El Plan Reindus deja de tener una línea específica para Teruel: un programa que funcionó bien al principio y luego decayó

El Plan Reindus ha vuelto esta semana a la primera página de la actualidad tras conocerse la desaparición de la línea de atención específica que tenía Teruel. El Reindus es un programa de apoyo a la inversión industrial productiva que el Ministerio de Industria viene aplicando desde hace tiempo y que en su momento fue muy efectivo para impulsar el desarrollo empresarial debido a las ventajosas condiciones de los préstamos que concedía por esta vía el Estado. Con la crisis las bases cambiaron y dejó de ser atractivo, como pone de manifiesto que en los últimos años se haya dejado de cubrir hasta el 50% del crédito, y más, de las convocatorias específicas hechas para las provincias más necesitadas.

En el caso de Teruel, la Subdelegación del Gobierno informó esta semana de que existe una altísima probabilidad de que los proyectos turolenses que se presenten a la próxima convocatoria sean beneficiados por este programa, siempre que sean viables, puesto que en las últimas convocatorias  la provincia no llegó a cubrir todo el crédito asignado: el 49% en 2014, el 59% en 2015, el 23% en 2016 y el 32% en 2017.

Las mismas fuentes indicaron que a nivel global, se quedaron sin cubrir una media del 70% de los créditos en las zonas diferenciadas del programa antes de la sentencia del Supremo.

El motivo son los cambios introducidos por el Ministerio durante los años de la crisis, con avales e intereses muy altos, nada que ver con cuando se creó la línea específica para Teruel en el año 2006 con el Plan de Actuación Específico. El programa existía ya y se hacía una convocatoria general para  todo el Estado a la que apenas concurrían las empresas de Teruel, pero se territorializaron fondos destinados exclusivamente a la provincia y entre los años 2006 y 2011 se presentaron 432 solicitudes y se aprobaron 205 proyectos  que supusieron una inversión total de 357,2 millones de euros con unas ayudas de 92,3 millones y la creación de 795 empleos directos. Eso sí, las subvenciones eran a fondo perdido y los créditos tenían una amortización del 0% de interés y cinco años de carencia. Después todo cambió.