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Félix Hernández, gerente de marketing digital de Telefónica: Félix Hernández, gerente de marketing digital de Telefónica:
Félix Hernández de Rojas

Félix Hernández, gerente de marketing digital de Telefónica: "La práctica de una agricultura sostenible debe acompañarse de la digitalización"

"El uso de la tecnología se adapta a las necesidades y tamaño de cada explotación"
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Félix Hernández de Rojas, gerente de Desarrollo de Negocios y Marketing Digital de Telefónica Emprsas, asegura que el sector agroalimentario es uno de los más activos a la hora de digitalizarse, a pesar de que el cambio hacia un modelo agro-digital aún está “en el punto de partida”.

-¿En qué consiste la digitalización del sector agroalimentario y del medio rural?
-La transformación digital del sector agroalimentario consiste en la utilización de datos de forma masiva en la agricultura y ganadería para ayudar al agricultor o ganadero en su toma de decisiones y apoyar el desarrollo de modelos de negocio que optimicen el uso de los recursos, incrementen los beneficios y sean respetuosos con el medio ambiente.  También es un cambio que afecta a toda la cadena de valor del sector y no solo implica al sector primario. La digitalización afecta a eslabones posteriores de forma que las industrias transformadoras se incorporan a la revolución 4.0. Y finalmente se crea una comunicación transversal y muy directa desde el campo hasta el consumidor, que busca más información y que es más sensible y exigente en cuanto al origen del producto y al proceso que ha sufrido hasta llegar a él.

-¿Aragón ha emprendido ya la transformación digital de la agricultura?
-Tras la pandemia, no sólo Aragón, sino todo el país aceleró la introducción de la tecnología en sus empresas para mejorar su modelo productivo y para ayudar a contrarrestar el efecto inflacionista de las materias primas y la energía. El año pasado el sector agroalimentario fue uno de los más activos a la hora de digitalizarse. En Telefónica firmamos en un solo año relevantes contratos con múltiples empresas del sector primario y de la transformación alimentaria para digitalizar tanto la producción (el campo o la granja y el proceso de transformación industrial posterior), como la gestión del stock y el almacenamiento de forma eficiente. También avanzamos en la evolución de las fábricas hacia modelos más robóticos y automatizados. Actualmente, los que más están apostando por estos modelos son las empresas manufactureras y conserveras, así como las cooperativas agropecuarias.

-¿Queda mucho por hacer?
En cuanto a la segunda pregunta, en realidad diríamos que estamos en el punto de partida. Según una reciente encuesta del Observatorio de la Digitalización en el Sector Agroalimentaria sobre el grado de adopción de nuevas tecnologías digitales en la producción primaria y la industria, más del 80% de los agentes del sector utilizan tecnologías digitales comunes, como Internet o dispositivos digitales, pero apenas el 30% hace uso de tecnologías más avanzadas como la inteligencia artificial o la computación en la nube.

-Un agricultor turolense que quiera digitalizar su negocio, ¿qué tiene que hacer, por dónde empieza, es muy caro?
-La principal propuesta es pasar del actual modelo agrícola a uno agro-digital en el que se incorpore la conectividad desde el inicio, a través de sensores en las zonas de cultivo o mediante una plataforma que digitalice los procesos manuales del campo o de la granja. También debe acostumbrarse a intercambiar y compartir datos con sus proveedores. De esta forma, conseguimos conocimiento a través de todo el proceso (trabajos de preparación de la tierra, siembra, cultivo, recogida, procesamiento y posterior comercialización) que podemos transformar en decisiones ejecutivas que introduzcan mejoras y mejoren la calidad. Además, podemos hacer una trazabilidad del producto que ayuden a su venta y eviten el fraude. No es caro o barato, es rentable, porque el agricultor debe aprender que los datos que produce son muy valiosos. Lo que recomendamos es que se rodee de especialistas, y sobre todo si es pequeño, que busque apoyo en la cooperativa a la que pertenezca o en la empresa transformadora a la que surta. Nosotros estamos colaborando con ellas activamente. Y que se involucre en un plan de transformación no solo de su propia explotación sino de la cadena de suministro donde participa.

