuela de Enfermería.