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El riesgo de despoblación en España es cuatro veces superior al entorno europeo El riesgo de despoblación en España es cuatro veces superior al entorno europeo
Pablo Hernández de Cos

El riesgo de despoblación en España es cuatro veces superior al entorno europeo

El Banco de España analiza por primera vez la situación demográfica en su informe anual
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El riesgo de despoblación de los municipios españoles es cuatro veces superior al de su entorno europeo, lo que pone de manifiesto los errores cometidos en el pasado por las políticas públicas  llevadas a cabo, bien por acción u omisión, al haber conducido al  país a un desequilibrio territorial que no tiene parangón con los estados que le rodean. Si en España el 42% de los municipios que hay están en riesgo de despoblación, en el conjunto de Europa ese porcentaje es del 10%, pero es que en los países que le rodean como Alemania, Francia e Italia, es de tan solo el 1%, el 7% y el 4% respectivamente.

Los datos están recogidos en el Informe Anual 2020 del Banco de España, que analiza por primera vez el problema de los desequilibrios demográficos y la despoblación. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, compareció el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de dicho informe, y a requerimiento del parlamentario de Teruel Existe, Tomás Guitarte, se comprometió a seguir profundizando en esta cuestión.

El informe analiza diferentes datos sobre la evolución demográfica y las políticas públicas que, según la literatura científica, que podrían aplicarse para hacer frente a esta problemática. El documento elaborado por el órgano supervisor bancario español cuestiona que las infraestructuras de comunicación favorezcan el asentamiento de la población, y llega a afirmar que tiene un efecto contrario, de igual forma que duda de que políticas como una fiscalidad diferenciada sean efectivas para la fijación de habitantes. Estas fueron algunas cuestiones sobre las que entró en discrepancias con el diputado turolense que asistió a la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital celebrada el pasado miércoles.

Uno de los aspectos que más llama la atención del informe en lo referente al análisis de la situación demográfica del país y el riesgo de despoblación de los municipios españoles, es la comparativa que hace con el entorno europeo, puesto que no hace sino poner de manifiesto que si bien el problema del reto demográfico (envejecimiento) es común a toda Europa, el de la despoblación es muy superior en España con respecto a los países de su entorno.

En este sentido, el informe llama la atención sobre el hecho de que la incidencia de los municipios en riesgo de despoblación en España “se sitúa muy por encima de la del conjunto de la eurozona”. Llega a esta conclusión tomando como referentes los criterios de pérdida de población y densidad reducida. Según los mismos, en España se han identificado 3.403 municipios en riesgo de despoblación, lo que supone que el 42% del total, cuatro de cada diez. En ellos viven aproximadamente un millón de personas, el 2,3% del total de la población española.

Aunque los autores del Informe del Banco de España reconocen que han tenido dificultades para hacer una comparación con los países europeos por la disponibilidad de datos, a partir de la información recabada sostiene que en el resto de la eurozona, el porcentaje de municipios en riesgo de despoblación es cuatro veces inferior, del 10% en su conjunto.

Advierte a continuación que ese 42% de municipios españoles en riesgo de despoblación, “contrasta con el de otros países de nuestro entorno (como Alemania, Francia e Italia), donde los municipios en esa situación suponen tan solo el 1%, el 7% y el 4% respectivamente”.

No obstante, el informe anual del órgano supervisor bancario observa a continuación que la incidencia de los municipios españoles que están en riesgo de despoblación en España “está en la línea con la de países ubicados en latitudes más septentrionales (como Estonia, Finlandia y Letonia, con porcentajes en el entorno del 50%)”.

La característica común de esos países con España es el elevado porcentaje de su territorio deshabitado, lo que explicaría las dificultades para atraer población hacia los mismos “al estar rodeados de grandes extensiones de territorio vacío que redundan en un mayor aislamiento”.

El Informe Anual de 2020 del Banco de España analiza igualmente la incidencia que la despoblación tiene en estos municipios en receso demográfico y que son bien conocidos, como un acceso peor a los servicios o el déficit existente para acceder a servicios financieros, que es un fenómeno sobre el que se está incidiendo ahora mucho porque es un auténtico problema. Prueba de ello es que en 2020 el 59% de los municipios rurales no disponían de sucursal bancaria, cuando una década antes ese porcentaje era del 48%.

Otras deficiencias que observa el informe y que son también bien conocidas por la multitud de estudios y análisis que se han hecho en los últimos años, es que estos municipios en vías de despoblación son los que tienen una peor conectividad en términos de servicios digitales.

El informe asocia la aceleración del proceso de pérdida de habitantes de estos municipios en riesgo de despoblación con la reducción de los costes de desplazamiento entre las zonas rurales y las áreas urbanas, y apunta las expectativas que se abren sobre el contexto que se abre a raíz de la pandemia de la Covid, y la implantación del teletrabajo junto con el interés ahora por residir en entornos menos congestionados que las grandes urbes.

El dinamismo de las ciudades también es determinante


La pérdida de población en el medio rural podría estar también asociada a la capacidad de dinamismo de las ciudades y capitales de provincia de las que dependen, según se desprende en uno de los análisis que hace el informe del Banco de España, ya que habrían arrastrado a los núcleos de población de su entorno.

El informe del órgano supervisor bancario español asegura en este sentido que “la pérdida de dinamismo de algunas ciudades españolas a lo largo de los últimos años podría haber acentuado el proceso de despoblación rural en algunas provincias”, sin especificar en cuáles.

En este sentido, apunta que “en presencia de un efecto tractor de las ciudades sobre los municipios rurales, incluidos aquellos en riesgo de despoblación, la mayor incidencia del fenómeno de la despoblación rural en determinadas provincias podría deberse, al menos en parte, al menor dinamismo de las ciudades en dichas provincias”. Los autores del informe apuntan en este sentido que a partir de 2011, las ciudades españolas de menor tamaño perdieron población, observándose un éxodo hacia las grandes concentraciones urbanas. Se trata de un flujo migratorio debido básicamente al desplazamiento de la población más joven, ya que un 90% del total de las pérdidas de esas migraciones interiores se debió al flujo de población entre 18 y 39 años de edad.

El informe entra a valorar al final también algunas consideraciones sobre las políticas públicas, donde llaman la atención alguna de las conclusiones a las que llega como lo relativo a los incentivos fiscales y otras medidas que se están planteando ahora. A este respecto se refiere por ejemplo a que la evidencia disponible en la actualidad  sobre el impacto de políticas como los incentivos fiscales a empresas o la deslocalización de instituciones públicas, “no es concluyente” y sugiere ser muy cautos para que las medidas que puedan aplicarse no generen el efecto contrario.

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