Finaliza en Teruel un Ramadán sin poder rezar en las mezquitas

Este fin de semana ha finalizado un Ramadán atípico, sin rezos en las mezquitas ni reuniones familiares y solo ya al final coincidiendo con el Eid Al-Fitr, una celebración que marca el fin del mes sagrado para todos los musulmanes, se han podido juntar las familias en grupos de menos de diez personas, como está establecido en las fases de desescalada. Aún así algunas lo han hecho con miedo debido a la situación sanitaria y los preparativos no han sido tan fastuosos como en años anteriores.

“No hemos podido rezar en la mezquita, tampoco se ha comprado tanto como otros años, sobre todo los musulmanes de los pueblos que no han venido a Teruel durante este tiempo”, comenta Mahorad, un musulmán que regenta una tienda de comestibles y otros artículos, en el Centro Histórico de Teruel.

Para romper el ayuno en los días del Ramadán se consume bastante carne y muchos dulces, así como fruta. “Durante la noche se come tres veces”, explica.

A diferencia de otros años, en esta ocasión durante el mes no se han podido juntar con otros familiares que no viven en su propia casas. “Otros años se juntan diez o veinte personas y ahora no se puede”, explica.

La carne que tiene a la venta sigue el método halal y estos días para los musulmanes que están en los pueblos turolenses ha sido complicado comprar este producto. Para ellos, se ha llegado a enviar desde Teruel por agencia a domicilio y así han podido cumplir con su costumbre.

El Ramadán comenzó el 23 de abril y ha finalizado este sábado y, aunque las medidas del confinamiento se ha ido relajando, la mezquita de Teruel todavía no se ha abierto al público. La Comisión Islámica de España recomendó la suspensión de la oración comunitaria de Eid Al-Fitr de este año con la que se hubiera celebrado el final del Ramadán.

También es tradicional que los niños estrenen ropa en esta fecha y, aunque sea en reuniones con los más allegados y si han podido acudir a los comercios que han abierto en la fase 1, los pequeños de las casas de los musulmanes afincados en la provincia habrán podido lucir sus nuevos trajes. Según el Estudio Demográfico de la Población Musulmana de la Unión de Comunidades Islámicas de España, en 2019 en la provincia había 8.126 musulmanes, de los que 5.091 eran extranjeros y 3.095 tenían nacionalidad española.

Fátima es otra musulmana afincada en Teruel desde hace muchos años. De origen argelino se reúne habitualmente con otros familiares que también viven en la ciudad, pero reconocía que había temor a poder juntarse en esta ocasión por la situación sanitaria. Ahora confía en que la fiesta más importante para ellos, la Eid El-Adha, o fiesta del cordero, que se celebrará a finales del mes de julio, pueda desarrollarse como todos los años.