El Gobierno de Aragón destinará 11,1 millones de euros a la habilitación de caminos y acceso a parcelas de ocho proyectos de concentración parcelaria en Teruel

El Gobierno de Aragón va a poner en marcha este año un plan de choque para culminar veintidós proyectos de concentración parcelaria con el arreglo y habilitación de caminos y accesos a las nuevas parcelas, que se desarrollará hasta 2029 con un presupuesto de 30 millones de euros. Ocho de esos veintidós proyectos están en la provincia de Teruel y requerirán una inversión de 11,1 millones de euros.

De estos veintidós proyectos, ocho están en la provincia de Teruel por 11,1 millones de euros; otros ocho en la de Zaragoza por 10,3 millones y seis en Huesca por 8,6 millones.

El consejero de Agricultura, Joaquín Olona, ha presentado este lunes en rueda de prensa los detalles de este programa, que es posible en gran medida gracias a los fondos europeos y que, ha agregado, es "imprescindible" para dar acceso a las fincas de reemplazo resultantes de las concentraciones.

El Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020 ha sido prorrogado hasta 2025 y eso permite acometer el plan de choque, que se financiará al 75 por ciento con fondos de este PDR y al 25 % con cargo al próximo PDR, que ya se conoce y en el que Aragón ha recibido una dotación muy superior.

Olona ha explicado que los 80 millones del programa vigente se han convertido en 162 en el nuevo programa.

Respecto a la concentración parcelaria, Olona ha explicado que en Aragón hay 59 proyectos en marcha. Es esta, ha agregado, una herramienta determinante de la futura ley de apoyo a la agricultura familiar.

Entre sus ventajas se ha referido a su contribución a la reducción de emisiones y la disminución del consumo energético; a las ventajas que tiene a la hora de abordar regadíos sociales, y a que distribuye entre los propietarios las "cargas" que conllevan la implantación en el territorio de figuras ambientales como las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) o los lugares de interés comunitario (LIC).

Desde el punto de vista medioambiental, la tendencia es preservar en la medida de lo posible la estructura de los caminos ya existentes, teniendo en cuenta que es necesario acometer algunos nuevos para facilitar el acceso a las fincas resultantes de la concentración.