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El Gordo viaja a Logroño, pero rebota en familias de un club de básquet de un barrio humilde de Madrid El Gordo viaja a Logroño, pero rebota en familias de un club de básquet de un barrio humilde de Madrid
Celebraciones ayer en el club deportivo madrileño. EFE/Borja Sánchez-Trillo

El Gordo viaja a Logroño, pero rebota en familias de un club de básquet de un barrio humilde de Madrid

Valladolid y un chiringuito de playa de Chipiona, en Cádiz, se reparten un segundo premio que se hizo esperar
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El Gordo, el 72.480, ha llenado de alegría a Logroño, en concreto a una administración de toda la vida donde ha caído de forma íntegra el primer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad, aunque la suerte ha rebotado en las familias de un club deportivo de un barrio humilde de Madrid que adquirieron la mitad de lo que se ha vendido de la serie.

La peor noticia es que este Gordo no se ha repartido del todo porque la administración de lotería número 6 de Logroño, situada en la calle del Muro del Carmen, la que vendió el número íntegramente, devolvió 88 series de las 193 que se emiten, con lo que finalmente ha repartido 105, que equivalen a 420 millones de euros.

El Gordo: 72.480

El Gordo fue para el número 72.480, que otorga 400.000 euros de premio por un décimo de veinte euros, y que este año tocó íntegramente en la ciudad de Logroño, en el norte de España.

Sin embargo, como es tradición que mucha gente compre lotería en un lugar distinto a donde vive, la mitad del gran premio fue a parar a un club de baloncesto de Madrid, el Distrito Olímpico, que compró los décimos en la administración de lotería en la que cayó el premio, mientras que el resto se vendió en la capital de la Rioja, como señaló el propietario de la administración, Angel Alda.

El club Distrito Olímpico habitualmente compra la lotería de Navidad en esa administración. Más de 700 familias, entrenadores y aficionados de este humilde club de un barrio popular de la capital celebraron el Gordo con emoción, mucha ilusión y un grito de campeón.

Los agraciados, en el momento en que conocieron que tenían premio, se agolparon a las puertas del club para festejar este Gordo que a unos les va a ayudar a pagar sus estudios, a otros a disfrutar de un viaje a Eurodisney y los más piensan en ahorrar y “tapar agujeros”, es decir, pagar deudas.

Es un club de barrio humilde y”muchas de las familias que juegan aquí son familias obreras”, declaró Iñaki del Castillo, director de operaciones del Club.

Habían repartido los décimos en papeletas en las que los que las compraron también jugaban a otro número. Cada una de esas participaciones está premiada con 40.000 euros.

Un segundo tardano

El segundo, 40.014, se ha hecho mucho de rogar para salir a escena. Ha competido con el Gordo del año pasado a la hora de aparecer porque lo ha hecho tarde, a las 13:30 horas, en la novena tabla, y la mayor parte ha caído en Valladolid, en total 126 series, y en Chipiona (Cádiz), 45.

El chiringuito La Manuela de la localidad gaditana ha repartido 56,25 millones de euros en 450 décimos del 40.014, un restaurante ubicado en la conocida como Playa de las Tres Piedras, que ha distribuido los millones entre empleados y clientes de puntos muy variopintos como Sevilla, Madrid, Pamplona o País Vasco.

Tercer premio: 11.840  

Se ha repartido por multitud de lugares, pero en Bilbao ha sido donde más ha caído. Nada más y nada menos que 70 series, que de haberse vendido en su totalidad serían unos 35 millones de euros. Gran parte ha ido a parar a los socios y miembros del gimnasio AltaFit, en el barrio Miribilla, y uno de los agraciados ha sido Josu Puelles, el hermano del inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles, asesinado por ETA en Arrigorriaga en 2009 con una bomba lapa colocada en su coche.

