Síguenos
Espacio Ariadna atiende en Teruel a seis familias con problemas de violencia filioparental Espacio Ariadna atiende en Teruel a seis familias con problemas de violencia filioparental
La psicoterapeuta familiar de la Fundación para la Atención Integral del Menor, Marina Gallego, atiende a una joven en el Espacio Ariadna

Espacio Ariadna atiende en Teruel a seis familias con problemas de violencia filioparental

La Fundación para la Atención Integral del Menor ofrece este programa desde junio
banner click 236 banner 236

La Fundación para la Atención Integral del Menor (FAIM) ofrece desde hace nueve meses en Teruel el Espacio Ariadna, un programa de atención a chicos y chicas y familias que están viviendo problemas de violencia filioparental. El objetivo es acompañar a los miembros de la familia en el proceso de cambio hacia una convivencia respetuosa y afectiva. Desde su puesta en marcha, los profesionales de la entidad han atendido a seis familias.

FAIM es una entidad que trabaja para mejorar el presente y ofrecer oportunidades para el futuro a chicos y chicas que, por motivos muy dispares, han encontrado dificultades en su desarrollo personal y social. La fundación gestiona recursos de protección y reforma y ha desarrollado programas de atención directa, como los programas de asesoramiento laboral o emancipación o el Espacio Ariadna.

Este último es un programa de atención a chicos y chicas y familias que están viviendo problemas de violencia filioparental, esto es, de los hijos hacia sus progenitores o adultos cercanos. La intervención la realiza un equipo de profesionales, entre los que se encuentran psicólogos y trabajadores sociales, que acompañan a los miembros de la familia en un proceso de cambio hacia la convivencia respetuosa y afectiva.

La psicoterapeuta familiar Marina Gallego Claver atiende el Espacio Ariadna abierto por FAIM en junio del año pasado en el Centro Social Ciudad de Teruel, ubicado en el número 16 de la calle Yagüe de Salas. Gallego explicó que se trata de “un recurso creado para atender las demandas y preocupaciones que surgen a los padres en la crianza de los hijos, especialmente cuando son adolescentes”. “Normalmente, atendemos familias con una alta conflictividad y violencia filioparental”, precisó.

Demanda

Desde que comenzó su andadura en Teruel, seis familias han utilizado el Espacio Ariadna. Habitualmente, la demanda surge de los padres o tutores legales ante situaciones de alta conflictividad en la familia, donde se registran respuestas desproporcionadas de los adolescentes, que no respetan las normas de casa ni los horarios de salidas y entradas, y que a veces van acompañadas de consumos de alcohol u otras drogas, y que en ocasiones derivan en agresiones verbales y físicas.

La atención se presta dos veces al mes y las familias normalmente llegan al mismo derivadas desde otros servicios o por recomendación de los servicios sociales o sanitarios o de los centros educativos a los que asisten. En cualquier caso, el trabajo entre los profesionales de todos estos ámbitos siempre es coordinado.

Aunque el abordaje depende de cada terapeuta, tras hablar con los progenitores, se intenta citar a los chicos o las chicas a solas. “El objetivo es conocer de donde proviene el malestar del menor para que emerja esa violencia y agresividad, cuál es el origen de esa rabia y malestar”, precisó la psicoterapeuta.

Si el ambiente familiar lo permite, más tarde comienza la terapia familiar. El objetivo es no estigmatizar al menor y producir cambios en las conductas porque todos los miembros de la familia contribuyen de una u otra forma, a que se produzcan.

Cuando las relaciones familiares comienzan a fluir y los chicos se encuentran mejor, estos es, se vuelven más “funcionales” en el ámbito escolar y formativo y también en las relaciones que mantienen con sus iguales o con otras personas, las sesiones en el Espacio Ariadna se van espaciando.

Gallego explicó que, tras el decreto del estado de alarma y el confinamiento de la población, hubo momentos de tensión en las familias, que no siempre se tradujeron en un incremento de la conflictividad. “Estábamos a la espera de saber cómo iba a resultar para muchas familias tener que estar encerradas en casa, pero el porcentaje de conflictos fue similar”, dijo. 

Los problemas comenzaron a aflorar cuando se inició la desescalada, añadió, porque surgieron más problemas para manejar a los chicos y chicas.

“Los chavales tienen más dificultades para salir y para juntarse con sus iguales, y ese sí que es un problema que los chicos acusan. Aún así, muchos han respetado la situación y han referido su preocupación por contagiarse y llevar el virus a casa”, indicó.

La psicoterapeuta señaló que abordan esta conflictividad desde una óptima sistémica e integradora, y que la mayoría de los casos tienen su origen en disputas familiares previas y que no siempre llevan aparejadas una pauta de consumo o un problema de salud mental, sino “una dinámica familiar desde el inicio de la crianza”. “Los problemas de pareja también influyen”, puntualizó.

De acuerdo a los estudios realizados por la Fundación para la Atención Integral del Menor, los casos de violencia filioparental se dan “en todo tipo de familias”, tanto en las que sufren dificultades económicas como en las que gozan de una buena posición económica y un positivo funcionamiento social de los padres. “Es la dinámica familiar lo que en ese momento no está funcionando y lo que hay que cambiar, y de ahí nuestro trabajo”, argumentó. De la misma manera, desde la fundación apuntan que atienden a un mayor porcentaje de chicos, lo que no quiere decir que no se encuentren también con chicas. 

Las familias interesadas en acceder al Espacio Ariadna que presta FAIM en Teruel pueden concertar una cita a través de los siguientes números de teléfono: 608059863 o 660870378.

Después de poner en marcha este servicio, el objetivo ahora es impulsar un espacio de mentoría, en el que voluntarios de diferentes profesiones (como estudiantes de psicología, por ejemplo) acompañen en actividades socioeducativas a los chicos y chicas de familias que presenten situaciones de conflicto. “Se trata de crear una relación un poco más personas, porque a veces los chicos y chicas tienen problemas para relacionarse. Se trata de establecer una relación más estrecha y de crear un espacio donde puedan expresarse”, señaló la psicoterapeuta.

Los encierros aumentan el estrés y el cansancio

La Fundación para la Atención Integral del Menor ha llevado a cabo un estudio para saber cómo había afectado el confinamiento a las relaciones y al estado físico y mental de las familias usuarias del Espacio Ariadna, de que se deduce que han aumentado los problemas de estrés y cansancio. 

De las 98 familias encuestadas por FAIM, el 39% considera que la convivencia fue fácil durante el confinamiento mientras que para el 23,5% fue muy compleja. De hecho, se han observado cambios intensos en el comportamiento de los niños y niñas por su mayor inquietud, nerviosismo, irritabilidad y agresividad. El 50% de las familias han manifestado que los niños tenían problemas para dormir y que han preguntado con elevada frecuencia sobre la muerte.

En cuanto a la situación personal de padres y madres, el 56% tuvo durante el confinamiento una alta sensación de estrés, problemas de insomnio en el 63 por ciento de los casos y un mayor cansancio en el 73% de las familias encuestadas.