-¿Cómo se pueden aplicar el Internet of Things (IoT), el Big Data, el blockchain o la inteligencia artificial en las explotaciones agrícolas de Teruel?
-Gracias a las comunicaciones NB-IoT (que no es sino una versión previa del actual 5G y totalmente compatible con esta tecnología) y a los sensores que se colocan en los cultivos se pueden monitorizar diversos parámetros, como son, por ejemplo, el estado del suelo y de la planta junto a las condiciones climatológicas. Estos datos que son recogidos en una plataforma de gestión de los trabajos de campo, y que, junto con imágenes satelitales que recogen los distintos índices de vegetación de los cultivos, se procesan y analizan gracias a soluciones de inteligencia artificial, facilitan a los agricultores tomar decisiones a corto, medio y largo plazo. Así, el agricultor o ganadero podrá saber la cantidad de agroquímicos o abono necesario, planificará de forma exacta las tareas asociadas a la explotación o la contratación de personal adicional necesaria. Este tipo de soluciones se aplican tanto a agricultura extensiva de cereal y también a cultivos de frutales, hortalizas, olivo, vid y hortaliza.

Otras posibles aplicaciones son: el riego smart, la monitorización en tiempo real de cultivos con soluciones de visión inteligente, la gestión y monitorización de flotas agrícolas, las soluciones de campo digitales, la trazabilidad de productos con blockchain y la analítica avanzada y el big data para previsiones de producción.

-¿Puede ayudar la tecnología a moderar el crecimiento de los precios de los productos agrícolas?
-Creemos que la optimización de todo el proceso agrícola desde el campo hasta la mesa del cliente gracias al uso de la tecnología conlleva muchos beneficios, como es un mayor control de los costes y un mejor aprovechamiento de los recursos humanos y de la materia prima. Los mayores costes a los que se enfrenta el sector primario son el consumo de combustibles fósiles, y el uso de abonos y fitosanitarios. El dato y su gestión permite controlar estos gastos y tener una visión más eficaz de la calidad del producto que, asociado a la transparencia del dato, incrementa su valor.

-¿Puede contribuir a ahorrar agua y a ser más sostenibles?
-Las soluciones tecnológicas de automatización permiten realizar una agricultura más precisa que facilita aplicar las cantidades mínimas requeridas de agua en las zonas donde realmente es necesario, permitiendo ahorrar hasta un 20% de riego. En general la práctica de la agricultura regenerativa o cualquier práctica sostenible deberá acompañarse de una digitalización: sólo si medimos de forma sistemática seremos capaces de caminar hacia nuestro objetivo. Además, la agricultura de precisión y las factorías verdes, basadas en sistemas modulares o contenedores que permiten cultivar verticalmente contribuyen a preservar el medio natural, optimizando los recursos hídricos y reduciendo el impacto de agroquímicos y del procesamiento de los residuos.

-¿Qué más ventajas supone apostar por la tecnología en este sector?
-Las ventajas son múltiples, y van desde la mejora de la producción agrícola y ganadera y sus costes, hasta un mejor uso de los recursos, alguno de ellos escasos, como es el del agua, o la reducción del impacto ambiental de esas explotaciones. Además, no olvidemos los otros grandes problemas del sector: la despoblación del campo y el necesario relevo generacional donde el papel de la mujer es crucial. El mundo agrícola crecerá si es más digital y favorece unas mejores condiciones de trabajo y cuenta con los perfiles profesionales necesarios. Se trata de garantizar algo tan estratégico, como la producción alimentaria, y hacerlo con unas buenas condiciones para asegurar el relevo generacional hacía una población joven adaptada a otras condiciones de vida.

-¿Todos estos avances son solo para los grandes agricultores o también para los pequeños?
-Estos avances son para todos, ya que el uso de la tecnología se adapta a las necesidades y tamaño de cada explotación. Los pequeños deberán agruparse para poder alcanzar condiciones ventajosas de escala, pero esto ya lo hacen habitualmente mediante las cooperativas. Y los grandes deberán evolucionar actuando como tractores del sector.

-¿Qué consejo les daría?
-Digitalizarse no es una moda. Una explotación agrícola si quiere ser exitosa y rentable precisa obligatoriamente de estas herramientas. Para que la población retorne al medio rural y pueda hacer de su trabajo un medio de vida estable y exitoso en el tiempo debe ser experta en el mundo digital, con la conectividad a la cabeza. Y finalmente, que cuenten con un partner integral que conozca el sector y les pueda ayudar con su digitalización de principio a fin. En Telefónica tenemos un área llamada Aceleración de la Transformación Digital que incorpora expertos en todas las tecnologías para hacer un diagnóstico de las necesidades reales y hacer así más eficiente el proceso, de forma conjunta con la empresa y sus objetivos de negocio.