El ‘geriatra virtual’ de una alumna de la EUPT es el mejor TFG de Informática de Aragón

La alumna de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel (EUPT) Adnana Dragut ha logrado el primer premio en los galardones que el Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Aragón concede para reconocer al talento joven por su trabajo fin de grado (TFG) Uso de agentes conversacionales en la mejora del bienestar de las personas mayores, que fue dirigido por los profesores Raquel Lacuesta y Jesús Gallardo, en la que se desarrollaban actividades interactivas para trabajar con este colectivo a nivel cognitivo y físico.

Aunque otros estudiantes de la EUPT habían recibido distinciones en anteriores convocatorias, ésta ha sido la primera vez que el primer premio recae en el centro turolense.

Adnana Dragut aseguró que había sido “muy emocionante” recibir este galardón, ya que supone que los propios profesionales de la ingeniería valor el trabajo que ha realizado.

La joven ingeniera explicó que la aplicación que ha desarrollado es “como un geriatra virtual” y aseguró que podría ser “muy útil” para los médicos de esta especialidad para que realicen actividades con los mayores.

La propuesta busca que estas personas se mantengan activas tanto a nivel mental como físico. Para ello se han diseñado diferentes actividades con el asesoramiento de geriatras del hospital San José de Teruel. Hay juegos de memoria como recordar la lista de la compra o de cultura tipo pasapalabra. También se plantean otras propuestas de actividad física.

“Este tipo de aplicaciones ya existen, pero lo peculiar de ésta es que nosotros lo hemos integrado en una Alexa con pantalla. La parte original de mi trabajo es que permite mantener la interacción táctil y, además, le proporciona al usuario también la capacidad de poder controlarlo por voz”, explicó Dragut que detalló que en los juegos para trabajar la capacidad cognitiva, estos se pueden visualizar en la pantalla y seleccionar de manera táctil la repuesta o decirlo por voz.

Del mismo modo, para los entrenamientos físicos hay una animación que enseña a la persona mayor cuál es el ejercicio a realizar en la pantalla, al mismo tiempo, el asistente da instrucciones con sonidos sobre lo que se tiene que realizar y el usuario puede controlarlo tanto de manera táctil como por voz, utilizando los comandos.

La aplicación se probó con unas 40 personas, gracias a la colaboración del alumnado de la Universidad de la Experiencia de la Universidad de Zaragoza en Teruel y del hogar de mayores del Instituto Aragonés de Servicios Sociales Turia.

La autora del trabajo explicó que este pilotaje permitió comprobar que, cuando la gente era muy mayor y no tenía teléfonos móviles este tipo de dispositivos, le costaba un poco más y necesitaba más ayuda para acostumbrarse a utilizar esta tecnología, mientras que aquellos un poco más jóvenes y acostumbrados a las pantallas no tuvieron ningún problema.

Adnana Dragut argumentó que las actividades propuestas son similares a las que llevan a cabo los geriatras en sus terapias, por lo que la aplicación puede ser útil para su día a día. Además de la atención individual a los mayores, también se probó para trabajar en grupo. “Vimos que la retroalimentación era bastante buena entre los usuarios”, comentó la ingeniera.

A la hora de realizar el proyecto, la alumna de la Politécnica turolense señaló que lo más complejo había sido utilizar herramientas que no había empleado antes y lograr toda la sincronización entre lo que el usuario está viendo en un momento determinado y lo que la aplicación está diciendo.

Adnana Dragut aseguró que este trabajo es un buen ejemplo de que la tecnología “es útil para ayudar a mejorar las personas mayores”, tanto aquellos que están solos en casa, como para las residencias. “Es un campo en el que se está investigando mucho porque la población está envejeciendo y es necesario que estas personas se acerquen a la tecnología”, justificó la especialista.

Tras finalizar su grado de Ingeniería Informática, Adnana Dragut ha estado este curso en la EUPT, trabajando con un contrato de investigación para un grupo que está desarrollando Inteligencia Artificial y Robótica. Aún le quedan unos meses y aseguró que ha sido una experiencia muy interesante, sin embargo, se plantea también la posibilidad de tener también nuevas experiencias profesionales en el ámbito privado.

La joven tecnóloga que apostó por Teruel porque vivía en Luco de Jiloca y le gustan los sitios pequeños, aseguró que la Escuela Politécnica “saca muy buenos profesionales” y que tiene “la misma calidad” que cualquier otro centro grande de otras Universidades de España. Asimismo, defendió la necesidad de que haya más asignaturas en enseñanzas medias sobre tecnología.

La cuarta edición de los Premios Aragoneses Ingeniería Informática del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Aragón reconoce el enorme talento joven de la comunidad y a personas, profesionales o entidades por su labor destacada en este campo. Con el respaldo empresarial, profesional, social, institucional y universitario, estos galardones se han convertido en un referente en el sector tecnológico aragonés.

La gala, que se celebró el 12 de mayo, fue abierta por el decano del Colegio, Eduardo Peris, que en su intervención reivindicó la profesión, el enorme talento que hay en Aragón y la labor fundamental que la Ingeniería Informática tiene en la transformación de la sociedad.

También dirigió unas palabras a los asistentes el concejal de Transformación Digital del Ayuntamiento de Zaragoza, Miguel Ángel García Muro, quien mostró el apoyo por parte de la capital al sector de la informática y afirmó  que quieren hacer que la ciudad sea un referente en el sector.

La gala fue clausurada por  la consejera de Educación, Ciencia y Universidades, Claudia Pérez Forniés, que puso de manifiesto el apoyo de la Comunidad Autónoma al sector, y la importancia que supone para Aragón, que ya es un referente, pero que todavía busca serlo aún más.

Por otro lado, Chema Alonso, miembro del Comité Ejecutivo de Telefónica y experto en ciberseguridad, reivindicó la importancia del ingeniero informático en la sociedad y que debe implicar una regulación del sector con lo que se denomina reserva de actividad para la titulación.