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El espíritu arrabalero mantiene viva la asociación vecinal del barrio turolense El espíritu arrabalero mantiene viva la asociación vecinal del barrio turolense
Algunos de los integrantes de la nueva junta directiva del Arrabal, el sábado

El espíritu arrabalero mantiene viva la asociación vecinal del barrio turolense

Renovada la junta directiva con diez personas
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El espíritu arrabalero hizo este sábado posible que la Asociación Vecinal del Arrabal siga adelante, ante el riesgo de que no se presentase nadie para renovar la junta directiva como se había advertido. En la asamblea, que siempre coincide con el matacerdo, costó que se involucrase la gente, pero finalmente consiguió conformarse una junta formada por diez personas, a cuyo frente volverá a estar Estíbaliz Tolosa.

La pandemia ha pasado factura al movimiento asociativo vecinal y ahora que quiere reactivarse se está encontrando con la dificultad de que los vecinos se impliquen y quieran participar en los órganos directivos para trabajar por su barrio.

El problema no es exclusivo de esta asociación y es generalizado, pero la presidenta del Arrabal había advertido que si no se presentaba gente, ella solo mantendría formalmente la asociación por el compromiso que tiene con la Federación Vecinal, pero no se organizarían actividades como el matacerdo, la semana cultural, las fiestas del barrio u otras actividades lúdicas que se organizan a lo largo del año.

Aunque al principio de la asamblea celebrada ayer no había gente dispuesta a involucrarse y la junta saliente estaba decidida a marcharse, excepto la presidenta, al final se fueron animando varias personas por cuentagotas hasta llegar a las diez. La junta tradicionalmente está forma por doce personas, pero la presidenta estaba dispuesta a seguir adelante con tal de que saliesen cinco.

Estíbaliz Tolosa seguirá al frente como presidenta y repetirá también como vicepresidente Alberto Meléndez, mientras que se incorporan como nuevos vocales los siguientes: Julia Gómez, Elisabeth Ramos, Fernando Martínez, Luis Cardona, Alberto López, Justo Manuel Villalta, Luis Cortada y Alicia Royo.

El mandato que tienen por delante es de dos años y Tolosa aseguró que confiaban que en los próximos días pueda incorporarse alguna persona más, como algún jubilado que les ayude en los trámites burocráticos cuando haya que llevar papeles.

La presidenta comentó que también les gustaría que se pudiera incorporar gente joven, ya que en los últimos años se han establecido muchos matrimonios jóvenes con hijos y desean que haya aportación de ideas nuevas.
Tolosa reconoció que cuando hace falta participación la hay, pero que la gente no quiere responsabilidades y es necesario que haya gente en la asociación comprometida para el trabajo de preparación previa de todas las actividades que se organizan.

El presidente de la Federación de Vecinos, Pepe Polo, que acudió también a la asamblea, comentó que un barrio como el Arrabal, con el “espíritu arrabalero” que siempre le ha caracterizado, no puede permitirse que su asociación vecinal desaparezca porque no haya gente que quiera involucrarse en la junta vecinal.

Necesidad de involucrarse


Admitió que era un problema generalizado y alertó que “o la gente se motiva y se conciencia, o se perderá”, y que si el movimiento asociativo vecinal “fenece, detrás lo que va es el sistema democrático” porque primará el individualismo frente al interés colectivo.

Estíbaliz Tolosa explicó que tras la renovación de la junta directiva se va a seguir trabajando en la organización de las actividades que se organizan a lo largo de todo el año, además de la reivindicación vecinal para conseguir mejoras en el barrio, la primera de las cuales serán las fiestas, que este año tendrán lugar los días 9, 10 y 11 de junio. En septiembre se organizará la semana cultural, habrá también Halloween y actividades para Navidad, y por supuesto se organizará de nuevo el matacerdo dentro de un año.

En cuanto a las reivindicaciones vecinales del barrio, la presidenta insistió en que el único parque que tienen se ha quedado pequeño para las necesidades que existen, además de ser necesario solucionar el problema de la falta de sombra. Pidió que el Ayuntamiento acondicione nuevos espacios de zonas verdes, como un terreno municipal que hay en la calle San Silvestre o en la plaza Santo Cristo, donde no hay arbolado, además de aprovechar el parque de las Arcillas para hacer campos.

Por otra parte, reclamó la adecuación de la calle Mayor, que es la entrada al barrio pero está muy deteriorada y requiere de una intervención integral, además de insistir en el problema eterno de la suciedad de los jueves.

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