El PERTE agroalimentario quiere contribuir a frenar los procesos de despoblación
El proyecto estratégico movilizará una inversión pública de 1.000 millones hasta el año 2023El Consejo de Ministros aprobó un nuevo PERTE, que es como se denominan los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica, en esta ocasión ideado para el sector agroalimentario con una inversión pública hasta el próximo año de 1.000 millones de euros con la mirada puesta en la mejora de la competitividad, la sostenibilidad, la trazabilidad y la seguridad de los productos alimentarios.
Uno de los objetivos de este PERTE es contribuir a frenar los procesos de despoblación, de ahí que tanto el ministro de Agricultura, Luis Planas, como la titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, incidieran en vincular su aprobación como una política más del Ejecutivo en la lucha frente al reto demográfico.
En este sentido, Planas dijo que el PERTE agroalimentario apoyará al igual que el crecimiento sostenible, la digitalización del sector y la “cohesión territorial”. El titular de Agricultura recordó que el sector supone un 10% del Producto Interior Bruto y 2 millones de puestos de empleo. Su aplicación tendrá un impacto “por encima de los 3.000 millones de euros” con la participación de la iniciativa privada que se acoja a las ayudas, y permitirá una creación neta de hasta 16.000 empleos.
En el programa dado a conocer ayer se incide en el impacto social que tendrá en las zonas rurales para contribuir a asentar la población y dinamizarlas. En este sentido, el documento destaca el “efecto vertebrador del territorio que pueda tener el PERTE agroalimentario mediante la fijación de población al medio rural garantizando la permanencia de mujeres y jóvenes en el futuro”. Observa en este sentido que este sector “sigue siendo la actividad económica con una mayor proyección en nuestro medio rural”.
Creación de empleo
Añade por otra parte el proyecto estratégico que este PERTE “permitirá reforzar la contribución que realiza el sector agroalimentario a la generación de actividad económica y la creación de empleo en las zonas rurales de nuestro país, lo que sin duda actuará como elemento tractor para frenar procesos de despoblación, además del efecto arrastre que tiene para desarrollar su actividad en las zonas lejanas a núcleos urbanos, atrayendo empleo y servicios colaterales como el transporte y restauración y actuando como generador socioeconómico del entorno rural, con el correspondiente impacto en el empleo de mujeres y jóvenes”.
El ministro de Agricultura explicó que el PERTE se estructura en tres ejes, el primero de ellos dirigido al fortalecimiento de la industria agroalimentaria, con una aportación de 400 millones de euros dirigidos a mejorar los procesos de producción e incrementar la productividad de esta industria. Planas recordó que España ocupaba el cuarto lugar en Europa en cuanto a industria agroalimentaria, y el octavo en el mundo.
Una segunda línea, según explicó el ministro tras la celebración del Consejo de Ministros, estará dirigida a la adaptación digital de todos los agentes de la cadena de valor, tanto la producción primaria como la transformación, la comercialización y la distribución, con 454,35 millones de euros.
Por último, la tercera línea del proyecto estratégico estará enfocada a apoyar la investigación e innovación, un “elemento clave”, dijo Planas, puesto que “una industria agroalimentaria puntera no está solo en el presente, está en el futuro”, ya que se trata de uno de los sectores “innovadores”.
Prueba de ello son los centros de investigación que existen y que son una referencia en la materia, señaló el ministro, quien abogó por “continuar invirtiendo dinero en investigación básica”. A ello el PERTE dedicará 148 millones de euros.