El sol muestra su intensa actividad jalonado de manchas del tamaño de la Tierra

El sol se encuentra este año en su máxima intensidad y los alumnos del curso de Astrofísica de la Universidad de Verano de Teruel (UVT) pudieron comprobarlo durante la observación con un telescopio solar que hicieron en el Campus y que estuvo a cargo de Actuel. Vieron la cantidad de manchas solares que presenta, algunas del tamaño de la Tierra, y tomaron conciencia de los fenómenos extremos que se producen en el Universo. Lo hicieron en una jornada en la que se presentaron ponencias en las que se habló de esos grandes eventos del cosmos como los agujeros negros y las explosiones termonucleares.

Participantes como Pilar, estudiante de Física de la Universidad de Zaragoza, reconoció que eso no había hecho sino reafirmar su deseo de dedicarse a la Astrofísica al mirar a través del telescopio y escuchar a las ponentes María Isabel Carnerero, del Observatorio Astrofísico de Turín, y Gloria Sala, de la Universidad Politécnica de Cataluña, que habló precisamente sobre Explosiones termonucleares y producción de elementos químicos en el Universo.

El curso, que organiza dentro de la UVT el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (Cefca), cuenta todos los años con ponentes de primer nivel en asuntos de la Astrofísica que están a la orden del día. Este jueves, María Isabel Carnerero habló en su charla de Faros cósmicos de agujeros negros gigantes, un título que reconoció que tenía una vertiente poética porque contemplar algunos fenómenos extremos del cosmos induce a ello.

Carnerero habló durante su intervención de núcleos activos de galaxias, que son las “más violentas y variables del Universo”, explicó. Este año el tema central del curso es el estudio del Universo variable. En particular puso énfasis en los blázares, que son fuentes de energía muy compacta y muy variables que están asociadas a los agujeros negros. Comentó el atractivo de los chorros de energía que emiten porque “apuntan en nuestra línea de vista y nos provoca que tengamos efectos relativistas”.

El día anterior, la profesora de Astrofísica de la Universidad Internacional de Valencia, Elisa Nespoli, ya habló de otro fenómeno cósmico extremo y no menos espectacular, el Parpadeo cósmico: descubriendo las estrellas variables. Nespoli explicó que estos astros pueden cambiar su brillo a lo largo del tiempo a veces de forma muy rápida y en una noche acabar viéndose como “lucecitas de Navidad que se encienden y se apagan”.

Los alumnos de esta décima edición del curso de Astrofísica se enfrentaron por la noche a una observación del firmamento en el Observatorio de San Blas, después de que por la mañana vieran la intensa actividad solar con sus manchas a través de un telescopio solar.

Fernando García, de la asociación Actuel, que fue la encargada de esta actividad tanto de día como de noche, explicó que este año y el próximo son los de máxima intensidad solar por lo que pudieron ver numerosas manchas, algunas del tamaño de la Tierra.

Perfil muy variado

El perfil de los participantes en el curso es muy variado, desde jóvenes universitarios a astrónomos aficionados y jubilados. Entre los primeros había varios estudiantes de Física de la Universidad de Zaragoza, algunos de los cuales repetían porque cada año es nuevo el programa. Era el caso de Clara, que comentó que ya estuvo hace un par de años y le pareció “muy interesante”.

Inés, que también ha estado en otras ediciones, valoró que los contenidos y ponentes cambien de un año para otro, además de la oportunidad de hacer observaciones solares y por la noche. Acher, de Villanueva de Gállego, valoró la posibilidad de estar en contacto con profesionales y preguntarles sobre “cómo enfocaron sus carreras al principio, porque para quienes estamos terminando la carrera viene muy bien para poder decidir qué hacer”.

Borja, en la misma situación, comentó que es un buen complemento de lo que se estudia en la carrera, al igual que opinó Pilar, quien dijo que tenía muy claro que quería hacer carrera científica “porque me parece un mundo fascinante”.

Entre los aficionados que han asistido al curso, Alberto, de Madrid, y que esta era la tercera vez que acudía, dijo que es una actividad “muy interesante” por estar en contacto con los profesionales y conocer sus últimas investigaciones.

José Luis, astrónomo amateur también, era la primera vez que asistía y comentó que le atrajo la temática por centrarse esta edición en los objetos variables y contar con muy buenos ponentes. Samuel, otro aficionado, lo hacía también por primera vez y comentó que a la vista de la experiencia creía que “no va a ser la última”.

Javier, de la Agrupación Astronómica de Madrid, consideró que la temática era muy atractiva para los aficionados, que suelen trabajar sobre objetos variables, y en su caso reconoció que era su “pasión”.