El micoturismo genera un total de 2,88 millones de euros al año en la provincia

El micoturismo genera una media anual de 2,88 millones de euros. El dato se desprende del proyecto Micoteruel, que ha analizado el potencial micológico de la provincia de Teruel. En el informe se detalla que siete de cada diez turistas que acuden a recoger setas pernoctan y generan un gasto anual que ronda los 2,5 millones. A ellos hay que sumar los excursionistas que pasan el día, cuyo gasto ronda los 400.000 euros.

Estos beneficios procedentes del aprovechamiento turístico suponen solo un 21% de la riqueza que actualmente producen las setas. Así, la mayor parte del valor, 4,6 millones de euros anuales (33%), se genera en el autoconsumo, según los datos incluidos en el estudio realizado por la empresa Qilex en el marco del proyecto Micoteruel. Todos estas tablas corresponden a un año medio en cuanto a producción.

Otro porcentaje similar genera la comercialización de las trufas silvestres mientras que, de lejos, les sigue la comercialización de setas, mediante la que se obtienen 1,75 millones de euros anuales. Los derechos de recolección (pases de los cotos) suponen solo un 1% de las ganancias generadas en el sector. 

La mayor parte del beneficio económico va a parar al autoconsumo porque la cifra de personas que recogen setas para la venta es reducido. De los 1,75 millones obtenidos por la comercialización 658.000 se obtienen en la comarca Comunidad de Teruel pero los expertos consideran que muchos de estos kilos se recogen en territorios vecinos.

La seta que más beneficios genera con su venta es el rebollón, que supone el 49% del total de los ingresos, seguida, pero muy de lejos, de la seta de cardo (16%) y las babosas (12%). Este hongo también es el que más beneficio crea en el autoconsumo. 

En la provincia se recolecta solo un 13% del potencial micológico que hay y apenas existen industrias dedicadas a la transformación de las setas. La micología está llegando poco a poco al sector de la restauración, pero todavía queda mucho por hacer ya que la gastronomía es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo del micoturismo, según señalan los expertos. Algunas comarcas como la Sierra de Albarracín, Gúdar-Javalambre Maestrazgo o Matarraña llevan algunos años impulsando jornadas y ferias para dar a conocer su riqueza micológica y atraer turistas.