GALERÍA DE FOTOS: Teruel bate el récord del mundo de besos en cadena

Como no podía ser de otro modo, Teruel ya figura en el Guinness World Record (GWR) como la ciudad con el beso en cadena más largo del mundo. Hasta 1.015 ¡muacks! se escucharon en apenas unos minutos en la plaza del Seminario, en medio de un silencio sepulcral mientras la francesa Anna Orford, jueza de GWR, recorría la enorme fila de personas al ritmo con el que unos se iban besando con los otros, en riguroso orden, para verificar que cada ósculo tenía lugar en tiempo y forma. 

La cosa parecía cantada incluso antes de comenzar, pues de largo se superaban los 351 besantes colombianos que hasta ahora ostentaban el record. De hecho la prueba comenzó con gran retraso dado que, veinte minutos después de la hora prevista, todavía existía una cola importante de personas inscribiéndose y recibiendo su dorsal. 

La verdad es que fueron 1.015 y todavía podían haber sido bastantes más, porque en la plaza quedaban no pocos curiosos a los que, sin embargo, les faltó paciencia para seguir aguardando cola para inscribirse.

La cantidad de participantes no sorprendió a la jueza, una joven francesa afincada en Londres: “Aquí en España os besáis todo el rato y os gusta mucho salir a la calle”, decía. “En Inglaterra o Francia este record sería imposible de romper”. 

Pero no fiarse. Cada beso se tenía que producir nada más recibir el anterior, con dos segundos de lapso. Algún despistado con el móvil o algún niño rebelde con un berrinche inopinado podía dar al traste con una de las tres oportunidades de las que se disponían para romper la marca. 

En medio de un gran ambiente de fiesta, en el concejal José Luis Torán repitió las reglas e incluso se realizaron dos ensayos. A la tercera, que fue la buena, el silencio se hizo cuando Diego de Marcilla (Oriol Joanpere) abrió el fuego contra la mejilla de Emma Buj, la alcaldesa. La serpiente fue recorriendo la plaza durante unos minutos interminables hasta el ¡muacks! final en el rostro de Isabel de Segura (Iris Latorre) que le propinó su novio.

La alegría colectiva se desató entonces –es lo que ocurre cuando uno da y recibe besos así, por las buenas–, y más todavía cuando Anna Orford subió al escenario para confirmar, junto a la alcaldesa, que Teruel entraría en la próxima edición del Libro de los Records de GWR con, nada más y nada menos, que 1.015 besos de una tacada. Buj se mostró satisfecha “por la respuesta de los turolenses, de la que no he dudado ni un minuto, y que va a permitir a nuestra ciudad figurar en los Record Guinness”. A partir de ahora la Ciudad del Amor ya tiene un número que la identifica junto a las mujeres más altas, los hombres más bajitos, o las personas que más nueces son capaces de cascar con el culo. “A partir de ahora ya es hora de ir buscando nuevos retos para promocionar Teruel como Ciudad del Amor”, aseguró Emma Buj.