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El sector ovino aboga por la supresión de los derechos históricos en la próxima PAC El sector ovino aboga por la supresión de los derechos históricos en la próxima PAC
El investigador de la Fundación ARAID y del CITA Jorge Hugo Calvo presenta el proyecto sobre biología molecular aplicada a la mejora de las razas ovinas

El sector ovino aboga por la supresión de los derechos históricos en la próxima PAC

Ganaderos, técnicos y representantes municipales plantean medidas para mantener la cabaña
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La supresión de los derechos históricos en el reparto de las ayudas al ovino de la Política Agrícola Común (PAC) es la principal reivindicación del sector para el mantenimiento de las explotaciones y del número de cabezas en la provincia de Teruel.

Esta es una de las conclusiones del análisis de sostenibilidad de las ganaderías ovinas de Teruel expuestas este miércoles por el profesor de la Escuela Politécnica Superior de Huesca de la Universidad de Zaragoza Luis Pardos durante la jornada sobre Innovación técnica aplicada a la conservación y mejora de las razas ovinas y bovinas de Teruel celebrada en el Centro de Innovación en Bioeconomía Rural (CIBR). 

La de este miércoles fue la última de las 13 sesiones llevadas a cabo para dar a conocer los resultados de los proyectos de investigación desarrollados por el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) con cargo a las dos últimas anualidades del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite).

Luis Pardos explicó que para analizar la sostenibilidad del ovino turolense se ha recabado información de 10 explotaciones y se han llevado a cabo 3 grupos de discusión en los que han tomado parte ganaderos, técnicos y representantes municipales.

Todos ellos coincidieron en reivindicar la desaparición de los derechos históricos en el reparto de ayudas de la PAC y que el desacoplamiento de las mismas resulta “trágico”. Del mismo modo, todos consideraron que los problemas pasan también por la baja rentabilidad de las explotaciones, las dificultades para encontrar relevo generacional y la dureza de la actividad.

“Todas estuvieron de acuerdo en que estos son los aspectos que debemos solucionar si queremos que el sector ovino turolense se mantenga”, argumentó. “Lo que más nos ha sorprendido es que todos los agentes implicados hayan coincidido en el diagnóstico de la situación”, añadió.

Del mismo modo, todos explicaron que el censo de cabezas en sus respectivos municipios está descendiendo y que incluso en alguno de ellos los rebaños están al borde de la desaparición. No obstante, dijo Pardos, los ganaderos son los más optimistas sobre el futuro del sector. Esto se debe en buena medida a que su trabajo es “muy vocacional”. “Reconocen los problemas que atraviesa la ganadería extensiva y están preocupados, pero su punto de vista es más optimista”, afirmó.

Conservación y mejora

Paralelamente, los investigadores de la unidad de Producción y Sanidad Animal del CITA Belén Lahoz y Jorge Hugo Calvo hablaron sobre biotecnología de la reproducción y biología molecular, respectivamente, aplicada a la conservación y mejora de las razas ovinas de Teruel.

Lahoz ha participado en los proyectos realizados con razas ovinas de fomento (rassa aragonesa y ojinegra) y en peligro de extinción (maellana y cartera), que se han ampliado al ganado vacuno con varias razas presentes en la provincia, como angus, serrana o avileña.

En colaboración con otros organismos, han llevado a cabo la vitrificación y criopreservación en nitrógeno líquido de embriones y semen de estos animales para almacenarlos en diferentes bancos de germoplasma animal, como el del CITA o el banco nacional ubicado en Madrid.

Tanto el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) exigen que se lleven a cabo estas actuaciones ante posibles pérdidas de la biodiversidad genética por la disminución del número de animales, precisó la investigadora.

Al mismo tiempo, se han realizado actividades de mejora genética para obtener embriones e implantarlos en receptoras para obtener ejemplares de alto valor genético en diferentes centros de inseminación artificial, como los ubicados en los centros de mejora ganadera de la localidad zaragozana de Movera y del Chantre, dependiente de la Diputación de Teruel. Esto permite además “conectar rebaños” de toda la Comunidad Autónoma, puntualizó Belén Lahoz.

Por su parte, Jorge Hugo Calvo explicó que han creado un panel de análisis “mucho más eficiente” porque permite, además de realizar el test de paternidad, incorporar genes asociados a caracteres de interés como los relacionados con el incremento de la prolificidad y la menor estacionalidad reproductiva, entre otros aspectos. Con la realización de un único test pueden también descubrir otros genes asociados a enfermedades hereditarias, precisó.

Este test se está aplicando desde hace más de un año y cuentan con más de 4.000 muestras, principalmente de razas ovinas turolenses. “De esta forma, conseguimos realizar una preselección de los ejemplares destinados a la reproducción con los mejores genes”, comentó el investigador.

Transferencia del conocimiento

El investigador de la unidad de Recursos Forestales del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y coordinador del Centro de Innovación en Bioeconomía Rural (CIBR), Pedro Marco, valoró positivamente el desarrollo de las jornadas sectoriales llevadas a cabo en el último mes para presentar los resultados de los proyectos de investigación agroalimentaria en la provincia llevados a cabo en los dos últimos años con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite).

Desde el pasado 31 de octubre y hasta este miércoles, los investigadores han dado a conocer en 13 jornadas sectoriales las conclusiones de los estudios realizados sobre cultivos de especies hortícolas, cereales alternativos, aromáticas y medicinales, trufa, melocotón de Calanda, azafrán y frutales; producción de queso y miel; explotación de recursos forestales y micológicos; y situación de los sectores cárnicos de ganado porcino, ovino y bovino. La mayoría de las sesiones se han llevado a cabo en la sede del CIBR en Teruel, pero también en Sarrión, Tramacastilla y Alcañiz.

Aplicación directa

El coordinador del CIBR explicó que esta iniciativa ha servido para transferir a los sectores implicados el trabajo llevado a cabo durante los últimos 3 años desde el CITA porque, en su opinión, “si no llega a los interesados, no sirve para nada”. “Al fin y al cabo, el objetivo del CIBR es que el conocimiento y la investigación tenga transferencia, que haya una aplicación directa”, argumentó.

Al mismo tiempo, las jornadas han resultado “muy útiles” para “medir la inquietud” de todos los agentes de la provincia implicados en el desarrollo de cada uno de los sectores analizados. Y es que, además de analizar los resultados de los proyectos se han lanzado propuestas que podrían ser atendidas en próximos estudios financiados por el Fite de 2019 o a través de otros mecanismos, explicó.