La suerte también se ha acordado de los municipios afectados por la dana que han recibido 2.724.000 euros de los principales premios del sorteo: del tercero 2.050.000 euros en Alzira, Catarroja, La Pobla de Vallbona y Requena, 500.000 euros en cada caso, y 50.000 euros de un décimo en la pedanía de Castellar, en València.

La administración número 5 de Catarroja, a la que el agua se llevó por delante y que obligó a cerrarla durante 36 días, ha repartido en ventanilla diez décimos. Ha tenido que partir de cero tras la riada porque les “dejó sin nada”, pero este año tenían muchos números de otros compañeros loteros que, tras producirse la tragedia, les han dado lotería para poder venderla.

Los dos cuartos premios, 77.768 y 48.020, también han estado muy repartidos, aunque se han vendido sobre todo en Madrid. Del 48.020 se han consignado 161 series, más de 32 millones de euros, en una administración de la calle Colombia, en La Bruja.

Otra parte importante ha llegado a la localidad segoviana de Ayllón. Dos feligresas de la Iglesia de Santa María la Mayor de la localidad compraron 104 series del 48.020 a una lotera madrileña, que es originaria del municipio. El número ha dejado 21 millones en esa localidad de 1.100 vecinos, y lo han vendido entre la gente del pueblo y turistas.

También la suerte de los cuartos ha llegado a las zonas de la dana. Del 77.768 se han repartido 420.000 euros entre Alzira (200.000), Paiporta (80.000), Alaquàs (40.000), Alfafar (20.000), Riba-roja de Túria (20.000), Sedaví (20.000), Vilamarxant (20.000) y Xirivella (20.000 euros).

Del 48.020 se ha vendido una serie, 200.000 euros, en la administración número 3 de Aldaia, en el Centro Comercial Bonaire, también muy afectado por las inundaciones del 29 de octubre.

Los ocho quintos premios, 37.876, 72.853, 74.778, 45.456, 45.225, 97.345, 75.143 y 60.622, dotados con 6.000 euros al décimo, han caído muy repartidos por toda España, aunque varias localidades han arrancado más dinero que otras como Elche (Alicante), que consignó 140 series del 37.876 que ha permitido a un club de dominó repartir más de un millón de euros, o Beasain, en Guipúzcoa, con 90 series del 74.778.

De este último número, se han distribuido 54.000 euros entre Paiporta (30.000 euros), Sedaví (12.000), Alaquàs (6.000) y en una segunda administración de Paiporta (6.000 euros).

Pero ha sido Madrid la más afortunada porque tres de los ocho quintos han caído íntegros en la capital.

Cada media hora, un premio

Este año ha habido poca oportunidad para amodorrarse en las butacas porque prácticamente cada media hora ha llegado alguna de las 13 bolas especiales. De hecho, transcurridos apenas seis minutos ha saltado el primer premio especial, un quinto de 6.000 euros al décimo para el 37.876.

Tampoco se ha hecho esperar el tercer premio, que ha ido al 11.840 poco antes de las 10 de la mañana, cantado por Ainhoa Rosero y Axiel Kyron Abas ya en la segunda tabla.

A 15 minutos del final

El Gordo real, el 72.480, ha salido en torno a las 11:30 horas, entonado por Piero Rai Chávez y Alisce Ríos, quienes poco antes habían cantado asimismo un cuarto premio para el 48.020 y un quinto para el 45.456.

El más tardón ha sido el segundo premio, el 40.014, que no ha llegado hasta las 13:30 horas, a solo 15 minutos del final, momento escogido por muchos de los que tan concienzudamente habían peleado su plaza en el Real para abandonarlo y desearse suerte para el próximo año.

Dos gordos

La suerte de la lotería de Navidad ha viajado este domingo desde el Teatro Real de Madrid a Logroño con el Gordo, el primero y auténtico, pues el gran premio ha llegado a cantarse en dos ocasiones con un intervalo de apenas media hora entre uno y otro en un sorteo con otros momentos surrealistas y solidarios.

