Francisco Javier Ferrer, de la CHJ: “En situación de sequía, la reducción de los consumos es una cuestión ciudadana”
El comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar confía en que la situación del Arquillo reviertaLos bajos niveles que presenta el embalse del Arquillo en esta época del año preocupa a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), puesto que es el más bajo de este siglo al encontrarse a solo un 15% de su capacidad. Tras las medidas de ahorro acordadas en la ciudad de Teruel, que han supuesto reducir un 50% la aportación de agua para consumo desde el embalse, la CHJ mira aguas arriba, de cara a la próxima campaña de riegos, por lo que se van a instalar medidores para poder tener un control y adoptar las medidas de ahorro que se consideren oportunas en las acequias para garantizar que llegue agua al Arquillo si persiste la sequía. El comisario de aguas de la CHJ, Francisco Javier Ferrer, que se ha reunido la pasada semana con comunidades de regantes para explicarles lo que se va a hacer, asegura que en situaciones de sequía la reducción de consumos es algo de lo que tienen que concienciarse los ciudadanos. En el caso del Arquillo, considera que los turolenses están sensibilizados ante la escasez de recursos hídricos que tiene embalsados en estos momentos el pantano. Confía, no obstante, en que el ciclo cambie y no siga empeorando la situación puesto que si perdurara la sequía se estaría ya ante una anomalía importante.
- ¿Cuál es la situación actual en el embalse del Arquillo por la sequía, así como en la parte alta de la cuenca del Júcar aguas arriba?
- Ahora mismo los problemas en lo que es la Confederación Hidrográfica del Júcar se centran mucho en cabeceras tanto Júcar y Cabriel, como Guadalaviar y Alfambra y Arquillo de San Blas. Claro, este embalse tiene poco más de tres hectómetros cúbicos cuando el año pasado estaba por encima de 16 y eso ha obligado a hacer restricciones en los regadíos, aunque ahora no es época de riego, pero los regadíos aguas abajo de Arquillo tienen sus tomas cerradas.
- ¿Qué se está haciendo para garantizar a futuro el agua a Teruel?
- Lo que es el abastecimiento a Teruel se ha obligado a dos tipos de actuaciones. Las campañas de sensibilización del propio Ayuntamiento y de cierre de algunas fuentes ornamentales y tal pues ha permitido reducir el consumo.
- ¿A un nivel suficiente o hay que hacer más restricciones?
- Las últimas cifras que daban los responsables del Ayuntamiento era de una reducción del orden del 5%, y además lo que se ha hecho es la puesta en marcha de los pozos que tiene la ciudad y el 50% de los suministros ya son de esos pozos, y solo el resto es del embalse del Arquillo para ir guardando ese volumen en previsión de cómo evolucione el año.
- ¿Son las únicas medidas que se pueden tomar ahora en el estado actual?
- Son las medidas correctas que se pueden tomar y se hacen ahora para evitar problemas en el futuro.
- Sé que no es adivino, ¿pero podría empeorar más la situación a lo largo de los próximos meses?
- Hombre, lo normal estadísticamente hablando es que en primavera llueva más de lo que está lloviendo ahora, pero hay que ponerse la venda antes de la herida.
- Sí, pero lo mismo se pensaba durante la pasada primavera y apenas llovió, y tampoco lo ha hecho durante los últimos meses del año.
- Efectivamente, lo mismo se pensaba el año pasado y luego ni en primavera ni en otoño ha llovido, entonces lo que hay que hacer es un seguimiento. De hecho, las reuniones de lo que es la comisión de desembalse del Arquillo de San Blas tienen una periodicidad mensual, cuando lo habitual es una antes de la campaña de riego en abril, y otra al acabar octubre, y ya desde que finalizó la campaña de riego es una reunión mensual para actualizar esta información.
- ¿Cuándo volverán a reunirse para ver cómo va evolucionando el agua embalsada en el Arquillo y tomar, si fuera necesario, más medidas?
- Pues aún no está convocado pero probablemente sea a finales de este mes de enero.
- Por parte de la Administración se están tomando medidas, y toca también que lo haga la ciudadanía con conciencia de que el agua no es un recurso eterno y hay que saber gestionarlo también en casa. ¿Está concienciada la población?
