El sector de la trufa supera las cien toneladas, un 30% más que durante la campaña pasada
El riego y la ampliación de hectáreas mejora las cifras en las zonas productorasMás de cien toneladas de Tuber melanosporum se han recogido durante la presente campaña (que concluirá el próximo día 15 de marzo) en las fincas truferas turolenses. Esta cifra supone entre el 80% y el 90% del total del conjunto de España en una temporada que ha sido mala fuera de las fronteras provinciales ya que la producción se ha concentrado en las parcelas con riego.
En torno al 90% de esos más de 100.000 kilos han salido de los terrenos de la comarca de Gúdar-Javalambre. Las cifras fueron facilitadas por el presidente de Atruter, la Asociación de Truficultores de Teruel, Julio Perales, quien matizó que la producción de esta temporada en Teruel supone un incremento de alrededor del 30% con respecto a la trufa recogida en la campaña pasada.
El aumento en los kilos recogidos se debe, como apuntó el truficultor Miguel Pérez, a que en Teruel “se están haciendo bien las cosas con el riego” y al aumento en la superficie de cutivo. Cada año se plantan en torno a 1.000 hectáreas, que son las que se calcula que anualmente empiezan a dar trufa. La curva productiva crece a su vez y Pérez planteó que cada año el mercado deberá dar salida a unas 30 toneladas más.
La cosecha de los truficultores de Teruel es la que define el mercado internacional, como se ha visto a lo largo de esta campaña, donde ha habido gran cantidad de trufa pese a que en el resto de Europa ha sido “un año malo”, según confirmaron los propios truficultores.
Este año el hecho de que haya habido más trufa en el mercado –gracias a la importante producción turolense– y los problemas en determinados lugares del mundo, como en Asia a causa del coronavirus, ha creado dificultades algunas semanas para dar salida a todos los diamantes negros recolectados. “Sin duda este año ha marcado un punto de inflexión, era algo que sabíamos que iba a pasar porque aumenta la oferta y no hemos trabajado suficiente en la promoción para que crezca la demanda”, lamentó Miguel Pérez.
Campaña nacional y extensa
El presidente de Atruter especificó que como espacio productor Teruel “supera con creces a Francia, pero en promoción no se ja hecho lo suficiente”, dijo, para añadir que hay que trabajar para que la demanda siga estando por encima de la oferta.
Para ello apuestan por una campaña a nivel nacional que se prolongue en el tiempo y en la que los truficultores cuenten con ayudas públicas. “La administración no se puede quedar al margen de un sector que tanto empleo y dinero genera”, aseveró Perales.
Esta campaña publicitaria debe lograr “generalizar” el uso de la Tuber melanosporum, pero “sin banalizar el producto, manteniéndolo como delicatessen”.
Para Perales la situación que se ha generado este año, con semanas en las que ha habido exceso de oferta, ha hecho que los productores se planteen la necesidad de pensar en la comercialización y, para lograrla, en la promoción, algo a lo que hasta ahora no habían dado importancia debido a la gran demanda pero que este año han notado: “No es lo mismo cobrarla a 300 que a 200 euros”, detalló.
Así, a su juicio hasta ahora el sector “ha estado cómodo” porque “todo lo que se recogía se vendía”, pero este año se han dado cuenta de que no se pueden dormir en los laureles. “Tenemos la obligación de ser líderes mundiales en producción, investigación y promoción”, sentenció el presidente de la Asociación de Truficultores.
Cena de gala de inspiración francesa para promocionar una joya turolense
La mayor parte de la producción mundial de trufa sale de Gúdar-Javalambre y, sin embargo, apenas hay cultura de consumo, ni en esta zona ni en el resto de España. Con la intención de promocionar el considerado diamante de la gastronomía, la familia Pérez Gargallo, propietaria del Hotel La Trufa Negra, de Mora de Rubielos, ha programado para el próximo viernes una cena de gala de inspiración francesa con la Tuber melanosporum como protagonista.
La gala ha tomado como referencia el acontecimiento que en torno a la trufa reúne cada año a unas 275 personas en Uzès, en Francia. Al igual que hacen allí, el menú degustación no se conocerá hasta el momento en el que vaya a consumirse. No obstante, ayer los responsables de la organización de la cena de Mora adelantaron que se compondrá de cinco platos, maridados todos ellos con distintas variedades de champán francés Mumm –Cordon Rouge, Le Rose y Millésimé– y un postre que se servirá junto a una copa de whisky Chivas Regal XV. Antes de la cena se degustará un aperitivo regado con el vermú francés Lillet, detalló Francisco Ranchal, gerente del hotel La Trufa Negra .
Al igual que se hace en Francia, los comensales tendrán sobre la mesa trufas y ralladores para añadir al plato toda la que deseen. El encargado de dirigir la minuta será el chef francés Jean Paul Lecroq, mientras que del maridaje de platos y champán se ocupará el sumiller Frank Lola.
El objetivo es, según explicó Miguel Pérez, propietario del hotel y de quien ha partido la idea, es contribuir a la promoción del producto. Para ello contarán con la presencia del presidente de la Federación de Truficultores de Francia, Michel Tournayre; el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga y el presidente de la Federación de Recolectores de Setas y Trufas (Fetruse), Joan Garriga. Además, también acudirán un buen número de empresarios del sector de la trufa así como comercializadores, indicó Pérez.
El precio del cubierto es de 120 euros y en solo diez días se cubrieron las plazas, que en un principio eran 120 y finalmente se han incrementado hasta las 125 debido a la demanda.
Aunque la iniciativa es privada, el objetivo que se persigue es convertir la gala en un acto promocional de referencia para la trufa, al igual que ocurre en Uzès. Por eso, Miguel Pérez planteó la posibilidad de celebrar las próximas ediciones del evento en el Castillo de Mora, un lugar más emblemático donde además se pueden superar los 200 comensales. Para ello sería necesaria la implicación de otras entidades tanto públicas como privadas, y citó al ayuntamiento de Mora, a la comarca de Gúdar-Javalambre y a la asociación de Empresarios Turísticos de la zona.