“Ha sido cosa de los nervios; podemos asegurar que solo hay una bola del Gordo”, explican desde Loterías, antes de ofrecer las actas a cualquiera que quisiera comprobarlo e incidir en los muchos controles que pasan las bolas y todo el proceso en general.

La responsable del equívoco fue la joven Yadira Kinde, quien se excusaba al jefe de mesa tras entonar los 4 millones de euros con un: “Es que un chico me ha dicho que lo cante”. Según Loterías, todo se ha debido a la manera en la que ensayan los niños: repetir varias veces mil euros y, acto seguido, dar paso a uno de los grandes.

Ha sido de los pocos pormenores del sorteo, junto a una manivela un poco dura que ha habido que reparar para que las bolas fluyeran más rápidamente y un simpático “miau” que se le ha escapado a uno de los niños al intentar esbozar uno de esos míticos “miiil euros”.

Abetos y un Quijote

Sólo una vez al año el Teatro Real, acostumbrado a sus pajaritas y vestidos de gala, ve llenarse sus butacas de todo tipo de atavíos, entre sombreros de abetos navideños, los dos butacones que arrastraban dos presuntas ancianas, el escurridor por casco de un Quijote murciano, la vaquilla del programa Grand Prix y hasta una pareja de falleros.

“¡Qué mejor manera para rendir homenaje a lo que ha pasado en nuestra tierra!”, han dicho en referencia a las víctimas de la reciente dana que asoló el este y sur del país estos dos jóvenes de Llíria (Valencia), que han dado la sorpresa con los trajes tradicionales de su tierra y sendos crespones negros prendidos. Los falleros han sido recibidos con aplausos en su entrada a la sala de butacas.
 

Rambleta, la administración número 5 de Catarroja (Valencia), ha repartido parte del tercer premio. EFE/M.A. Polo

La suerte en Catarroja

Según una superstición española, la suerte de la lotería viaja a lugares que durante el año han sufrido desgracias, y este 2024 se ha cumplido, ya que varios municipios de la provincia de Valencia (este) afectados por el temporal del 29 de octubre recibieron 2.724.000 euros de los principales premios del sorteo.

Es el caso de los vecinos de Paiporta, localidad considerada la zona cero de las inundaciones, que estaban convencidos de que este domingo “tenía que tocar” allí el Gordo, algo que al final no ocurrió, aunque sí se vendieron allí boletos, conocidos en España como décimos, con varios de los premios principales. En uno de los dos despachos de lotería que dieron los premios, aún están presentes las cicatrices de la riada en un peculiar árbol formado por escobas, cepillos y botas de agua, para una limpieza que aún continúa, casi dos meses después de la catástrofe.

Del tercer premio, el 11.840, se han repartido 2.050.000 euros en Alzira, Catarroja, La Pobla de Vallbona y Requena, 500.000 euros en cada caso, y 50.000 euros de un décimo en la pedanía de Castellar, en València. En Catarroja, las responsables del establecimiento, las hermanas Marian y María José, indicaban este domingo que este premio “hacía mucha falta” y señalaban que en la administración no sólo vendieron a vecinos, sino también a voluntarios y militares.

Del primer cuarto premio, el 77.768, se han repartido 420.000 euros entre Alzira (200.000), Paiporta (80.000), Alaquàs (40.000), Alfafar (20.000), Riba-roja de Túria (20.000), Sedaví (20.000), Vilamarxant (20.000) y Xirivella (20.000 euros).

Parte del cuarto en Bonaire

Del segundo cuarto premio, el 48.020, se ha vendido una serie, 200.000 euros, en la administración número 3 de Aldaia, en el Centro Comercial Bonaire, también muy afectado por las inundaciones del 29 de octubre. Del quinto premio 74.778 se han repartido 54.000 euros entre Paiporta (30.000 euros), Sedaví (12.000), Alaquàs (6.000) y en una segunda administración de Paiporta (6.000 euros).

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