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El pantano de Calanda llega al 75% y la CHE desembalsa para hacer hueco al Bergantes El pantano de Calanda llega al 75% y la CHE desembalsa para hacer hueco al Bergantes
Desembalse de Calanda, el domingo por la tarde. CHE

El pantano de Calanda llega al 75% y la CHE desembalsa para hacer hueco al Bergantes

Alcañiz alerta de la crecida aguas abajo para prevenir accidentes en la ribera del Guadalope
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La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) empezó este domingo a desembalsar de forma paulatina el pantano de Calanda, que a las 13:30 horas se encontraba al 75,75% de su capacidad con 41,15 hectómetros cúbicos. El objetivo es liberar espacio para que la instalación no se vea desbordada si sigue lloviendo en la cabecera del río Bergantes, en la provincia de Castellón, donde hay alerta naranja por precipitaciones hasta las 9 de la mañana de este lunes.

El agua desembalsada en Calanda circula aguas abajo por el cauce del Guadalope en los términos municipales de Calanda, Castelserás, Alcañiz y Caspe (Zaragoza). El consistorio alcañizano emitió un bando en el que comunicó que las zonas de acceso a la ribera serían balizadas por la Policía Local ante la crecida del río. “Por precaución, se recomienda no acercarse a los cauces”, concluye el comunicado.

El alcalde de Alcañiz, Miguel Ángel Estevan, explicó que el organismo de cuenca ha empezado a desembalsar a un ritmo de 25 metros cúbicos por segundo, y no descartaba llegar al final del día a los 50 m3/s. “La previsión es que haya más lluvias por la zona de Morella, que es la que llena el pantano, y simplemente hemos tomado esta precaución y hemos lanzado un bando para que la gente evite acercarse al río”, subrayó el regidor.

Triplicado en días

El 29 de octubre, cuando la dana todavía no se había manifestado con virulencia aguas arriba de los ríos Bergantes y Guadalope, el embalse de Calanda estaba al 22% de su capacidad con algo más de 12 hectómetros cúbicos. Días después, tras las lluvias torrenciales, este domingo el pantano sobrepasó el 75% del aforo. La CHE comunicó días antes a los ayuntamientos que comenzaría a aliviar si se acercaba al 80%, situación a la que ya se ha llegado.

Durante toda la tarde de ayer, el Bergantes bajaba en Zorita (Castellón) a un ritmo inferior a 30 m3/s. La curva es descendente, ya que de madrugada se situaba a 40 m3/s y el sábado por la tarde llegó a alcanzar los 80 m3/s tras un repunte. Pero dado que en Els Ports podían caer 100 litros entre el domingo y el lunes, no se descarta un nuevo repunte. El miércoles se registró un pico de 418 m3/s, una crecida histórica.

El agua desembalsada de Calanda servirá para llenar otros embalses como La Estanca de Alcañiz (al 31,6% antes de desembalsar, con 2,3 hectómetros cúbicos) y Caspe (al 13% con 13 hectómetros). Otros pantanos de la cuenca del Guadalope también se han visto engrosados con las últimas lluvias, como Gallipuén, en Alcorisa (al 75% de capacidad con 2,8 hectómetros), que recoge agua del Guadalopillo; o Puente de Santolea (al 70% con 12,4 hectómetros), que lamina el Guadalope. También Cueva Foradada, que recoge avenidas de la cabecera del río Martín (59,3%, 13 hectómetros).

El presidente de la Junta Central de Usuarios del Guadalope, José Fernando Murria, avanzaba este domingo en DIARIO DE TERUEL que, como Calanda es una presa de material suelto, “nunca dejan que esté mucho tiempo a más de 30-35 hectómetros para hacer frente a la gota fría”.

En cuanto a Santolea, las lluvias de esta semana permitirán otra prueba de carga de la nueva presa de 95 hectómetros cúbicos de capacidad, que podría estar “perfectamente operativa” en 2025 en opinión de Murria. “Ya han hecho pruebas de un cuarto de capacidad, de media presa y ahora falta llenar hasta el 75%”, indicó el regante.

Esta disponibilidad daría un balón de oxígeno fundamental a los productores agroindustriales de la zona, y casaría los intereses de los regantes con los de proyectos industriales en la zona de Andorra. Habría recurso para todos. “Tenemos asegurado que en dos o tres años no va a haber ningún problema”, celebró Murria.

Y es que “en un día puede cambiar todo; igual que vemos que desgraciadamente cambia para mal, también puede hacerlo para bien y es que la situación en la cuenca del Guadalope era de extrema necesidad, catastrófica por la sequía”, dijo el alcalde de Calanda, Alberto Herrero, quien pidió “extremar la precaución todo el mundo para no acercarnos sobre todo a las rieras”.