- Lo que está claro es que en una situación de sequía la reducción de los consumos urbanos son esencialmente un tema ciudadano.
- ¿Cómo se debe actuar?
- Pues con pequeños gestos como cerrar el grifo o poner el lavavajillas lleno, o la ducha en vez del baño son los temas habituales.
- ¿Es en las casas donde más se consume?
- Normalmente el gran consumidor es el regadío, pero en el caso que nos ocupa de Arquillo, en el que ahora mismo no se está regando, el único consumidor es el abastecimiento de la ciudad, entonces esos ahorros del cinco o el diez por cien que se pueden esperar pues son conseguidos por la actuación de la ciudadanía, y eso es importante.
- ¿Qué se puede hacer para sensibilizar más, si cabe, a la población, campañas específicas, información?
- Bueno, aquí lo que cuenta es la información. Me consta que los medios de comunicación de Teruel continuamente están trasladando esta problemática a la sociedad y creo que es la forma de funcionar. Son campañas de sensibilización y con independencia de actuaciones de la propia administración local, de menor riego de parques y jardines, o del menor baldeo de calles, como el cierre de fuentes ornamentales, pues el efecto del propio ciudadano en el consumo también es importante. También es cierto que cuando luego llegan las campañas de riego, las restricciones que tengan los regantes pues se asumen con mucha más facilidad si la ciudadanía también ha hecho su parte de los deberes.
- En Teruel parece que se está haciendo bien porque se ha reducido el consumo, aunque no hay que dejar de insistir.
- Sí, sí, yo creo que Teruel es un buen ejemplo de que esta sensibilización está teniendo efecto.
- Lo problemático va a ser si llega la primavera y continúa sin llover, que es la preocupación que existe.
- Claro, si la primavera es seca, pues en verano con el llenado de piscinas y ese tipo de cosas pues estará más complicado, pero bueno, tampoco adelantemos acontecimientos.
- Tampoco sería lógico que se llenasen las piscinas en verano si la situación de sequía no cambia, ¿no le parece, hay forma de evitar que ocurra eso?
- Bueno, eso ya habrá que ver lo que dice el plan de emergencia que tiene el propio Ayuntamiento. Esto entra en el ámbito de las competencias locales, tampoco podemos prejuzgar el agua que habrá almacenada en el Arquillo de San Blas cuando llegue la campaña estival.
- ¿Se puede hacer alguna estimación de cómo puede evolucionar la situación a partir de ese 15% de agua embalsada que tiene en estos momentos el embalse? ¿Hasta cuándo tendríamos agua si todo siguiese igual que ahora?
- Bueno, con eso se permitiría pasar el año. A partir de ahí, claro, llegar a estas fechas del año que viene con el embalse completamente exhausto pues es complicado.
- Luego tenemos un año por delante para que la situación cambie.
- Tiene que llover. También es cierto que ya no llovió el año pasado, y que no llueva este pues ya empieza a ser más duro, pero es lo que hay.
- Entiendo que son ciclos de sequía, aunque una visión apocalíptica por el cambio climático nos dibujaría un escenario bastante catastrófico.
- Sí, sí, pero realmente son series muy severas. Es decir, si este año vuelve a ser seco ya empezará a ser una anomalía verdaderamente importante en la serie histórica.
- A mediados de la década pasada ya hubo un periodo de sequía aunque no a los niveles actuales, y a mediados de los años 90 el embalse se secó por completo. Da la impresión de que sigue la misma pauta cada diez años aproximadamente.
- Sí, en 1995 se secó el Arquillo, pero luego por contra es un embalse relativamente pequeño y las recuperaciones son también espectaculares si la sierra aporta lo que llega a aportar muchas veces. Entonces bueno, ya veremos.
- Hay que ser confiados pero cuidar el consumo por si acaso, ¿no?
- Efectivamente, tiene que haber prudencia, y ahorrar agua por lo que pueda venir y ser confiados en que la primavera será razonable. Pero claro, una cosa es esperar una primavera razonable y otra no tomar todas las medidas que se puedan adoptar.